No sin mi puto coche

Hola. Acabas de cumplir 18 años y tu papá se ha gastado 1.500 euros en pagarte el carnet de conducir (no tengo ni puta idea de lo que cuesta, pero mi INTUICIÓN CUÑADA me dice que algo en esa línea debe de ser). Ya eres un CIUDADANO. Se acabó eso de ir a la uni en autobús como un cualquiera. En tu puta vida vas a acceder a una casa PERO si te enfadas con tu madre puedes dormir en el coche, puedes follarte a tu novia en el coche, puedes decorarlo como te dé la gana… Pero hay un pequeño problema (ojalá fuera solo uno, pero empecemos por lo sencillo): EL COCHE HAY QUE PAGARLO O TE LO QUITAN O LO TIENES QUE VENDER. El coche es ese principio de la rueda de hámster en el que la mayoría de la población anda metida: la ilusión de estar haciendo algo relevante sin estar haciendo absolutamente nada en realidad (vamos, como en un círculo Podemos). Se empieza con el carnet y se acaba con el coche igual que se empieza por con porros y se acaba con la farlopa: para nada bueno. El coche es ese artefacto presuntamente liberador que acaba de entramparte para que acabes tomando decisiones de mierda, es el puto principio del mal. Desde el momento en el que decides sacarte el carnet -incluso si lo paga papá-, es en barrena cuesta abajo TODO.

Venga, tomemos como idea que te has convertido en CONDUSTÓ the soft way, o sea, pagado por terceros (otros se endeudan para pagarse el carné y la cosa es todavía más chunga porque hay que pagar el coche Y el carné con dinero de un curro QUE NO TIENEN cuando precisamente se sacaron el carné y compraron el coche PARA conseguir esos curros, porque tu jefe aparte de pedirte un inglés que no habla te pide vehículo propio (¿pagado con el dinero de qué empleo?). ES QUE ES UN SINSENTIDO QUE TE CAGAS. Hay veces que tengo la sensación, sobre todo cuando se adquiere un coche para un adolescente -una persona menor de 22 años en todo caso- de que hay fábricas haciendo coches para sustituir el espacio anecdotal que un día ocupó la mili, aunque también creo que hay bebés que cagan para que sus madres hablen de ello (y no, la caca no debería ser un tema circunscrito a los bebés). ¿No teniáis UN MONTÓN de amigos (en aquella época en la que teníamos amigos y no contactos, digo) a esa edad cuyas conversaciones gravitaban en torno al puto coche y a los chascarrillos sobre profesores de autoescuela? Porque yo sí, pero me las he apañado para no saber hasta hace un par de años o así lo que significaba que un coche «se te calara». Claro, yo andaba preocupada porque es que no me parecía divertido nada de lo que me contaban ni me llamaba la atención poder irte con el coche a UN CENTRO COMERCIAL DE RENTERÍA, y pensaba que el problema era mío porque al fin y al cabo tener coche es una cosa «normal». En fin, que el coche no es ni más ni menos que eso: un mecanismo de aceptación social igual que ponerte tetas o sacar buenas notas, y que si no tienes coche ni lo quieres tener eres un poco «rarito».

Pero es que luego el coche, aparte de la carestía y de hacerte perder el tiempo hablando de gilipolleces tiene una cosa peor: HAY QUE MANTENERLO. Vale, igual no es peor que un marido, pero CASI, así que no entiendo, como puedes querer un PACK 2X1 (un novio con coche) DE COSAS MALAS de modo voluntario, gensanta. A ver, si ya me toca los cojones ir UNA hora a trabajar, ¿CÓMO VOY A QUERER VOLUNTARIAMENTE PERDER UNA MAÑANA PASANDO LA ITV? Vale, vas a pedir un crédito para comprarte una cosa que cuando se estropea tienes que poner más pasta porque no se puede arreglar en casa con pegamento Imedio solo porque esa cosa tiene una radio y puedes cantar a voz en grito Las de la Intuición de Shakira con tus amigas a las 4 de la mañana borrachas. ¿TÚ ERES LICENCIADA POR LO MENOS, VERDAD TÍA?

¿Pero la industria no daba los curros buenos? meets the Gamonal effect

Como sabéis, y si no lo sabéis os lo digo yo, a Pedro Tinder Sánchez y su sonrisa que enamora les ha dado ahora, después de que su partido la desindustrializara una vez, por REINDUSTRIALIZAR España, aunque que sepa, todavía no ha comentado cómo. Habéis leído en lo del Owen, y es verdad, que la movida precaria viene cuando un país pasa del sector industrial al sector servicios. El tema es que en industria parecía que currabas para ti y en servicios, evidentemente, sirves, y estás más expuesto a lo que quieran terceros que van en contra de tu interés (en realidad la movida precaria ha existido siempre, por supuesto, lo que pasa que ahora es MEINSTRIM porque NQCM -nuestra querida clase media- se está viendo afectada por estas cositas que creía que nunca le iban a salpicar, y como los MIDIA son de, por y para ellos y sus expectativas, también las frustradas; son lo que sale a relucir, pues parece que esto es nuevo, pero NO). No es tanto cuestión de sectores como de ser directivo o currito (al fin y al cabo, un emir y un gasolinero trabajan en el mismo barcJEJEJE), de decidir o que te decidan, vaya -por eso el feminismo MEA en este particular desde muy arriba al sindicalismo «oficialista» actual-. Como aquí estamos mucho en el discurso de «eh, antes de tu curro se vivía y ahora no, ergo alguien nos está timando», me dicen, me comentan: «A ver, niña, ¿pero no habíamos quedado en que los trabajos buenos y a recuperar eran los de la industria? Hostias, ¿pues qué más industria hay que la de los coches con el MONTAJE FORDISTA y sus movidas y los obreros metiendo miedito?». Vale, vamos a ver:

La cosa NO va de recuperar la situación anterior o condiciones anteriores. NO es suficiente con que te paguen por 40 horas lo «razonable» y cubras gastos y todos, de inicio, seamos fijos. NO. Yo lo que quiero es que el trabajo se ABOLA porque la idea de trabajo asalariado (y emprendedor «cómprate un curro»), independientemente del sector en el que se desarrolle, es que tu tiempo/habilidades/gustos/energías tienen un precio de mercado -bueno, ni de mercado, porque en España se hace todo a nivel chiringuil «cooptar todo para que un potencial asalariado sea del ramo que sea NO pueda elegir, y 600 pavos o hay una cola larguísima y si no lo haces tú lo hará otro»- y esa es la parte abyecta de la idea de trabajar. VOLVER a lo anterior, siquiera con sueldos buenísimos, NO me vale. No me vale la idea misma de empresa. Quiero hacer quemas públicas de los libros de la asignatura Empresa de 4º de la ESO. Quiero secuestrar gerentes. No quiero que me suban el sueldo. No quiero que las mujeres asciendan a las cúpulas empresariales, sino que quiero que no haya directivos. Por lo tanto, el hecho de recuperar curros en el sector industrial, SI NO TENEMOS OPCIÓN DE ELEGIR LO QUE PRODUCE ESA INDUSTRIA, es absolutamente CHORRA. «Es que si se cierra Mercedes se van al paro y bla bla bla». Bueno, se van al paro o pueden cooperar y dedicarse a montar trenes, bicicletas y autobuses, hostia. Que no, que con el chantaje del paro ya no me ganáis. Y si se cierra Mercedes, QUE HAY QUE DECIRLO TODO, también desaparecería el equipo Mercedes de Fórmula 1 y eso es un bien social porque no hay un «deporte» más HORTERA que la Fórmula 1. De las consecuencias buenas no habla nadie. ¿POR QUÉ? Y si hay que cargarse a alguien para que esto pase, pues nos lo cargamos y ya está. El mundo del trabajo ha convertido a tus amigos/familiares en putos autómatas, ergo, muertos en vida, ergo, ¿qué reserva ética se supone que tenemos que tener con quien alienta esa situación? La misma que tienen ellos para deslocalizar: ninguna. No hay que negociar nada con quien deslocaliza «porque no le queda más remedio». Bueno, pues como ya hacen en Oriente pues habrá que secuestrar a directivos del automóvil (serán más pobres que tú pero se dejan tangar menos), «porque no nos queda más remedio».

Comprarte un coche y ganar libertad. Todo uno.
Comprarte un coche y ganar libertad. Todo uno.

Otra cosa que también me recuerdan con frecuencia: lo de Gamonal, que fue la Semana Fantástica del Clasismo en Twitter (y clasismo del mejor, del de gente sin un duro). Gamonal: el típico hecho aparentemente chorra sin demasiadas implicaciones personales -porque al fin y al cabo estamos opinando sin vivir allí- que, como la violación de Málaga, deja a las claras la persona de mierda que puedes llegar a ser. Entonces viene el LISTOPAN y te dice: ¿pero si tú estás en contra de los coches, cómo es que estás con los vecinos de Gamonal? Bueno, es sencillo y también tiene que ver con la idea de decidir. Mientras la reforada andaba como suele distraída comprobando si lo de Gamonal iba en el programa electoral o no -totalmente irrelevante, como todo lo que hacen, más cuando se rompe día sí y día también el contrato social pero nos callamos como piiiii porque a ver si luego nadie me va a querer de CONSULTOR-, hay que poner Gamonal en contexto. ¿Carriles bici? ¿Frecuencias de autobuses? ¿Tasa de paro y tipos de trabajo -y por supuesto su remuneración- y cómo llegar hasta esos centros de trabajo? ¿Cuánto vale un litro de gasolina y cómo lo paga un parado? ¿De qué se quita para pagar la gasofa llegar a su centro de trabajo o buscarlo? Esto en una parte más «circunstancial» (¿habéis encontrado mucho al respecto?). En la parte política, por supuesto, el famoso boulevard forma parte de un pelotazo urbanístico y la gente ya está un poco cansada de esto, aunque no dudamos que el PP petará en las próximas elecciones porque ya tienen marcadito el barrio con una equis y si no nos votáis os hacemos la vida imposible (se parece un poco a «no des mucha guerra en el curro que luego no te hacen la carta de recomendación»). El problema que tiene la clase media con Gamonal es… que son de Gamonal: si están en el paro es porque no dan vueltas con el coche para buscar trabajo, porque no tienen coche -cosa razonable si no tienes un empleo que pague esa gasolina-, pero MAL. Si tienen coche, es que quieren aparcar al lado de casa y qué poca conciencia ecológica y qué catetos y poco europeos son PORQUE MIRA EN FINLANDIA, pero claro, al diseñador de carriles bici que no van a ningún sitio y al que no amplía las líneas no le tocas un pelito no vaya a ser que sea el primo segundo del tío que decide los planes del empleo del Ayuntamiento de Burgos porque tú no eres de Gamonal pero estás en el paro, CAMPEÓN. Ser de Gamonal y quejarse quiere decir que hagan lo que hagan, estará mal hecho, aquí no hay individualidades «liberales» ni gente que «tiene opciones personales», que es Gamonal, hombre. Ser de Gamonal es un poco como ser mujer. Pero claro, la culpa es de esos vecinos COMUNISSSSSSSSTAS que quieren aparcar el coche a la puerta de casa (¿el coche comunista? ¿pero no habíamos quedado en que en el bloque tardaban 3.500 millones de años en concederte un coche y eso era MALÍSIMO?). Estamos con la gente de Gamonal y con que no les cueste un riñón ni desplazarse ni una plaza de parking. Vamos a ver, ¿a qué insensato se le ocurrió que DeC podría estar en contra de algo como KALE BORROKA EN BURGOS?

En fin, que el coche es un elemento más de NQCM para culpabilizar (infraseres que conducen con Camela a todo trapo) o desculpabilizar (un chico que se HA ARRIESGADO a pedir un crédito para tener coche y mejorar su EMPLEABILIDAD) en función de quién seas. El coche es perfecto porque puede funcionar a modo de causa y a modo de consecuencia, es una especie de post-it moral y social. Y ahora empalmo con otra idea ENGOLFANTÍSIMA CLASEMEDIL que me encanta.

El ecologismo de quita y pon

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El modo cicatero en el que el analista político estándar (son gente que da pocas sorpresas) usa el coche como medida de desarrollo o prosperidad es también como para masturbarse fuerte. Los ciclos del capitalismo van un poco así: de repente hay un invento MUGÜENO, MUGÜENO (el coche, el móvil)… Al principio ese invento es para ricos o de snobs, luego se «democratiza» (ah, odio esta expresión para referirse a esto) y ya todo OK. Luego resulta que a los pocos años «la sociedad» (para esto sí les interesa que seamos colectivo) se ha pasado de la raya con su uso y lo que era marca de desarrollo y de un país que tira palante resulta que pasa a estar FATAL y el coche contamina y el móvil crea dependencia, con lo cual hay que sosegarse. Pero luego resulta que cuando un inmigrante llega aquí y se compra un buga nos damos palmaditas en la espalda, socialmente ENCANTAOS porque si no llega a ser por nosotros, que le brindamos esa OPORTUNIDAD de currar limpiando nuestra mierda «se hubiera quedado en la selva en taparrabos» pero cuando los de la India empiezan a acceder a un coche resulta que son MUCHA GENTE y nos parece MAL. Sin embargo, en el caso de Corea del Norte, el hecho de que no haya coches es UN HORROR y signo de dictadura, subdesarrollo. Los moderaos, que suelen decir lo de que las cosas están bien o mal en sí mismas y no por quién las diga menos si es Rosa Díez, no tienen el mismo parecer sobre los coches, por eso digo que para esta gente el coche da signos de prosperidad o no, de quita y pon, de post-it, según lo bien o mal que nos caiga el que lo use o incluso el gobierno del país de las personas que lo usen.

Luego está el anticochismo de tiesez, la gente que ahora es muy anticoche y que te dice que es porque es ecologista pero lo es porque su proyecto empresarial no da un duro, que son los mismos muy preocupados por el subdesarrollo de Corea y sus siete carrilles sin coche y el hambre. ¿HOLA? Usan la bici para ir al curro para contarnos lo en forma que están,  pero su plan es ser MANAYERDAIRECTOR de algo y ahora soy muy ecologista porque no tengo un duro para el coche PERO cuando tenga pasta voy a tener dos: el coche de diario (con plaza de parking en el curro, clarostá) y un CROSOUVER para llevarme a Paula y los niños (dos, niño y niña IDEALLY) el finde A MI SEGUNDA RESIDENCIA. Dos niños, dos coches, dos residencias. Dos GILIPOLLAS sois Paula y tú. Y luego estas movidas (no hay problema de clases, es solo ge-ne-ra-cio-nal <3) que sí, que mucho patinete pero esto es de primero de gentrificación y de ponerme una CAFETERÍA (perdón, COFFEE SHOP) CUQUI ABAJO porque es más limpito y aseao que la imprenta esa que había, y no, no compro. El cuquismo urbano es desigualdad, cagondios, emprendedores sociales de los cojones.

Epílogo: al coche se le abren las puertas (tres o cinco), pero te da con la puerta en la cara

Si el coche es «libertazzzzzzz» y abre puertas laborales (mentiraputa, es un sobrecoste que el empresario me encaloma a mí como currito porque pone la sede de la empresa en atomarporculo, que en otra parte es CARO y ahora estos HIJOSDEPUTA se montan EMPRESAS DE PLAYMOBIL que no valen para nada pero tienes que estar muy comprometido con ellas. YA), ¿por qué demonios el Gobierno da becas para comprar coches? (cinco planes PIVE llevamos ya. CINCO -corrección a 15 del 12 del 14, llevamos SEIS planes PIVE, que me lo han dicho en el curro). ¿POR QUÉ MIERDA se quitan becas de estudio pero MAPFRE DA BECAS PARA SACARSE EL CARNÉ DE CONDUCIR, si no lo necesitamos para ningún trabajo porque ni hay trabajo ni el poco que hay puede pagar la letra de un coche ni su mantenimiento? ¿Tan pocos seguros estáis vendiendo, criaturas? ¿Por qué si es un sector clave tenemos que REGALARLES NUESTRA PASTA a los empresarios del coche del sentido común, la movilidad, las escapaditas con Paula pafollar y la proyección pequeñoburguesa de los placeres nimios de la existencia y el puto niño diciendo PAPAAAAAAAA FALTA MUCHOOOOOOO? ¿Nadie ve relación entre esos carriles bici de los municipios de la Comunidad de Madrid que, de forma deliberada no llevan a ningún sitio para que el concejal de turno pueda decir que «es que la gente no los usa», el petamiento en el Metro de Madrid y estas becas para que tengas un carro? En efecto: el coche es otro eslabón más de dos cosas: de la búsqueda de una solución individual a un problema colectivo (el del transporte), porque el metro no funciona no porque un metro sea malo, sino porque no se le asignan recursos (igual que las movilidad en bicicleta); y el desmantelamiento generalizado de lo colectivo, de las soluciones de transporte (o de salud, tanto me da) en las que no hay favoritismos, para ensalzar la primacía de mi Volkswagen Polo y detraer ninerito que gente que no tiene necesita para lo básico para dárselo a otros que ya viven muy bien pero quieren colmar sus deseos copiados de la publicidad. En pocos sitios se dicen tantas mentiras en tan poco espacio ni se vende tanto humo como en un anuncio de coches.

Al final el coche es lo mismo que todo en la vida: entrar o no en una espiral de poder de decisión vs. chantaje. Y el coche es legitimar la coacción, yo lo tengo claro. El coche es ese empresario de nuevo cuño al que como le putearon una vez cree que es como él ha de actuar con sus empleados. El coche es esa clase de gente que, en vez de trabajar por escenarios libres de opresión intenta solucionarse la vida asemejándose a los opresores, eso sí, con un crédito monstruoso (que a su vez le oprime a él, pero quejarse es de maricones) y amedrentando a ciclistas y peatones para dejar claro que “has ascendido” y ya no eres un tirao como ellos (ahora lo eres más, pero eh, QUE PUEDES PONER LA MUSIQUITA QUE TÚ QUIERAS EN EL COCHE Y YA NO TE MOLESTAN EN EL METRO CON EL REGGAETON, pedazo de DERECHO adquirido ahí, ¿eh?). El coche es ese montón de cosas que no importan una mierda pero con las que pierdes un tiempo precioso. El coche es el premio de consolación de aquellos que no pueden acceder a la vivienda en propiedad y se consuelan con una idea de movilidad perpetua que les prepara para comerse el mundo cuando en realidad el mundo se los está comiendo a ellos. El coche es la masculinización del timo de Cofidís (si todavía no tenéis clara la noción de trampa de la pobreza, os conmino a que leáis ese link), pero las tontas seguirán siendo las marujas que ven la publicidad de Ana Rosa, que es la hora a la que echan esos anuncios. El coche no sirve para nada. Con el coche, igual que con tu curro, les solucionas la vida a otros y te la jodes a ti. Véndelo. O mejor, quémalo.

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El día en el que dejé de cobrar por escribir

El jugador de fútbol debe entender esto, que es básico para su vida: para qué juega y para quién juega. Es lo que debe preguntarse y responderse.

César Luis Menotti.

No quedaba nada para que comenzara de modo oficial el verano. Era sábado y habíamos quedado para comer en casa de Ana. No recuerdo hacia qué derroteros había ido la conversación cuando Martín me dijo: «No sé qué coño haces todavía en el periódico». Llevaba unos meses muy malos, y sabía que por algún lado tenía que salir de aquello. Tenía que haber una hebra por la que deshacer el ovillo. Quería que se acabara todo pero también tenía miedo de lo que iba a pasar después. Como no tenía un objetivo laboral concreto (yo solo quería ser redactora, y bueno, tenía 24 años y ya era redactora, no quería ser jefa ni ir a ningún sitio especial o dedicarme a algún tema en particular), no había pensado en qué más quería hacer, o ser; más allá de los cuatro propósitos de mierda tipo aprender mejor inglés y hacer algún viaje guay. Ya estaba. Ya había hecho «todo». Y todo estaba bien para un tiempo, pero no estaba bien para siempre. Ni siquiera estaba bien para el mes que viene. Y no estaba bien ahora, no. Así que el lunes, con convicción, con miedo (se puede a la vez, de verdad) y con el ¿y ahora qué? rondándome por la cabeza, presenté mi carta de renuncia a dirección y de ahí dimos paso a las dos semanas más largas de mi vida, hasta que por fin me pude marchar.

Por eso cuando Flamenca Stone, antes de hacerme esta entrevista (es genial que no te entrevisten por tu trabajo), me dijo un día que le gustaba mucho Domingos en Chándal y que ojalá que algún día me pagaran por escribir, rápidamente se me pasó por la cabeza mi vida anterior, y pensé que ojalá no tuviera que escribir nunca más para poder comer.

Tenemos, y también nos llevan por ahí, esa tendencia asquerosa a tratar de ganarnos la vida con aquello que nos gusta de verdad, y es precisamente con esto con lo que la cagamos. El otro día estaba en casa de mis padres cuando encontré un ejemplar de esa revista femenina inocentona y blanca a más no poder llamada Mía en la que hablaban, dentro de un tema más amplio, de esto de DEDICARTE A LO QUE TE APASIONA. Y, para mi sorpresa, había alguien que aconsejaba no hacerlo. El argumento era cristalino: si tratas de ganar dinero con aquello que te gusta, posiblemente no ganarás dinero y además acabarás aborreciéndolo. Y daba una solución muy sencilla: no trabajes en lo que te apasiona, trabaja en lo que se te da bien.

Yo no puedo decir que escribir me apasione. No sé, no hay nada que «me apasione». Pero bueno, eso entra dentro de una guerra de venta de conceptos, como «amor» o «felicidad», con los que he llegado a la conclusión de que también hay mucho mito y que, como el trabajo, a lo mejor habría que replantearse, dado que nos pasamos la mitad de la juventud en el paro y tenemos mucho pero que mucho tiempo para ello. Al final todo es mucho más normal. Afortunadamente. También escribir.

Porque escribir, cuando se trabaja en prensa diaria, no deja de ser el mero resultado de unas pautas que te ponen otros. Y no deja de ser renunciar al fruto de tu trabajo a cambio de un sueldo. Había una cantidad enorme de cosas que aborrecía: estar sujeta a los caprichos de empresarios que lo mismo que se compran un periódico se compran un club de fútbol o una fábrica de chorizos, tener que llevarme bien con gente que no me gustaba porque necesitas que te cojan el teléfono porque tienes que escribir tres páginas sí o sí, haya o no haya; porque el periódico va a peso y alguna letra tiene que acompañar a este centro de planchado con calderín que consigues con cartilla más seis cupones, y con dos comodines por si algún día te olvidas de comprar, qué majos somos y qué facilidades te damos; la condescendencia en en el trato de politicuchos de tres al cuarto mal colocados por un amigo (porque eres joven y mujer) que no saben hacer absolutamente nada. El teléfono, todo el día el teléfono (yo creo que por eso desde hace un tiempo solo hablo por teléfono con mi madre). Alguna vez una cosa guay. Pero una cosa guay después de 99 no-guays. Y ENTONCES, y como resultado de todo eso (de lo que hacen otros, de lo que deciden otros, de las notas de prensa perfectamente pautadas y las convocatorias a horas DE MIERDA para asegurarnos de que vengas que ponen otros), como resultado de BASURA, es por lo que escribes. Vale. Y 1.100 euros en la cuenta el día 1. Y dejas de escribir lo que te gusta para escribir lo que te dicen porque lo segundo da pelas. Menudo LOGRO, ¿verdad? «Que TE DEJEN escribir». No, a ver, la decisión de escribir, y los temas sobre los que escribir debería ser tuya. A mí ahora me hacen entrar en una redacción y me dicen: «Llama al concejal de no sé qué» y ya me pueden dar 2.000 euros en ese momento, que yo salgo corriendo. Por eso he comentado más de una vez que si el camino no te gusta, esa meta que se supone que hay al final es probable que te deje muy, muy vacío. Porque no hay meta: hay una puta rueda de hámster. Y cuando eso se acaba, o lo terminas, es posible que digas: «Me cago en dios, si es que no tengo nada más». Y te das cuenta, tarde, de que has renunciado sin percatarte, sin dar un portazo, y sin firmar en ningún lado. Has renunciado a ti, básicamente.

¿Y por qué caemos en esto? Pues porque mucha posmodernidad, mucha idea pequeñoburguesa en torno a la identidad múltiple y sofisticada y mucha gilipollez, pero seguimos buscando algo que, en un max-mix, a la vez englobe toda nuestra personalidad, nos haga especiales/chachis/orgullo familiar, nos enlace en una especie de estirpe milenaria con gente ilustre y hay quien soñará que en su lápida alguien le homenajée con el cariñoso apodo de EL JEMINGÜEI DE SORIA y que ENCIMA DE TODO ESO, ganemos pasta con ello. Ahém. Pues no sé, a lo mejor estás buscando -para variar- algo que no existe. Trascender, autoubicarnos (y que otros nos ubiquen) en la pirámide social y que nos den pelas. ¿A qué ha llevado esto? A que Carla Goyanes saque el libro «Coaching para mamás». Sí: la persona que escribe el libro (y su interactuación en redes, dar entrevistas, ser MUY MAJO) es la marca. Lo que escribe no importa en absoluto. Encontramos el reverso de lo que decíamos antes sobre la prensa diaria: un camino de servilismos y tortura para hacer una página de periódico (y vender radiorrelojesdespertadores) vs. la letra escrita como aditamento de ser famoso. Y ya. Y para esto sirve, en el mundo «bueno y normal», en la zona que siempre gana, en la parte que no cuestiona, en el lado de los que nunca se quejan, eso de escribir: para cimentar un mundo en el que ya viven bien, y que no les toquen la tranquilidad, que se la han ganado a pulso. O eso repiten como loros. Y si hiciéramos caso de todo esto, de la obsesión utilitarista de la escritura, la gente que no somos muy simpáticos o que somos tímidos o que no nos gusta el destajo emocional de cobrar a un euro cada mil palabras, no escribiríamos jamás. Y bueno, el mundo no se acabaría con ello, pero tendríamos una cosa menos de la que disfrutar. Y odiaríamos más. Y de ahí para adelante.

En la película ‘Lugares Comunes’, el personaje interpretado por Héctor Alterio dice a sus alumnos poco antes de su jubilación forzosa que al final, lo que sirven son las preguntas básicas, las que se hacían los griegos, las de las uves dobles: qué, cómo, cuándo, por qué, para qué. Y enlazo con lo de arriba de Menotti. Yo creo que es obligatorio preguntarse tanto para qué como para quién escribe uno, sobre todo cuando cobra. Porque cuando cobra, ese «para quién» tiene una importancia crucial. Y en los mundos de Yupi nos engañamos y decimos que escribimos «para el lector». Pero si somos honestos, sabemos que no es así. Escribimos para esos que mencionaba más arriba y que pautan de cabo a rabo el proceso hasta que al final nos sentamos delante del ordenador. Y en el caso de los libros, escribimos como complemento a lo que somos: casi nadie escribe como fin en sí mismo, o porque sí, o para desahogarse (BUENO, CALLA, QUE ESTEBAN GRANERO SÍ). No entiendo el escribir como modo de buscar aceptación: no me cabe en la cabeza. En el reverso de lo que escribes por dinero está lo que dejas de escribir porque te sale de los cojones. Y eso es capital. Y era una gozada cuando algo escrito salía de ti sin que necesariamente cobrara relevancia quién lo hubiera escrito. Eso ya no pasa. Quién lo ha escrito y para quién ganan ya al escrito mismo. Y a mí eso no me gusta nada.

Así que nunca más dinero de por medio con algo que me gusta. Nunca más «no tengo temas para mañana». Yo, que avanzo por la vía del no, no tengo muy claro para quién escribo, pero sí tengo claro para quién no quiero escribir. Y también tengo claro para qué me sirve escribir. Y lo que sí que tengo claro es que yo no escribo para resistir (y escribir por un salario es exactamente eso), sino que escribo para ganar*. Puedes abrirte un blog como una especie de escaparate de lo que piensas proyectar en un futuro trabajo. Das y das. Un blog puede servirte para conseguir un trabajo, y también para perderlo. Y Domingos en Chándal forma inequívocamente parte de la segunda categoría. Y yo no quiero estar sujeta a eso para escribir lo que me dé la gana. Pues eso es lo que yo entiendo como escribir para ganar. Y la pasta está ciertamente reñida con este tema, con lo cual es mejor que dejemos de lado ese factor, y una vez descontado esto, cuánta gente te lea o te deje de leer pasa a ser irrelevante. ¿Se puede elegir? Pues si se puede, que te lean los menos, pero que sean los mejores.

Por eso creo que ese «no sé qué coño haces todavía en el periódico», dicho en pleno 2009, de alguna manera, me salvó. Todavía no sabría definir muy bien de qué manera exactamente. Me salvó de llevar lo que conocemos como «una vida normal». No claudiqué, sobre todo tengo esa sensación: la de no haber claudicado, de lo que sea, pero no haberlo hecho. Me salvó de trabajar sin pensar. Y sobre todo me salvó de vivir de una manera en la que en los treinta y cinco días de vacaciones (esos cinco compensan el hecho del trabajo en fin de semana y festivos, ese era nuestro convenio) toda mi idea de descanso pasara por no escribir en absoluto. Si se supone que era lo que me gustaba, ¿cómo iba a aborrecer hacerlo en mi tiempo libre? No tenía sentido.

*Recordadme que deje de quedar con gente de IU.

Bonus: una reflexión bastante más profesional sobre las razones que pueden llevarle a uno a dejar la prensa.

 

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Por qué es mejor una directioner que un militante del PSOE

Paradojas de la vida: en el espacio de poco más de una semana los One Direction campan por España y se celebra un cónclave (¿es un congreso?, ¿qué demonios es?) de esa mi querida militancia socialista a la que últimamente dedico niveles anormales de atención. A priori puede parecer que no tengan nada que ver, pero viendo el show que nos están proporcionando consigue que yo termine haciendo lo de siempre: establecer comparaciones estúpidas que, oh cielos, luego resulta que no son tan estúpidas. Aquí un compendio de las razones por las que me bebería un patxaran muchísimo antes con una directioner que con un militante del PSOE.

1. Tienen un objetivo común y luchan por él (no como el PSOE, que ni sabemos qué objetivo tiene y llevan mes y pico de navajazos): Es una pena tener que poner esto en negrita como si fuera una hazaña de la hostia. Hasta hace no tanto tiempo era más o menos común que, en caso de existir un mismo interés, nos organizáramos y posiblemente discutiéramos hasta MORIR para vertebrar cómo conseguirlo pero teniendo siempre en mente lo que queríamos lograr, aunque los medios divergieran. Con el paso del sector secundario -con su identidad colectiva fuerte, a veces incluso demasiado- al de servicios -con su individualización, y la glorificación universitaria (MI examen, MI nota, MI powerpoint, MI proyecto de fin de carrera) y del curro de oficina (MI departamento, MIS ventas), esa idea de que «solo no puedes, con amigos sí», se va, tristemente, a la mierda. Entonces es cuando nace el héroe Jenaro de Gowex y acaba pasando lo que acaba pasando.
Yo sé que el colectivo puede ser asfixiante a veces, pero la soledad es mucho peor. Sobre todo, me quedo con  la idea de que están haciendo algo en común, pero a la vez, por sí mismas, lo cual contrasta con el deseo de control institucional de algunas prácticas que son convenientemente vendidas con un señuelo formativo pero que no sirven más que para ocultar lo que ya sabíamos: que la gente no puede pasar tiempo con quienes realmente quisieran pasarlo. Y, sin yo ser una persona nada familiar, sí, hablo de padres e hijos. Y hablo de esa familia que eliges que son tus amigos. El coaching emerge en la época en la que no tienes tiempo para tomarte un café con un amigo, pero aún así NO TE DA para pensar por qué no lo tienes. Por no hablar de lo antinatural que resulta que un chaval de 16 años esté en otro sitio que no sea la calle, y con más gente. «Es que es peligroso». Oiga, pues haga algo para que no lo sea. No sé, abola los coches o algo.

Por contraposición, tenemos este bonito post en el que un señor nos explica todo lo que hizo en el PSC. Esta gente dice que trabaja para los ciudadanos pero el caso es que en el post no veo ni una referencia a una política concreta defendida, solo a relaciones personales, cargos específicos desempeñados en departamentos detalypascual y poco más y YO, YO Y YO. Se ve que ha adquirido un montón de interpersonal skills y cosas de esas así que lo mejor va a ser que lo copie y pegue en su perfil de LinkedIn. Ah, lo social. Y el bochornito de estos días de QUIERO MANDAR YO con los tres candidatos es una sitcom de proporciones impagables. Yo con esta gente no bajaba ni a la tienda de la esquina a comprar el pan.

2. Demuestran una capacidad organizativa que deja a partidos y sindicatos en muy mal lugar: Estoy tratando de buscar un podcast de Hoy por Hoy en el que Macarena Berlín entrevista a una chica que lleva varios días guardando cola para ver a Miley Cyrus en Barcelona. No lo encuentro, pero sí he encontrado esto. Lo que sí recuerdo que el modo en el que se organizaba para ir a los exámenes a pesar de estar una semana en la calle (no se trataba de la primera chica de la fila) era sorprendente, y de un cohesivo que me río yo de lo de redistribuir renta: venía la hermana, o un amigo, y en el rato en el que ella tenía que ir a examinarse, se ponían en la cola en su lugar. Estudiaba a la intemperie, decía que «no es muy cómodo», pero el caso es que lo hacía. O bien le guardaba el sitio gente situada delante o detrás, con un respeto escrupuloso. La gracia del directionismo, cosas que pasan, está en que posibilita que familias o amigos pasen tiempo juntos en una atmósfera fuera de la habitual, socialmente deseable o pautada. Y a la vez posibilita que estés un mes fuera de tu casa porque no soportas a tus viejos, cosa que con 16 años entra dentro de lo posible. No sé, cuando se decía que OT había vuelto a reunir a las familias ante el televisor a la gente le parecía hasta bonito, y no veo una diferencia muy grande entre eso y turnarte con un primo en una fila o que tu padre te traiga algo de comer. ¿Qué es lo que toca los cojones? Que el mecanismo lo articulan chavalas (lo de que sean en su mayoría chicas escuece también) de 16 años de la manera en la que a ellas les da la puta gana. ¿Qué más? Que ellas llevan siendo felices un mes, y tú no. Y encima no sabes seguro si vas a cobrar.

Aprenderán pronto algo que a mí me costó mucho interiorizar: que cuando uno hace lo que le apetece, y no lo que se supone que por edad/situación socioeconómica/entorno cultural/género/loqueseaqueseteocurra debería hacer u otros tienen pensado que haga, llegan las pegas, las críticas, las acusaciones de poca concienciación, el deberías estar estudiando… Cuanto más pronto aprendan que la vida funciona más o menos así, más pronto se vacunarán contra ello. No, QUERIDO AMIGO tan preocupado por los valores (materialismo, capricho, etc.) que, dices, encarnan estas adolescentes. Lo que pasa es que estás muy puteado en el curro y te metes con chavalas de 16 años, valiente. Mírate eso, y si quieres solucionarlo de verdad, métete con el responsable real: tu jefe. Si vas a disparar, hazlo hacia arriba, haz el favor. Ah, no, que tienes miedo y no lo quieres reconocer.

Volviendo a la idea del tiempo, estando a la intemperie un par de meses saltándose clases y demás, las directioners desafían la idea misma de productividad, y además, en el modo en el que se organizan apenas hay pautas. O sea, tienen la capacidad de PERDER el tiempo. Poder PERDER el tiempo es la idea más perfecta que se me ocurre de privilegio democrático. Hay una división muy nítida en el mundo entre los que pueden perder el tiempo y los que no, entre los que si pierden el tiempo es para inspirarse y entre aquellos que si lo pierden dejan de ser productivos, esto es, útiles, para pasar a ser desechables y bazofia. No hay más que ver las caritas de algunas personas cuando se dan cuenta de que sin ellos y sus negocios y sus cosas el mundo sigue girando igual y el resto nos seguimos despertando por la mañana.

3. Nos retratan: jode que haya gente haciendo lo que quiere de verdad. Y si yo estoy jodido, que se jodan ellas también: Una vida exitosa, QUERIDO AMIGO, consiste en hacer lo que quieres el mayor tiempo posible, no en pasarlas putas a propósito, ver cierta virtud ahí y darnos la brasa a los demás con cuantísimo te sacrificas. «Se han saltado un mes de colegio». ¿Y QUÉ? Hay países en los que hay muchos niños que no van al colegio, y no te hemos oído decir nada hasta que la que falta a clase es la hija del vecino. «Yo a su edad no hacía eso». Oye, pues haberlo hecho. ¿Dónde está la bondad, lo positivo, en la postura que defiendes? Porque cuando a la gente que incide en lo que se esfuerza/sacrifica le preguntas exactamente POR QUÉ lo hace, nunca hay una respuesta concreta, sino que simplemente enarbolan ese sacrificio (no ver a tus hijos, trabajar una jartá) como bueno en sí. Organizarte para poder ver lo mejor posible a One Direction es un fin con un camino concreto a seguir para su obtención, un fin para el que necesitas a otros. Que te joda que ellas estén en la calle y tú currando y pases a echarles la culpa no sabemos muy bien de qué (este artículo es fantástico) ya es otro cantar. Para fe, devoción y fanismo irracional ya tenemos a los que hacen horas extras sin cobrar «porque estamos comprometidos a tope con el proyecto». Y luego, claro, llegan los Jenaros y las manos a la cabeza.

4. Son más constantes que tú en el gimnasio: Asúmelo: las directioners llevan años consiguiendo al menos un TT al día. Hay gente preocupadísima (especialmente en la sección izquierda bienpensante) porque «las niñas que están haciendo cola en dos años van a votar». 

fans tuicesJoder, PUES GRACIAS AL CIELO. Un día que si internet no es indicador de nada, al día siguiente que lo que importa es la tele. ¿Que salen en la tele o en los periódicos? Mal también. Ahora, lo de guardar cola para VER UN CADÁVER es de lo más lógico. Claro que sí.

 

5. Desafían el pejiguerismo intelectual de modo constante: creerte mejor que ellas es como presumir de tener un autógrafo de Cesc Fàbregas. Hay gente de la izquierda estándar a la que le preocupa un montón, en serio, que las directioners están «ocupando espacio público» (si todo el problema es que las directioners ocupan espacio público QUE HAGAN EL FAVOR DE DARLES UNA CONCEJALÍA DE URBANISMO). Por no comentar el artículo que dio pie al fantabuloso HT #LosDelMundoNosVanAComerElCoño, que es esta cosa de aquí en el que se mete a Ehrenreich con calzador (bueno, igual yo también hago esto), pero que confunde de nuevo a la industria (y el modo en el que se articula, que sí, coincido, es muy criticable, pero es que lleva siendo así muchísimos años), con sus consumidores, haciendo un juicio extremadamente superficial de cómo son y cómo se comportan, encasillándolas en esa categoría horrenda de los millenials que prefiere atribuir a un supuesto capricho y egoísmo de las menores algo bastante más penoso de explicar: la ruptura de solidaridad intergeneracional básica, no solo por la desarticulación del estado del bienestar -mejor dicho, su cooptación por parte de gente que no lo necesita-, sino empezando por algo más sencillo: la distribución de espacios y tiempos. Empezando por cosas tan simples como el tiempo (y el retrato) que se le dedica a la muerte de Adolfo Suárez -por seguir con lo de arriba- en los medios de consumo masivo y el que se les dedica a ellas: en calidad de fans, en calidad de estudiantes o en calidad de cualquier otra cosa. Y qué demonios, ¿cuánto tiempo lleva existiendo el fenómeno fan? ¿Es mejor ser fan de Pedro Sánchez, dios santo? ¿Era mejor ser fan de los Beatles? ¿Por qué todo este odio justo ahora?

6. La sustitución de lo viejo por lo nuevo y las flores en la basura:  Y sí, Darío Prieto, puedo conceder cierta -mucha- razón en las menciones a gente como Simon Cowell y el modo en el que intenta articular esa industria y los valores liberal-sociópatas que él particularmente defiende y como emparentan con ser muy acríticos y muy consumidores a la vez (nos hemos tragado muchos X Factor por aquí, y somos muy fans de Cheryl Cole también); pero atribuirles deficiencias en los análisis de contenido de las letras a adolescentes en pleno proceso de maduración en el que se está buscando una voz me parece, digamos, pasarse un poco. ¿Preocupación por lo social? Bien, hablemos si quieres de cómo los Arctic Monkeys (men of the people) están llevándose pelas a paraísos fiscales cuando en entrevistas anteriores han mencionado que fue el estado social el que los crió (1D tampoco se libra de esto, pues el mismo artículo habla de cómo buscan una tributación más generosa en ese paraíso fiscal encubierto que es Irlanda) ¿O meterse con Arctic Monkeys ya no porque está mal visto EN EL MUNDILLO? Por la misma regla de tres, cualquier aficionado del Barcelona es co-culpable de las movidas de Messi con Hacienda. Insisto, estas discusiones son más que bienvenidas siempre que se ataque al culpable, no al flanco débil caracterizándolo de descerebrado, que es lo que lleva haciendo la crítica cultural de este país por los menos los últimos treinta años. No creo tampoco que precisamente una publicación como El Mundo se preocupe demasiado por, resumiendo mucho, el concepto de «lo social»: recordemos que hay que desembolsar una cantidad de pasta importante para estar tres meses de prácticas ahí: lo social y lo no individualista ya tal y yo y mi paginita en El Mundo. Bueno, y un solo nombre: John Müller, un superabanderado de lo social, como todos ya sabemos. 

Y con flores en la basura me refiero precisamente a que en entornos de mierda pueden surgir cosas buenas: la mercadotecnia musical es horrible, pero nos da a las directioners, que son adolescentes y por tanto un libro por escribir. Algunas canalizarán sus inquietudes en la empresa, otras quizá en movimientos sociales. ¿Qué cojones sabemos nosotros? Todos los males del mundo a lo mejor se los puedes atribuir a personas de 90 años, no a gente de 16. Cada vez que lo hacéis, y lo hace gente de apenas treinta años, sonáis a viejo que tira para atrás. De modo contrario, puede surgir muchísima basura en cosas tenidas por todos como buenas. Pensemos en cómo trata Oxfam a esos captadores de socios que te abordan por la calle. Oxfam, que tiene como fin el bienestar de gente desfavorecida. Basura en las flores. 

7. Sé sincero, ¿prefieres un speech de Eduardo Madina, esta cosa de Pedro Tinder Sánchez (hola, tengo una alumna negra y paso tiempo con mis hijas, UUUUUH) o esto?

«No es normal que se separen de la noche a la mañana sin darnos ninguna explicación». YA PODIÁIS HABER PEDIDO ESTO LA MILITANCIA DEL PSOE CUANDO ESTALLÓ LO DE LOS ERE. Rendición de cuentas en su estado más puro.

«Venimos desde Sevilla y hemos dejado el trabajo para estar con ellas». No puedo pensar en una consecuencia más deseable posible que estar con tus hijos en vez de obedecer al que te paga. Y que GENTE ES GENTE, sean fans de lo que sean, hombre ya. En fin, que ojalá esto.

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… Y Pableron (y II)

1. Ama, esto es mejor que el Primavera Sound

Llevo desde el día 20 en el paro y tengo que reconocer que entre el mal tiempo que ha hecho por aquí y tal con el Pablemosgate me ha venido dios a ver. En estas épocas de vacío existencial tendía a verme capítulos viejos de Sin Tetas No Hay Paraíso. Esta vez no ha hecho falta: llevo metida en el bucle Pablemil desde el día 25, bueno, desde antes si se cuenta lo de intercambiar gifs y vídeos. “El chico se mola mazo” y tú compartes sus mierdas y le haces la campaña sin que tenga casi que poner un duro —> VERY CLEVER. “JAJAJAJA tiene puesto el Gepeto en la papeleta”—> Cinco eurodiputados. Esto en cuanto a Pablemos. Luego está el PUTO FESTIVAL DE COROS Y DANZAS que se ha formado alrededor, que MEJORA todo mucho.

a)      #lodelsoe

gatito

Mi cara leyendo los tuits de los militantes socialistas estos días.

Ya he escrito 10.000 palabracas sobre el PSOE y me apetece como que me den una patada en las pelotas volver a decir nada, PERO LA VERDAD ES QUE LES TENGO QUE DAR LAS GRACIAS. Yo de esta semana lo que no voy a olvidar es ver al PSOE más perdido que un hijoputa el día del padre. Mediaset está FIJO preparando ya una TV movie (sugiero como título “La última semana de mayo”), con cosas de estos días: el community manager Alcalde de Jun (es que no sé ni su nombre real) CABREAO con Susana Díaz porque quítame allá esas pajas con los avales que yo tuve avales electrónicos y no me los cogisteis; Eduardo Madina CABREAO COMO UNA MONA ya a las nueve de la mañana acojonando a Pepa Bueno y con un contertulio por ahí que dice que por qué está tan enfadado y el otro contestando que no, que él lo que está es APASIONADO, y tú en la cama pensando: “Venga, Eduardo, no me jodas”; la otra que está en Miami -clase media, toooodo, clase media- y escribe una carta… Los afiliados echándose los hashtags a la cabeza, los cachorrillos de los pollavieja (¿factibilidad de llamarlos pollaviejitas?) que un día te dicen que si Pablemos es un síntoma de una ciudadanía a la que no hemos sabido atender bien y hay que abrir el partido y BLA BLA BLA y al día siguiente te dicen que menuda ciudadanía más irresponsable tenemos, que vota cosas bolivarianas (copyright, Partido Nacionalista Vasco). Concluyo que cuanto más conozco a los afiliados al PSOE, más quiero a mi perro. No tengo perro.

Susana Díaz, abriendo el PSOE a la sociedad. Con sus manos, nos muestra el tamaño del bujero que abre.

Susana Díaz, abriendo el PSOE a la sociedad. Con sus manos, nos muestra el tamaño del bujero que abre.

Y lo mejor: gente amenazando por el Trinter con pirarse del partido como si eso fuera una catástrofe, Netocrazy y sus campañas chungas de HÉROES o no sé qué cojones para aupar a Madina (si tú crees que los afiliados son HÉROES, no sabes tú lo que somos los ciudadanos que les soportan, porque sí: habéis hecho que el PSOE no se parezca en nada a los ciudadanos ¡¡¡pero por qué no me votan!!! Y todo así, llamándonos inútiles pero a la vez necesitando que os hiciéramos los cafés en los congresos), Madina diciendo por los sitios: YOSOYREPUBLICANOYOSOYREPUBLICANOENUNPARTIDOREPUBLICANO gente comiéndole la polla a su candidato online de mala manera vía retuits, muuuchos retuits ¡¡déjame cogerte avales, porfi, porfi, porfiiiiiiiiiiii!! Excelente chicos, mientras vosotros estáis en esto, Pablemos está contestando el cuestionario Divinity: eso es hacer política.

Entonces pasa #lodelrey y ellos te dicen que bueno, que “yo soy republicano, PERO (lagrimón)”. Y te dicen que HOMBREPORDIOS, con un 26% de paro esto del modelo de estado  pues qué cojones importa ahora. Y entonces tú contestas que HOMBREPORDIOS, con un 26% de paro esto de quién será vuestro secretario general qué cojones importa ahora.

Los dos últimos militantes del PSOE acordaron seguir apelando a las mayorías de centro y en mantener el sentido de Estado #MicroRelato

— Arredro (@Arredro) Mayo 29, 2014

@apuente Si dices eso es porque no mereces el honor de votar PSOE en unas elecciones.

— Manu (@torderacarrasco) junio 4, 2014

Yo igual no me pondría TAN exigente para que me voten, que no sois Google pidiendo ingenieros ahora mismo.

b)      #lodelborbón

Domingo por la noche: Juanki ve El Objetivo y sale Pablemos QUE NECESITA URGENTEMENTE AMPOLLAS REVITAL y tiene ya una cara de cansao bastante notable. Juanki piensa: EH, ESTOS CAVR0NES VAN EN SERIO. Telefonazo a El Salvador: FELIPE, YO YA PASO. Preparado I se comerá el marrón. Bárbara Rey empieza a recibir llamadas de Telecinco. Todo son prisas. Y ojo, que esto está bien jugado por casa real: “hagamos ver que son los cuatro mataos que salen el 14 de abril a decir lo de que no nos representan, no sé qué”. Casa real va a t0pe, pero no da una respuesta fuera de lo corriente. Y entonces llega NUESTRO CHICO DIVINITY ERREJÓN con sus vídeos ROLLO COURSERA y nos explica la hegemonía gramsciana y dice GRAMCHI <3

Y te explica ERREJÓN que aquí no hemos venido a quedarnos algo del flanco izquierdo, sino que venimos a que el tablero se abra. Y esto se llama #guerradeposiciones (que lo tiene puesto en la bio de TW). Y hostias, uno piensa: a ver, si esto son cuatro tarambanas, ¿por qué mierdas todo PRISAS en el PSOE y todo PRISAS en Campechano? Si hasta la Jefatura del ESTAO se mete en una movida así… Nah, esto es una cosita GENERACIONAL de poner a un joven de 46 años –que ha tenido que volverse echando hostias de El Salvador, aunque todo estaba preparado desde enero- al mando y ea. Y luego el PSOE y el PP hacen la típica cosa para que pensemos que no son lo mismo. En fin, mientras Rubal piensa en el MARRONACO de la “responsabilidad institucional” y se caga en el rey –porque esto de abdicar ahora NADA tiene que ver con el congreso del PSOE en julio, pero NADA DE NADA, EH- a la vez que deja el Susanazo medio cerrao,  ERREJÓN se hace el PAJOTE DE SU VIDA en el Rayaner camino a Bruselas. Todo según lo previsto. CATACLISMOS EN LA CT (este artículo es terrible pero esta contestación al mismo es fantástica). A la vez, los peperos empiezan a hacerse #selfiesporespaña y a escribir columnitas en TACHÁN… EL PAÍS y en IU  Alberto Garzón descubre la rueda ¡¡oh cielos, el 15M es compatible con COSAS!! Y qué bajón Alberto que te entrevisten al día siguiente para preguntarte por alguien que no eres tú; y con sus teles y sus movidas –al menos una se alegra de que por IU escriba en prensa gente joven-. El liderazgo pollavieja sigue a lo suyo btw: con sus banderas y tal. Mientras, la podemada solo dice referéndum Y MIRA AL RESTO DISCUTIR.

c)  Sí, sí, sí, los refor están aquí

Hay una cosa muy divertida que une a científicos sociales, tertulianos y periodistas (categorías tremendamente permeables como hemos podido comprobar –y padecer- los últimos años): en cuanto las cosas dejan de pasar COMO LAS PONE EN EL LIBRO, EN EL LIBRO NO LO PONE ASÍ, empiezan a comportarse como un gremlin alimentado tras la medianoche. ABC empezó la semana hablando de Tania y Pablo como «los Romeo y Julieta de la izquierda española» (luego borró el link, luego El Mundo y Vanitatis sacaron algo parecido -ni lo voy a enlazar, ¿machismo, PERO QUÉ DICE SEÑORITA?-), Piyei sigue con sus cosas, y por supuesto, como el 50% de los españoles en estos últimos dos años ha presentado un libroABC se volvió sorprendentemente prudente, El País dice que eso de que Podemos es una cosa de jóvenes, que, hoyga, que igual tan jóvenes no son (hombre, si tienes a la gente de 35 añazos de tu país viviendo como si tuviera 17 años también en el sentido del dinero que maneja,  digamos que hay ahí un TINEIYERISMO LARGO). Y mucho lío, mucho lío todo.

Hemos visto cosas muy locas: Pablemos haciendo de una especie de Gandhi chungo en El Mundo, Jabois adquiriendo su primer palillo cuñadoechar a Esther Palomera, luego movidote monárquico en El Mundo, luego un La Sexta Noche con este momentazo merced a un tertuliano, para más inri del PSOE. Tú quedas cuarto en unas elecciones de segundo o tercer orden, de las que la gente vota un poco POR LAS RISAS y lo típico: un PABO de los de YO SOY REPUBLICANO PERO te tira encima un cadáver en una tertulia, para poco después alabar lo de currar gratis. COSAS DE PAÍS NORMAL. Dentro vídeo:

Luego viene la parte en la que los refor se vuelven muy locos porque la gente NO LEE los programas electorales y luego pasa lo que pasa. La gente va a las manis SIN SABER EXACTAMENTE QUÉ ESTÁ PIDIENDO y luego pasa lo que pasa. Cuando Ana Botella pilla la Alcaldía de Madrid no se puede decir nada porque «votas a la lista y no a la persona». Cuando Villarejo dice que dejará el escaño cuando presente una directiva anticorrupción o algo así, bueno, pues los refor dicen que esto MAL. ¿Pero no habíamos quedado que se votaba a la lista y no a la persona? «Hola, soy divulgador y la gente no sabe». Y entonces es todo como CLARO, TÍO, es que si eres DIVULGADOR te atiende gente QUE NO SABE para SABER, no para que le digas QUE NO SABE. Hacen siempre, SIEMPRE, lo mismo: decirte que eres un gilipollas y que ya se encargan ellos del tema sin, por supuesto, darte las herramientas para que puedas encargarte tú mismo. ¿Qué pasaría si te las dieran? Que dejarían de ser expertos, y ya no podrían llamarnos gilipollas en sus quince minutillos de tele. Así podrán llamarte vago/irresponsable por los siglos de los siglos. Historia vieja esta. Eso sí, chatunga, UN CORTADITO MIENTRAS ME PREPARO EL POWERPOINT. QUE ESTE PAÍS NO SE LEVANTA SOLO.

Entonces como la gente no sabe, hay que empoderar a las figuras de consenso como el rey -que es superdeconsenso, y aquí en Gipuzkoa no os quiero ni contar. RECUERDA QUE TODOS POR IGUAL NOS BENEFICIAMOS DE SU REINADO– y LOAR el espíritu del 78 y dejar, en una sana democracia, que Curri Valenzuela nos hable de relevo generacional. PUES LAS COSAS TÍPICAS DE PAÍS NORMAL. Porque, por si no lo sabiáis los consensos se montaron porque cuando el PSOE sacó 202 diputaos todos y cada uno de los votantes se leyó de cabo a rabo el programa (preguntaba el presidente de mesa antes de meter el sobre en la urna, un test oral de 10 minutitos, con respuesta a) b) c) o ninguna de las tres, en serio). Y unos años antes, en el 78, PARA QUÉ CONTAR. Ahí había que hacer un curso CEAC y luego ya sí, luego votabas. «Es que lo de la monarquía fue refrendado en el 78…». Claro, en un pack indivisible. La bolsa o la vida. Ahora ya como a la gente es un poco más sofisticada, nos ponemos con el ciudadanismo exigente de peer review y esas cosas. Un día es genial lo de las amplias mayorías: «Oye, pues si bla bla bla, pues menos cartelitos y que ganen elecciones». Ganas elecciones: «No, es que esto es muy radical, y la ultraderecha…». Oye, pues qué cosas que gane la ultraderecha en Francia cuando la socialdemocracia apunta a los gitanos. SUPERRAROTODO. En fin, que TOOOOOOODO MAL. ¿La gente? TOOOOOOOOOODO MAL. Es que la gente, la gente, la gente, ¿qué pasa, que tú eres el PUTO ROBOT EMILIO o cómo? Nadie,nadie, nunca, reconocerá que su progreso personal se debe precisamente a la ignorancia de aquellos que puede que ahora quieran dejar de ignorar. A eso se le llamó consenso. Forjado, razonablemente, en el miedo. Y si se esgrime el miedo a algo peor, ese consenso no es libre. Si curras porque tienes miedo de no comer, eso no es ser libre. Tú verás.

d) Un momeeeeento, ¿HA DICHO PASTA GRATIS? Pablo meets Juanra

El programa de Pablemos tiene una cosa con la que me gana muchísimo, que es la PASTA GRATIS. Me encanta que esos votantes de UPyD que forean mucho sobre política y son muy amigos de gente del PSOE, sobre todo de los REPUBLICANOSPERO, y que luego apagan el ordenador y bajan a hacer cola a la ETT (hola, soy liberal y estoy en el paro), empiecen a echar espuma por la boca en monólogos con convulsiones tal que así: «¡Dios santo, con PASTAGRATIS no tendríamos Juanes Roigs ni Amancios Ortegas! ¿Qué íbamos a hacer entonces! ¡VAMOS A MORIR!». Y todo así, toooodo actuar por mera contraposición al tío que me cae mal. Ok #Ok. Esa familia de clase media haciendo cola en el Banco de Alimentos junto con rumanos y parados de la construcción diciendo que QUÉ ES ESO DE QUE REGALEN DINERO, QUE EL DINERO HAY QUE GANÁRSELO, que el trabajo dignifica. No entiendo cómo gente que trabaja no quiere un suelo mínimo (llámese renta básica, llámese provisión de unos servicios básicos para los ciudadanos que garanticen una vida digna) en el que caerse muerto. No, lo de que a ti esas cosas no te pasan no suele ser la mejor manera de enfocarlo. Por mantener el estatus y esas mierdas católicas que os enseñaron en casa estáis dispuestos a aguantar sin comer y a coger cualquier cosita para que se vea que asimilasteis bien la cultura del esfuerzo y, sobre todo, de la libertad. El PSOE, y no su parte ideológica, sino su «artefacto técnico» -llamémosles así por no insultar- piensa igual que vosotros, así que todo muy bien. Fuerte el aplauso. A mí, vuelvo a repetirlo, no me felicitéis por un nuevo trabajo ni por un ascenso. En ese caso, dadme el pésame por favor. Felicitadme cuando no tenga que trabajar.

«Eso de la renta básica es que es bolivariano». Pues pollas en ollas pa ti. Así a lo tonto he encontrado esto de la némesis de Pablemos, Juanra Rallo, de 2012, en el que -y esto le honra- defiende que exista, aunque como renta de propietarios, supongo que porque Juanra también tendrá SU CORAZONCITO y no quiere que la gente haga trabajos que no quiere hacer. Bueno, pues dos años después, ha hecho un artículo un poco más larguito incidiendo en lo mismo pero ATENCIÓN, señalando que la Renta Básica Universal es, OJO, «egoísta». Juan Ramón Rallo. Egoísmo. Vamos a ver, si el core del Juan de Mariana dice que precisamente del hecho de que todos seamos egoístas y busquemos nuestro propio beneficio emerge de modo mágico la mejor de las sociedades posibles, QUÉ MIERDA ME ESTÁS DICIENDO DE NO SOLIDARIDAD.

Bueno, y que yo tengo ya casi 30 años y sigo sin enterarme de cuál debe de ser nuestra actitud ante los programas electorales. O sea, tomando un candidato dado, ¿deberíamos interrogarles en prime time y tirarles salsa de tomate encima por cada respuesta fallida que dieran a lo que pone en su programa? ¿Sería eficaz que se supieran de pe a pa las 300 páginas rollo concurso de versos coránicos? ¿El programa electoral es un contrato con la ciudadanía o son las aspiraciones máximas de ese partido caso de gobernar? ¿Los puntos del programa pueden servir para abrir debates, o todo es HACERLO O NO HACERLO sin preguntarnos los mejores medios para ello? ¿Si no te lo leíste antes de las elecciones no puedes quejarte de su incumplimiento? ¿Si se está cumpliendo pero hay algo que nos jode vivas -caso del anteproyecto de ley del aborto- podemos QUEJARNOS? ¿O es que la voluntad de la mayoría bla bla bla? Pues pasa lo de siempre, que las respuestas varían en función de lo bien que nos caiga el que plantee el tema o de cuánto nos toque los cojones un tema.

Al fin y al cabo, en los años 70, los CEOs de McDonald’s, ¿cuántas veces el sueldo de un trabajador ganarían? ¿40 quizás? Puede que en su momento se propusieran ganar 500 veces más. ¡Unicornios! Hoy, ganan 1.200 veces más. Solo hay que encontrar el modo de hacer «digerible» la factibilidad del asunto (el grafiquito en medio de esta entrevista nos cuenta cómo tendemos a convertir unicornios en policies, lo hemos hecho muuuuchas veces) . A lo mejor con algo que nos tocaría a todos, y no solo a unos pocos, ocurriría lo mismo. O a lo mejor no.

2. Epílogo: ¿Trabajo informal? Participación política informal

De acuerdo con la Constitución española, el jefe del Estado puede destituir al jefe del Gobierno, disolver el Parlamento, convocar elecciones, nombrar un nuevo presidente del Gobierno, así como a los ministros que este proponga, presidir personalmente las reuniones del Consejo de Ministros, expedir los decretos gubernamentales, promulgar las leyes y, de acuerdo con el jefe del Gobierno nombrado por él, convocar referéndums sobre decisiones políticas de especial importancia. Se espera en general que el jefe del Estado use estas capacidades de acuerdo con los resultados electorales. Pero en una situación de emergencia —como sin duda es la española—, los poderes del jefe del Estado están para usarlos —como en el caso italiano— de acuerdo con la letra del texto legal.

Josep María Colomer en El País

Es muy gracioso ver estos días a gente que presume de autodisciplina, de foguearse en los partidos. No tener ni 30 años y ser muuuuy obediente, muuuuy respetuoso con EL MARCO. Defender un “cambio generacional” y ser más conservador que tu padre.  Defender cosas chachis como que sin el rey no hubiera habido democracia. Tienen un lío de cojones. Republicanos de igualdad de oportunidades PERO, tecnócratas que nos hablan de Españas multinacionales al borde de la disgregación, cotas insoportables de CT en la prensa. Ex chaquetapanas venidos a genetistas. Tenemos el país lleno de súbditos preocupadísimos por el ascenso de los extremos, pero como dice mi querido Ignacio, no es la extrema derecha la que te obligará mañana a levantarte a las seis, ni la tricolor te librará tampoco de ello. Vayamos al origen de los males, por favor.

Y el caso es que sí, que la imagen que se da de la participación política es esa: cuadros disciplinados esperando su momento, esperando una especie de lluvia dorada de liderazgo, esperando a una Susana Díaz que les diga, como a un Pokémon, “te elijo a ti”. Esperando hacer las cosas bien dentro del partido y subir, y decidir, por otros, a quienes llaman “ciudadanos libres”. Venden obsesiones personales VOLVEMOSAUNAGUERRACIVIL como una especie de determinismo histórico. Lo de Podemos es lo que es –un toquecito rociado con algo de suerte y atención mediática-, pero no imaginé jamás que un cambio institucional llamado “RELEVO NORMAL DE LOS TIEMPOS” se vieran tantísimo las costuras, muchísimo menos que los mayores gritos provinieran de… quienes defienden dejar las cosas como están. Veo una voluntad dialogante QUE TE CAGAS en el párrafo de arriba. La convicción real –y algo preocupante, también entre gente muy joven-, de que la mano dura tiene que venir a parar cosas…

Los partidos políticos tienen, sí, la representación institucional de los ciudadanos, pero no son representativos de lo popular, eso ya lo comentamos aquí, focalizándonos en el PSOE: los partidos políticos tienen una estructura interna parecida a la de una empresa y quieren hacernos ver que la sociedad funciona así, o que al menos es así como debería de funcionar para ser «eficiente». Y ese eficiente va por encima de igualitaria y no busca apenas las raíces de la desigualdad. En la era en la que se paga por currar (un besito a los alumnos y sin embargo -y simultáneamente, QUÉ PUTA CRISIS POSMO AQUÍ- trabajadores de los másteres de El País y de El Mundo), esto nos lleva a que en los partidos milite gente que se lo puede permitir, gente a la que le falta ya muy poco para alegar como mérito que “a mí Felipe González me sujetó en la pila bautismal”. Gente que cuando hay un cambio mínimo lo pinta como un riesgo máximo. Gente que con una mínima crisis te saca a relucir los tanques. Y esa gente no tiene precisamente 60 o más años. No, llamadme caprichosa pero no quiero repetir en otro ámbito de mi vida una estructura, la de las empresas, que no soporto. De hecho, es un momento tan bueno como otro cualquiera para que los militantes de lo tradicional (y en especial los jóvenes) se planteen si lo que quieren al estar en un sitio es comportarse como adolescentes cobrando 10 euros por masturbar a ancianos en la estación de autobuses de Badajoz porque esa semana les han dejado sin paga en casa. Y la siguiente. Y la siguiente… Lo que nuestro Errejón llama «lumpenoligarquía».

Tenemos tres opciones: o empiezan a vivir como nosotros, o se nos brinda la oportunidad a todos de vivir igual de bien que ellos –a todos-, o inventamos algo diferente. Creo que la solución más auténtica pasaría por lo último. Muchas veces las reglas emergen no antes, sino durante el contacto con los otros, y eso está BIEN. Y como se trata de “inventar”, te insuflan el miedo, te insuflan el paternalismo y el dónde ibas a estar mejor que aquí, te insuflan –como en los cursos del INEM- que si no tienes un proyecto definido no vas a ninguna parte, etc. Pero a lo mejor, y esto es algo que haría que nos fuera mejor si nos lo metiéramos en la sesera, el plano político no se trata de ajustarse al manual del perfecto militante, sino precisamente de puentear esa figura. No nos sirve porque la mayoría somos contingentes, así nos lo dice este estudio del Consejo de la Juventud. No es desinterés, es saberse contingente, saberse precario y saberse vulnerable. Y la solución política a eso no pasa por adaptarse a ello y sobrevivir, sino por que esa contingencia que vivimos en general como obstáculo pueda ser transformada en oportunidad, precisamente para mirar a la carita a los que nos quieren contingentes y aislados. No hay que admirar al que dedica más tiempo o menos cobra –eso es admirar al que vive bien de serie-, sino al que, incluso teniendo poquísimo tiempo y cobrando algo –y cobrando otra miseria en otro curro-, se remanga. La política no es un espacio al que hay que tratar de “entrar” usando la “formación adecuada” y cosas así. La política es un espacio que hay que construir.

Y para transformar la contingencia en algo útil es posible que haya que hacer algo Mu LoKo. En vez de parecerse al cuadro ejemplar, la verdadera acción política pasaría, en mi opinión por desacralizar precisamente eso. Errejón te lo pinta en la última respuesta de aquí: hay que permear hacia movimientos sociales, que esa puerta se abra, hay que estar atentos a lo que se hace a nivel local. Y sobre todo, lo que no entienden nuestros amigos los cuadros perfectos, es que no solo no hay que ser como dichos cuadros, sino que posiblemente hay que apoyarse en aquellos que esos cuadros más denostan, y que como nos cuenta Lenore aquí, tienen muchísimo más callo –y muchísimo menos que perder, y muchísimo menos miedo- que las nuevas adquisiciones de clase media. Decir que hay que “atraer” a esas personas a la política es una trampa paternalista. El otro día estuve en Pimkie y comprobé horrorizada en los probadores cómo las chicas que atienden allí tienen que poner el número que se les haya asignado a la etiqueta con el precio cuando una clienta se lleva la prenda, para que la encargada ya en caja sepa que ha hecho su labor de asesoramiento/acoso del modo correcto y te ha encalomao esa chaqueta de cuero. La misma chica que, entre cartelones de 30% de descuento, te dice, dos veces, que hoy tienes un 30% de descuento. La víctima ha de ejercer el papel de acosadora, y así la sentirás inferior y enemiga. Pues NO: esa ha de ser tu aliada. Ese tipo de vida, de control absoluto, es la mayor plasmación que hay de lo político en la actualidad. De un sistema que fomenta la abstención pero mediante la carga ciudadanista mediática te echa la culpa por no participar, que dice que si te bajan el sueldo es porque no has votado -como si no fuera decisión de un tercero-, y etc.

Y por eso, como dice Víctor, la revolución será con la gente que se queja de que quitan MHYV para echar lo de la abdicación, o no será. Y mientras el buenismo refor se lleva las manos a la cabeza porque el Pronto lleva pegatinas de la PAH, yo veo espacio para más: veo espacio para

Fatema hablándonos de pensamiento positivo #mal

Fatema hablándonos de pensamiento positivo #mal

que si una publicación como Cosmopolitan dedica un rincón a ‘literatura happy’  -y esto es político-, pueda dedicarlo a otro tipo de literatura, y, sobre todo a otro tipo de política. Un buen modo de hacer política es hacer que la gente se pregunte cosas. Un buen modo de hacer política es que mientras esa dependienta de Pimkie tiene que justificar cada paso que da en la tienda se pregunte cosas. Se pregunte por qué hay chicas que van cada fin de semana a esa tienda pero para comprar, se pregunte después por qué ellas tienen dinero mientras ella piensa que casi mejor estar trabajando -que así no gasta dinero-, vaya bajando peldaños y se dé cuenta de que el problema es lo que se cobra a la hora, y empiece a intuir la desigualdad, para después poder sistematizarla. Y puede estar un día tranquilamente en su casa viendo Cazamariposas en Divinity y que entre este vídeo y entonces diga… EH, y haga su muy

Pero aquí #bien

Pero aquí #bien

personal reflexión sobre la meritocracia, y puede que concluya que no se trata de que el ganador se lo lleva todo, sino de que es el tramposo el que se lleva todo. Si quieres implicar a la gente, logras que desde su enfoque particular intuya cosas y desde ahí arme una teoría más general. Los perfectos cuadros conocen la teoría pero la práctica ni les suena, y además se jactan de ello. Puede resultar chocante, pero para hablar de desigualdad quizá la mejor idea no sea tirarle el tocho de Piketty a la cara a una peluquera.

¿Hay margen para que Podemos la cague? Hay un margen inmenso: desde que al final sí tengan que pedir pasta a los bancos, pasando por que los de Izquierda Anticapitalista se les amotinen, siguiendo con que Monedero coja un día un megáfono y expropie los Mercadona para socializar la crema nutritiva de aceite de oliva de 1,50 euros y terminando con que lleven becarios gratis a Bruselas. Pero parece que va más bien camino de convertirse en un partido normal (si es que ese era el problema), en el que la gente quiere entrar por curro, como en los partidos normales (si este era el problema). Este hilo lo atestigua -una delicia-. ¿Mejor así entonces? Hay que conseguir que ese artefacto comunicativo cojonudo sea un movimiento político realmente, y eso es más complicado. Pero suerte, que por lo menos divertís.

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… Y Pableron (I)

 «Jugar en los mejores clubes es un bonito reto, pero hay un reto mucho más difícil: jugar contra ellos y ganarles. Yo me dedico a eso»

Matt Le Tissier

Son más o menos las 23.00 horas del martes después de las elecciones europeas y estoy en mi casa comiéndome unas pechuguitas de pavo y viendo la final de Supervivientes y ahora mismo está la Ronalda en plató cantando FATAL y entonces cambio a ETB1 y resulta que está Iosu Juaristi, eurodiputado electo por EH Bildu. Y entonces la presentadora le pregunta por Pablemos y sus buenos resultados, y Juaristi les felicita, y contesta que ve espacio para colaborar con este partido y habla de modelo social y de derecho a decidir. Y entonces te das cuenta de la MAGNITUDHOSTIAPUTA porque Juaristi dice que colaborar con un partido *español* pues que Ok #Ok y esto yo no lo había visto jamás. 15.000 votos en Gipuzkoa Podemos y quedan los del CERA por contar O___O.

Pero es que luego recapitulo y, en un par de días en los que no he estado “especialmente” atenta a los medios no he hecho otra cosa que hablar o escuchar de Pablemos. Mi madre –que es metro y medio de CT, esa clase de señora que todavía hoy cree DE VERDAD que Felipe González se enteró de los GAL por el periódico- me llama y me dice que “porque me enteré ayer por la noche que se había presentado, que si no le voto”. Tengo 47.582 chats de FB abiertos hablando de Pablemos, de lo que ha sacado aquí o allí, intentamos ver qué tienen en común los sitios en los que ha sido más votado, buscamos patrones de algo que no encontramos, frivolizamos, frivolizamos muchísimo. Me sé de memoria las cinco provincias en las que ha tenido más porcentaje de voto (Las Palmas, Asturias, Soria, Madrid y Cádiz, creo) y me doy cuenta de que PABLO IGLESIAS SE HA CONVERTIDO EN MI FARUQ BEN BAREK DE SUSTITUCIÓN, JODER.

Y entonces me acuerdo un poco de la noche electoral, y de cuando Podemos saca cinco diputados y yo empiezo JIJIJAJA cuando veo que conectan con todas las sedes menos con la de Podemos que, imagino, será el piso de Pablo –PORQUE YA ES SOLO “PABLO”-, y pienso que igual los de la 1 (que están haciendo una tertulia lamentable, sobre todo un señor con una chaqueta negra con rayas grises que afortunadamente para él no sé quién es porque si no hubiera llamado a TeleSicario y le habría mandado un par a casa) pues han dicho que nanai, que luego igual la perra nos muerde los cables y qué. Pero entonces ya son las doce y pico y ya sale, ya sale, OE OE, Pablo flanqueado por ERREJÓN –sí, los otros dos no, pero ERREJÓN en mayúsculas- y Monedero y con una chica por ahí con camiseta de la marea verde + flequillo de Bildu pero que ES DE CÁDIZ. Y entonces Pablo empieza a hablar, y nos recuerda que NO HAN GANADO, que ha ganado el PP y que esta putísima mierda va a seguir mañana igual, y vas a tener que seguir yendo al put0 INEM, y habrá más recortes y más desahucios. Usa los términos “trabajadores” y “trabajadores migrantes”. ¿HA DICHO TRABAJADORES? ¡¡¡ALELUYA!!!, y dice de ellos que trabajan en condiciones vergonzosas. Y que se los trata como animales. Y termina diciendo: “Nacimos para ganar y para ir a por todas y vamos a ir a por todas”. Lo cual me recuerda que el Eibar ha subido a Primera <3

Y entonces pienso en IU, que ha triplicado su número de diputados, pero…

Por supuesto, la socialdemocracia pollavieja y sus herederos no entienden lo de usar ese “nacer para ganar” porque el escenario aquí está pactado y tú y yo nos repartimos un 60-70 del electorado y luego a putas. O ellos o nosotros, y todo lo demás deja de ser “práctico”. Vamos a pensar en IU y su estrategia de techo en el 15% + catenaccio y voy a ver si llego ahí y aguanto lo máximo posible así, pero luego el melenas le coge a Mari Carmen la de la caja 2 del Hipercor de dos calles más allá de tu casa, que no aguanta a su encargado, que sabe que hay una sentencia contra su empresa que no se está ejecutando en su caso y que no puede protestar porque si no se va a la calle, y no es que si se va a la calle ya no se pueden ir de vacaciones, sino que directamente la familia no come, porque no va al paro (no es un escenario apocalíptico, es real y yo diría que cotidiano, pero bueno, será culpa de ella, que es que a la gente se le ocurre tener hijos –en serio, estos discursos existen entre gente universitaria-) y es la única en su casa que trabaja. En fin, que está hasta los cojones de todo.

Bueno, pues la coge Pablo y le dice: “Vamos a ver, cagondios, Mari Carmen, ¿tú qué quieres, el 15%, o GANAR?” Y Mari Carmen, que es de nosotros, de los LOOOOSERS, pues dice que qué hostias, que la puntita no, que ya si nos ponemos que vamos hasta el final. No venimos a hacer lo que podamos: venimos a poder. Y tanto es así que lo llevamos en el nombre. No, a mí tampoco me vale que me hagas fija en el curro, yo lo que quiero es no currar. Jagoba Arrasate diciendo: “Vamos a ver si sacamos un punto en el Bernabéu” NO, HOMBRE NO, porque entonces te meten cuatro. Pues si tu posicionamiento político es un poco “a ver qué hueco me abro dentro de lo que consideramos posibilista” eso no va a ninguna parte: yo lo que quiero es follarme el escenario porque no me sirve, no abrirme un huequito en lo que me dejan otros. Esta noche manda tu coño, Mari Carmen, le dice Pablemos. Y a Mari Carmen le hablan de España como colonia de Alemania y dice: Pero vamos a ver, ¿entonces el  hijoputa del encargado se va a llamar Hans en vez de Manolo? Y eso se le queda en la cabeza a Mari Carmen: “ColoniadeAlemaniaColoniadeAlemaniaColoniadeAlemania”. En lo sustancial no cambia mi situación. Y ESA IDEA ES TODO EL PÉIPER QUE NECESITA MARI CARMEN. O sea, si tú tienes a Pablemos en La Sexta Noche diciéndole a Marhuenda –CUÁNDO COÑO DIRIGE MARHUENDA LA RAZÓN, CUÁNDO…- lo que a ti te gustaría decir a tu jefe PERO NO PUEDES, pues le votas. Yo creo que es bastante sencillo de entender. Queridos amigos que os dedicáis a la política de alta o baja intensidad, ¿que no queríais que pasara esto? Coño, pues no favorezcáis un escenario en el que a la gente no le quede más remedio que trabajar aunque tendría que estar de baja. Que llega un momento en el que “no te quejes que por lo menos tienes trabajo”, deja de funcionar. Y ahí es exactamente donde entran los tuerkos.

¿Pero qué van a hacer?

Y el caso es que Podemos es una cosa bastante experimental, un Zurich meets Vallekas (donde Pablo hizo el Master of Arts ese QUE NOS MANIPULA –Pablemos es un hombre que es Hitler y Goebbels a la vez, y eso que todavía no ha pillado el acta de eurodiputado- y la tele local en la que empezó a hacer sus tertulias). ¿Es que si no experimentas ahora cuándo mierdas vas a experimentar? Me encanta la idea de pensar en Podemos como una especie de proyecto fin de carrera que se ha ido de las manos. Me falta muchísima información sobre cómo funcionan los círculos de Podemos, no tengo ni idea de qué planes tienen para las autonómicas y para las municipales no digamos ya en las generales, no sé cómo van a usar el activo Pablo de ahora en más… Lo mismo les sale un cisma criticando autoritarismo y falta de democracia interna o que lo que era un proceso horizontal ha dejado de serlo (esto es un #classic en las alternativas al bipartidismo), o lo mismo no. Lo mejor de todo es que creo que ellos tampoco tienen ni puta idea y lo TODAVÍA MÁS MEJOR es que creo que les importa una mierda no tenerla. Aunque no les he votado -y a día de hoy creo que no lo haría-, sí que creo que esto entronca bien con el modo de ser de una serie de gente –entre los que me incluyo-, que somos más de procesos que de metas o que estamos dispuestos a llegar a metas concretas pero SOLO si nos satisface el proceso, o sea, que todo esto de que “si exige un esfuerzo horroroso y sufrimiento absoluto, que si duele es cuando te salen los abdominales” no nos va. Hay quien lo llama pereza. Yo lo llamo tratar de ser feliz. No fui educada en la ética protestante del trabajo en la que solo si me salen lagrimones puedo sentirme orgullosa del resultado. GRACIAS AMA.

Esto sobre las dinámicas, que no sé si son inconcretas o desconocidas. Pero sí sé perfectamente cuál es el programa de Podemos, joder, que aquí más de uno y más de dos hemos echado nuestros ratos leyendo Rebelión y llevan la tiiiiiiiiiira de años escribiendo allí y no creo que oculten nada. Las bios y obras de la troika Errejón-Iglesias-Monedero (parecen tres narcos de Sin Tetas no hay Paraíso) están disponibles por toneladas en la web. Es un programa muy parecido al de IU –sí, Pablemos ha logrado lo increíble: que la gente se lea el programa de IU. De hecho, el programa de Podemos fue lo más leído el lunes en la web de El Mundo. El día después de las elecciones. Ok #Ok. -y bebe de los procesos latinoamericanos, así que sí, es MUYMUYMUY PERO QUE MUY RADICAL. Y entonces es cuando yo, no sé si por esto de que soy nacida y residente en ETAlandia y mi proceso de socialización tineiyer bebía un poco de eso y todas estas historias de Chiapas y Ecuador y Bolivia no me son desconocidas, que son cosas de las que voy y vengo, pregunto: BUENO, ¿Y QUÉ? “Es que nos vamos a estar peleando por pan y arroz”. Vale, pero es que estamos viviendo en un momento en el que hay gente que no es que se pelee por pan y arroz, es que no tiene acceso a ellos a no ser por caridad o redes familiares. No habléis de “lo que podría pasar”, please. Hablad de lo que de hecho pasa, de “causas”, please. NECESITO CAUSAS.

Errejón te lo pinta

El otro día estuvo ERREJÓN –que nos encanta, porque es un poco así, como dice Saryn, un redactor de B&B, que te lo imaginas ahí hablando de tendencias y que tiene pinta de usar Clean&Clear para los puntos negros porque cree que funciona- en el programa de ANA ROSA, SÍ, EN ANA ROSA –marujas, sacrilegioooooo- y explicó todo el rollo y hay un momento muy cuqui en el que ARRR le pregunta: pero vamos a ver, de los modelos que conocemos, ¿cuál es el de Podemos? Y la tía se MORÍA –trazas de Alfonsorrojismo consecuencia de haber estado casada con él- por que dijera Venezuela, y le ves a ERREJÓN hablando de Finlandia y de Ecuador. A ver, si yo lo que quiero es que se abolan el trabajo y los coches, PUES QUÉ POLLAS ME ESTÁS CONTANDO DE PROGRAMAS RADICALES.

Encima ERREJÓN, director de campaña, está jugando con lo más peligroso de para un joven: EL TEMA DEL MOLAR. Si no has votado a Podemos, no molas, esto es así, al menos durante estos días, hasta que llegue la primera cagada notable –hay gente ahora mismo 24 horas en su ordenador esperando esa primera cagada notable para hacer RT, pero luego el problema es que Pablemos se mola mucho. ¡No le prestes tanta atención y dejará de molarse!-. No haber votado a Podemos en estas elecciones es un poco como la gente que en 2000 se perdió la final de Gran Hermano 1 que ganó Ismael: es un estigma con el que hay que vivir. ES NO MOLAR. ES HABERTE PERDIDO ALGO IMPORTANTE.

a)      Cajeras+Reponedores+Telecinco: ¿funciona?

Necesito saber unas cuantas cosas para responder a eso: necesito saber si han votado a Podemos señoras mayores, necesito saber cuánto del voto es universitario y cuánto no, necesito saber si el voto de Podemos viene de IU y del PSOE o viene de gente que normalmente no votaba (ya sabéis que la participación política –en partidos, o en el escenario hipotético que plantea aquí Rendueles– de nosotras las chonis para mí no es amor, es una obsesión. Bueno, es los dos, es AMOR en alta y una obsesión). ¿Que esto es voto todo sociata y de IU universitario y cuando salgan Eduardo Madina de secretario general de los unos y Alberto Garzón de coordinador general de los otros todo volverá al sitio original? El culebrón Podemos deja de interesarme automáticamente.

b)      Lola, Lola de Podemos

Lo comentaba el otro día: Pablo quizá no es exactamente uno de los nuestros. Pero en la figura de Pablo –PORQUE YA ES SOLO “PABLO”- sí que vemos un poco el rollito de lo que compra o deja de comprar cada “capital”: quiero decir, Pablo es hijo de universitarios. Pablo menciona en algún artículo la biblioteca de su padre y que de crío cogía libros de allí (esto lo digo porque a la beatada tecnócrata le ENCANTA el número de libros que hay en las casas como indicador de COSAS, y lo digo porque encontrar todavía hoy a alguien cuyos padres ninguno haya ido a la universidad de hecho cursando estudios universitarios es muy infrecuente). Pero Pablo gana 913 euros. Entonces nos encontramos con el TERROR TOTAL de clase media: el descubrimiento de que tener capital cultural y social no lleva en absoluto a tener capital económico. EL MIEDO A COINCIDIR EN LA COLA DEL BANCO DE ALIMENTOS CON ENCOFRADORES ARRUINADOS EN PARO, y a que si desagregamos el factor padres pues bueno, Pablo iría tirando (Madrit es caro) pero psé. Pero por otro lado también nos encontramos con que Pablo –PORQUE YA ES SOLO “PABLO”- se ha podido incorporar al sistema laboral un poco cuando le ha dado la gana: no ha tenido que abandonarlo porque necesitara ganar dinero, se ha podido ir al extranjero a estudiar… Claro, esto toca una cantidad de voto terrible de jipis gaditanos en Berlín (aunque no han tenido fácil votar por lo visto) y de gente de lo que se denomina ‘expectativas frustradas’. Otra historia es cuando hablamos de otras dos cosas que en términos políticos me interesan mucho más que quítame allá esta especialidad “de lo mío”: cuando hablamos de verdaderas privaciones (que no haya comida para todos los miembros de una familia, p.ej.) por un lado, y de personas sin lo que la beatada tecnócrata denomina el “capital cultural adecuado”. Aquí es donde pongo yo el foco. Los otros pueden pasarlas putas pero suelen caer de pie, estos no. PERO YO SOY BUENA y entiendo a las personas en todas sus dimensiones (desde mear hasta la autorrealización), entiendo que todas deben tener las condiciones para llegar a esa autorrealización y entiendo que la solución no pasa por una guerra entre pobres –te quedas sin beca para que alguien coma- sino por llamar más arriba. Entonces es cuando nuestro ERREJÓN, QUE OJALÁ QUE LO NOMBREN CHICO DIVINITY EL MES QUE VIENE, utiliza con gran maestría el ELLOS VS. NOSOTROS.

Los cinco eurodiputados de Podemos son todos universitarios, con lo cual el debate de la formación “adecuada” estaría parcialmente superado. Tres de ellos son politólogos incluso. Pero a mí la que me interesa es la número cuatro: Lola, Lola de Podemos. Yo lo que no quiero es que Lola, Lola de Podemos sea una metáfora del joven universitario que NO TIENE MÁS REMEDIO QUE poner gintonics, como si poner gintonics fuera una deshonra. A mí me encanta Lola con su perfil en Infojobs, Lola haciendo cursos de formación permanente de la UNED para no desactualizarse, Lola aguantando gilipollas aquí y allá, en España y en el extranjero; Lola currando ahora que estoy escribiendo esto en un par de bodas; Lola metiéndose en Podemos DE NETWORKING y actualizando su LinkedIn esperando una llamada. La idea de Lola como autónoma en paro. Pero si Lola, y el resto de gente con estos periplos vitales raros, no logra interiorizar que la solución no pasa exclusivamente por que ella y la gente como ella empiece a trabajar “de lo suyo”, sino que a lo mejor hay que aliarse –y no tratar de escapar como sea- con los que sirven gintonics, entonces Lola será un @benjaserra cualquiera y ya no molas, Lola. Y aparte, si lo que tratas de estructurar es un discurso “nosotros” vs. “ellos”, hablar del gintonic-ismo como cosas que no te ha quedado más remedio que hacer supone crear un “nosotros” y un “ellos” dentro del primer “nosotros”. Y ojo, que no es una situación vital molona: ambas son tu profesión, y a la vez ninguna lo es. Eres una extraña en ambos sitios y a menudo hay que escuchar muchas cosas cuando no tienes el privilegio de poder especializarte en algo y has nacido en la época equivocada. Pero es inevitable sentir simpatía por Lola: si las cosas no van bien Pablo podrá volverse a dar clase. Lola, no.

c)       El nosotros y el ellos

¿NOSOTROS Y ELLOS? ¡¡PERO QUÉ ESTÁ DICIENDO SEÑORITA!!

Tenemos la tele española llena ahora mismo de series que establecen antagonismos económicos max mix con antagonismos de clase y profesionales. Galerías Velvet o B&B van de eso. En Podemos lo saben, y ese recurso a un nosotros-ellos es de lo más magistralmente usado por Podemos, que no puedo criticar porque yo llevo haciendo lo mismo en este blog desde tiempos inmemoriales: aquí, aquí, aquí… Y por otro lado, la tecnocracia mingafría, LOS REFOR, ¿qué pasa, que no escriben artículos de “nosotros y ellos”? ¿Cuñaricano, seguro que tú no escribes sobre ganadores y perdedores? ¿Y eso no es establecer un nosotros-ellos o lo tuyo ya es una COSILLA TÉCNICA Y TAL? “Pablo Iglesias sale mucho en la tele”. Vale, pero hasta nuestros columnistas de derechas reconocen que hay escenario para eso, escenario de “gente que no tiene nada que perder”. Y cuando alguien que escribe en ABC reconoce eso, Pablemos ya ha ganado. Y emerge también algo muy divertido cuando Alfonso Rojo en su web SOLO HABLA DE PABLEMOS (ver aquí lo más leído esta semana en Periodista Digital. Alfonso, decídete, ¿son cuatro gatos irrelevantes o son gente peligrosa?). Y tienes claro cuando Felipe González entra como elefante en cacharrería al tema de “la casta” con una puta mesa de Ikea delante y un CARTELACO de La Caixa detrás, que Pablemos lo peta. Y luego va Pablemos en rueda de prensa y SE DESCOJONA cuando le preguntan por Felipe González, al que reconoce como “el consejero delegado de Gas Natural”, y es FANTÁSTICO, porque todos lo reconocemos como “expresidente del Gobierno” pero eso era ANTES, y ahora es un consejero delegado. Y menciona una cosa de “puertas giratorias” y a lo mejor tienes a tu madre sentada a tu lado en el sofá viéndolo contigo y te pregunta qué es eso y tú se lo explicas, y eso también es hacer política, y no solo ir a los cursosdeveranodelauniversidaddenosequé y recogeravalesparanoséquién.

Pablemos no construye un “nosotros” y un “ellos”: los ellos los construyen Vanitatis, El Confidencial Digital y la judicatura de este país con sus decisiones y con sus quítame allá esas despedidas de soltero (parece que le hubieran diseñado la actualidad a Pablemos de cara esta semana, eh cabrones). Los “ellos”, torpísimos reaccionando como González, se autoconstituyen como más “ellos” si cabe. El “ellos” no lo crea Pablo Iglesias. Los ellos se ellizan. Los ellos llevan diciéndonos que son especiales desde 1978, pero es un lenguaje que nosotros no podemos usar: solo ellos. Y no, respecto a las sentencias judiciales no hay «sensación de» impunidad: HAY impunidad. Tras muchos años hablando de CONSENSO, POR FIN, alguien saca el conflicto a la palestra. La política es conflicto, cojones. Y estoy HARRRTA de que eso se tape.

En fin, mañana, o pasado, o al otro, o cuando lo acabe, más… Con la renta básica y las dependientas de los probadores de Pimkie como estrellas invitadas.

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Los años en los que el PSOE legisló contra nosotros (y II)

1) ZP: El aterrizaje de dopamina positiva

a) «Veeenga, que no pasa nada, no exageres»

El lacerante pensamiento positivo aterrizó en el PSOE en 2000, cuando la funcionaria y jefa que gana elecciones a la búlgara (mentalidad masa apenas) de lo que sería la futura subcontrata magenta Rosa Díez, el cristofriki socialcristiano Bono, Matilde Fernández y Zapatero, natural de la provincia en la que le hicieron un remake de los Santos Inocentes a la supertacañona del PP provincial el otro día; se disputaban la Secretaría General. Entonces, en el discursito que daba cada candidato para intentar convencer a los votantes, soltó aquel NO ESTAMOS TAN MAL, y nos lo recordó diez años después, diciendo, con dos cojones y un palo, ESTAMOS MUCHO MEJOR.

A partir de aquí el PSOE inició encantado de la vida un descenso al infierno de las coachinadas, que ya desmenuzamos un poco aquí, pero que sigue con otras cosas, como Carme Chacón hablándonos del “optimismo contagioso” de ZP (la transformación de Zapatero en ZP fue la típica campaña con la que se hicieron pajas un montón de creativos publicitarios a los que esto les parecía super avanzado y muy de U ESE A, pero que en realidad era la punta del iceberg de la venta de humo al por mayor); y la adopción con un inusitado orgullo de la movilidad social como idea de poder contratar a alguien que te limpie la casa y quitarnos de encima el marrón de ir a Rodiezmo todos los años. No sé, mi noción de izquierda es que para que nadie se dedique exclusivamente a limpiar mierda todos limpiemos nuestra mierda, y de limpiar mierda, pues limpiar la de quien necesita que le ayudemos, no la de aquellos que nos pueden pagar por hacerlo abusando de su superioridad y de nuestra necesidad. Si hay “movilidad social ascendente” (que es una idea blairista abyecta pero que ha conseguido, sorprendentemente, pasar como “ciencia” muy bien en nombre del CONSENSO y del PROGRESO) significa que alguien se queda abajo. Y si se echa un ojo a la literatura, pues casi nadie habla de movilidad social descendente. Más que nada porque los que la viven son gente que no tiene mucho tiempo para escribir, supongo o porque igual no es demasiado OPTIMISTA hacerlo, qué se yo, ¿no ves que no he estado en el último congreso de –inserte aquí una sigla pretenciosa en inglés de su gremio favorito que se junta en un país extranjero para presentar powerpoints, hacer coffee breaks e ir de putas?

¿Currela yo? ¡Pero si tengo “””contratada””” a una muchacha que me limpia la casa! Esa era la idea del “eh, que soy clase media” del votante socialista de los primeros dosmiles, favorecida al albur de la inmigración, o sea, gente lo suficientemente desesperada para decirte que le pagaras lo que fuera por quitarte el polvo y limpiar TU mierda, convirtiendo eso en el quid de tu ascenso social. El militante actual de mediana edad del PSOE es un mando intermedio que ya tiene sus quince años de antigüedad en la empresa –eso si no es funcionario- y opina que «los rumanos lo único que quieren es conseguir un trabajo de submileurista, y con su primer sueldo comprarse las zapatillas Nike naranja butano más feas y más caras que encuentren, hacerles una foto para mandarla a su familia y lo siguiente que hacen es ponerse a votar al PP” (esto es #truestory, lo he rescatado de un e-mail). Progresismo sin cortar, asociado a la lectura de esos artículos engolfantes del Guardian que hacen sentirse muy concienciadas a las clases medias británicas que votaron Tercera Vía sin parar y se ríen de Vicky Pollard mientras luego tienen a una en casa para cuidar a un crío que ellos no pueden cuidar (¿y esta familia no está equivocada?) porque echan quince horas diarias en un bufete de abogados, en un trabajo “de los de hacer lo que amas”.

b) Mujeres e inmigrantes: el atrezzo

Otra anécdota bella del nuevo tiempo en el que desapareció del PSOE la gente que hacía trabajos de sudar fue la aparición de ocho ministras en la portada de Vogue. ¡La igualdad era salir vestida de firma en la portada de una revista! Todas las mujeres teníamos que felicitarnos de repente porque hubiera mujeres con poder, tan ocupadas teniendo poder que tenían una filipina en casa. El éxito profesional, la liberación, era esto. ¡Y además de tener un empleo tú generas al menos otro empleo, YUJU! Pero, ¿realmente pasaba algo significativo para las mujeres que no tenían poder? ¿Saldrían en la SuperPop quizá? No, la idea no era esa. Tampoco se abrió un debate más amplio sobre por qué unas mujeres acceden al poder y otras no, o sobre si el mejor favor que podríamos hacernos es darle una vuelta de tuerca a esto de las relaciones de poder, y pensar que quizá lo de que las mujeres accedan a cúpulas no es la hostia, sino que deberíamos no dejar la vida en manos de cúpulas, y permitirles de paso también a los hombres que no midan el éxito con base en eso y no tengan ninguna necesidad de ascender y no midan su autorrealización en a cuánta gente tendrían capacidad de acojonar si quisieran. ¿I’M NOT BOSSY, I’M THE BOSS? ¡¡PERO QUE YO NO QUIERO QUE HAYA BOSS!! Bueno, pues el PSOE no lo entendió así, abriendo el grifo de esa parte del feminismo que ABORREZCO: el feminismo institucionalizado, el feminismo de “vamos a invitar a la directora de Telva al Fórum Europa –tercera vez, entre el post del otro día y este, que os hago publicidad gratis-“. Se hace mejor feminismo en blogs que en Instituto de la Mujer. Y el PSOE está en el Instituto de la Mujer, que es un poco como compartir la idea de que existen “familias equivocadas”, o sea, no llegar al fondo de la cuestión, ni ganas.

El inmigrante también fue un bonito elemento decorativo durante estos años. Pareciera que todos los inmigrantes que llegaron a España lo hicieron para participar en el festival intercultural de Javier, no a currar. Conocen la inmigración de rico, de inversor, conocen al chico peruano que hizo conmigo un master. En general, no conocen a gente que pase necesidad, creen estar concienciados con la multiculturalidad porque un día una amiga mexicana les cocinó unos tacos en su piso, o peor: porque han puesto un pie en Bruselas. O porque van mucho de viaje. ¿Contacto con nativos fuera de recepcionistas de hotel o camareros? Ninguno. No son racistas: ellos conocen a gente de todo el mundo, tienen a 400 amigos en FB de todo el mundo. Siempre que ganen, ellos o sus padres, más de 25.000 euros al año. Y todo así. ¿Las periferias? Si tenían olvidados a los nacidos en ellas, imaginemos a las “nuevas adquisiciones”.

Me dejaré sectores, pero en ambos casos lo que me importa es, volviendo también a lo que escribí el otro día, cómo la identidad “mujer” o la identidad “inmigrante” no van acompañadas de eso a lo que dedican, como diría Rendueles, la mitad de su vida adulta consciente –y en muchos casos, y específicamente en estos dos grupos, bastante más tiempo- : la identidad de trabajadores. No hablemos ya en el caso de las mujeres inmigrantes. Y tengamos a bien reconocer que las trazas de misoginia y la desconsideración por los cuidados (imaginemos que pagamos en blanco a todas las que los ejercen, no habría acumulaciones de capital «suficientes» para que tuviéramos magnates y cosas así, simplificando a saco a Federici) que quedan en el mundillo sindical han ayudado a esto. Esta dicotomía tramposa, de dimensiones mutuamente excluyentes, se ve perfectamente en la campaña que hizo el PSOE en 2004. Veamos el orden de prioridades:

Europa (en unas generales, tanto que se dice que la actual campaña no se está planteando en clave europea y se habla de todo menos de Europa), unos ordenadores en un aula… Todo eso va antes que el contrato de 10 días. ¿Trabajar?

Y las falsas dicotomías insisten en borrar la idea de «trabajador» o al menos intentar que no sea la central, obviando la transversalidad de las situaciones…

Y en la respuesta va la penitencia

Y aquí se corona la cima: el que era tu potencial votante se convierte finalmente en EL OTRO, en eso de lo que hay que huir de ser, en algo ya superado, en algo que no podemos decir que no existe, pero que en todo caso no se ve. En algo que “a mí no me va a pasar”. ¿Curritos? ¿Qué es eso?

c) De la “pelea” a la no-agresividad, y de ahí a los abrazos

¿Pelear? Vale, a mí me parece bien pelear. Pero contra tus enemigos.

Belén Gopegui. Deseo de ser punk.

Suavizar los conflictos, eliminar herramientas de presión, o peor, dejarlas solo en manos de LOS ELEGIDOS (afiliados y amigos) y fingir cierto consenso “porque podríamos estar peor”, solo trajo desgracias a todos esos que, básicamente, trabajamos. No nos autorrealizamos, ni nos jactamos de contribuir a una especie de bien común –aunque a veces sea así-, ni nada. Solo trabajamos. En general trabajamos en beneficio de unos pocos, y nos jode. Pero todavía Rubalcaba tuvo los cojones de elegir en 2011 “Pelea por lo que quieres” como lema electoral. Y así va renqueando el PSOE en los últimos años: unos días digo que “peleo” (dejaron de pelear nada en el 77), otros días le quito el puño al logo no vaya a ser que parezca “muy agresivo” (no hablemos de aquella transición extraña en la que tuvieron una coliflor por logo) o una rémora de un pasado ya superado. Y todo así, todo MUY ESTÉTICO.

2) The Valenciano era y la revuelta en el frenopático

Esta es la última paradoja que debemos tener presente: la psicologización que hoy prevalece en la vida social (el diluvio de manuales psicológicos que, en su conjunto, de Dale Carnegie a John Gray, intentan convencernos de que la vía de la felicidad debe ser procurada dentro de nosotros, nuestros procesos de maduración psíquica y de autodescubrimiento personal; las confesiones públicas como las de Oprah Winfrey; el modo en el que los propios políticos hacen públicas sus preocupaciones de orden privado a fin de justificar sus decisiones políticas) es la máscara (el modo aparente) de exactamente lo contrario: de la desintegración creciente de una efectiva dimensión “psicológica” de una experiencia auténtica de uno mismo

Slavoj Zizek, The Art of the Ridiculous Sublime (2000)

a) Qué seguridad ni qué niño muerto

abrazos

Tras el desmantelamiento del bienestar “que luego te malacostumbras”, el PSOE pasa con, entre otras cosas, los abraaaazos de Elena Valenciano; de ser corresponsable de esa situación a tratar de ser una especie de cuidado paliativo, reiterándose en eso que maneja tan bien: joderte vivo pero decirte que te doy un abraaaaaaaazo para aliviarte. Imaginemos que una madre, en vez de apartar a un crío de un campo pedregoso en el que hay un 80% de posibilidades de que se vaya a caer y a hacer bastante daño, le obliga (no le deja, cuidado, sino que le OBLIGA) a entrar, pero se lleva un frasco de mercromina para curarle después. Bueno, pues el PSOE entiende España un poco de esta manera. Sí, hay ciertos sectores muy muy muy requeteprogresistas que dicen que la gente se malacostumbra y coge cánceres por ahí. Luego toca uno en la familia, resulta que el discurso que manejo (en serio, hay gente que vota al PP porque creen que votar al PP es el principio de tener tanta pasta como creen que tienen los del PP, y que son primos hermanos de esa gente muy muy muy requeteprogresista del PSOE) no me ha permitido hacerme rico como para tratarme donde trataron a Rocío Jurado y tienen que ir a esa sanidad pública de los loooosers a que les curen. Pero eh, que la gente vive dopada de bienestar.

free hugs
Como veo yo los abrazos de Valenciano y Michelle Obama.

El abrazo de Valenciano es el culmen de la psicologización política del PSOE. Sennett habla también de la instalación de todos estos sectores en algún lugar “a la izquierda del centro, donde las palabras ampulosas son más importantes que los hechos”, y añado, siguiendo con lo de arriba, que los gestos –que no los hechos, los hechos llevan demasiado tiempo siendo para mal-, el abraaaazo, también han pasado a tener un papel preponderante tanto en la autopercepción del militante del PSOE como un buen tío que quiere salvar a los descamisados de su ineptitud crónica como en el tratamiento que el militante del PSOE da a esos sectores que tiene que “sacar del infortunio”: el tratamiento de gilipollas integrales. Es el culmen de las entrevistas de buen rollo en Cuatro, el culmen de ZP diciéndonos que su nombre viene de un champú contra la caspa, el culmen del “somos humanos” como vosotros y mi hija reparte flyers en Kapital… El culmen de Tony Blair presentando su autobiografía en la tele pública irlandesa en prime time y mezclando lo de Irak con no sé qué cojones de su hijo el mayor porque «soy un hombre normal». El culmen de Michelle Obama TAMBIÉN abrazando a una niña que le lleva el currículum de su padre que lleva tres años en paro (llegará lejos esta cría, se salta toda la cadena de mando para ir directamente hasta la DECISION MAKER -ni LinkedIn ni hostias-, lo que nadie se pregunta es cómo un padre que tendrá ¿40? años lleva tres en paro en un país modélico en hacer trabajar a la gente bajo coacción tener tasas bajas en esto. No se lo pregunta nadie porque entonces igual Michelle y el marío ya no son tan CAMPECHANOS). El culmen de ventilar todo esto porque resulta que necesitan votos y resulta que esa clasemediaprofesional ya ni es media y está en el paro y resulta que tras años molándose mazo con la profesionalización hay que rescatar alguna esencia obrera. Aha.

Y de este disparate beben los medios de comunicación afines. PRISA YA ES UN PUTO CHISTE DE COACHING, la vanguardia de la izquierda spa,  y de vacaciones cuñadas de «si podemos más lejos que los vecinos, mejor». Prisa ya no es un grupo de comunicación: no sé qué es. El otro día «A vivir que son dos días» se hizo desde un «Congreso del Bienestar» organizado por la propia SER y hace nada en mi ciudad este señor vino a dar una conferencia de ser optimistas y tal, patrocinada también por la emisora más escuchada del espectro radiofónico estatal. Dios nos libre de decir que esta moda de ponerles delante el micro a los dealers de la positividad tenga algo que ver con ocultar el estado real de las cosas o cuestionar el papel del socialismo en ese estado de cosas. Dios nos libre de que esto tenga también algo que ver con la moda de los reportajes proconsenso metidos en la sección de Política. Al final, lo único un poco auténtico que veo en el ínclito grupo de comunicación son las borracheras de Miguel Ángel Aguilar cuando lee su telegrama en Hora 14.

b) Los otros: cuando te conviertes en perpetuador del problema

Las personas de bien que cotizamos a la Seguridad Social y las que no, hemos tenido que ver de todo en esta campaña electoral: Elpidio Silva que te compone un poema si le das 25 ecus (si le das 75 te hace un cuento), el vídeo de #YessyAEuropa de los comeflores de Equo… Personalmente me lo he pasado muy bien cuando en visto en redes sociales que los que han acusado al vídeo de clasista con MUCHA MUCHA MUCHA DUREZA –y tienen razón- no se caracterizan precisamente por no serlo ellos, clasistas digo. Debe de haber una especie de psicologización transferencial por la cual si un partido o persona que te cae muy mal dice algo con lo que estás de acuerdo pero es feo decirlo en público, las trazas de ese ALGO desaparecen de tu persona. Por esta regla de tres, como Cañete es machista y se le ataca por ello con MUCHA MUCHA MUCHA DUREZA desde el PSOE, el afiliadito medio socialdemócrata ya queda liberado de serlo. Con #eldesestao ha pasado un poco lo mismo –como si no supiéramos cuál es el espíritu fundacional de su partido-: llamarle racista me exonera a mí de serlo, o algo así han pensado los triunfitos de los otros partidos, sobre todo de los partidos caracterizados por su poquísimo clasismo, elitismo, misoginia, racismo y homofobia. Apenas.

Y hemos visto, CÓMO NO, al capo de Somosaguas, al niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el funeral a #Pablemos pecando de las mismas cosas que el PSOE. O para decirlo mejor, captando muy bien la idea de que la gente no ve en los políticos a gente como ellos –y por eso tú vas a Telecinco y eso, aunque a mí me parezca un puto coñazo, está bien-, pero si quieres hacer un discurso un poco sólido de PEOPLE LIKE US es mejor, querido amigo Master of Arts en Suiza, que de hecho, lo seas. El problema viene con que YOU ARE NOT.

Y como con todo lo que se pretende ser pero no se es, le delata una chorrada. Veamos…

https://www.youtube.com/watch?v=5d8m8uufHwA

 EN LA LAVADORA HAY QUE SEPARAR LA ROPA BLANCA Y LA DE COLOR

(aunque reconozco que el perrete me gana. Acaricia al perrete como nos acariciaría a nosotros, diciendo “yo cuidaré de ti, joven proletario” (copyright @marmisaryn)

Y aquí es cuando llega nuestra derrota definitiva, inducida por aquellos que se suponía que tenían que “””combatir””” al PSOE: la campaña electoral urdida entre todos a modo de ESPECTÁCULO. Solo miramos: no podemos hacer nada pero mantenemos la ilusión de que

Al PSOE no le preocupa Joseba de Carglass :((
Al PSOE no le preocupa Joseba de Carglass :((

participamos de algo solo por el mero hecho de criticar o decir que nos parece bien. Solo hay un desliz, una meada fuera de tiesto, que introduce un tema “no controlado” o con el que no se contaba en la campaña: el machismo. Uno de esos temas que, según ciertos sectores de la socialdemocracia pollavieja,  no sirven más que para ocultar el debate IMPORTANTE: el de la ECONOMÍA. Como si la economía, y particularmente la española, no hubiera basado su crecimiento en cantidades ingentes de machismo, clasismo y racismo y no en la “ineptitud” de las dependientas de Primark que ganan una mierda, tienen poco valor añadido, y, cómo no, VEN TELECINCO –el canal gracias al cual hemos aprendido más de estructuralismo con Faruq Ben Barek que con Antonio Gramsci- y como diría un socialdemócrata de buenrro y carriles bici, “encima de todo gasta 1,35 euros más IVA en mandar mensajes a Supervivientes para que echen a Rafa Lomana”.

Y a #Pablemos tampoco le preocupa Joseba. #Pablemos haciendo un PSOE.

3) Epílogo: No al pensamiento inmediato

Una civilización cuya existencia radica en relegar la vida humana a una situación de desventaja no merece llamarse así ni seguir existiendo

James Agee en ‘Algodoneros. Tres familias de arrendatarios’ (1936, reeditado en 2014)

Yo, todo esto no voy a decir que lo recuerde a cada minuto, pero lo tengo muy presente casi todos los días. Ni lo he olvidado y, lo más importante, no lo quiero olvidar. Si en algún momento lo olvido, que me lo recuerden por favor. No lo quiero olvidar para adaptarme a nada, ni para adaptarme a ser como ellos ni para tratar de ganar un puesto en no sé dónde que me quite las apreturas al llegar a fin de mes. NO ME DA LA GANA. No me olvido de que no hemos redistribuido una mierda en 25 años y de que se sigue jugando a gravar al pobre. No me olvido del uso de la working class como una especie de categoría de estudio exótica (los estudio, pero no soy como ellos). No me olvido de que os jactáis de no ser como nosotros. No me olvido de que seguís esos discursos meritocráticos de sustitución (vosotros no “ascendéis” socialmente porque además de limpiar, cocinar, cuidar… etc, hayáis tenido tiempo y una simpar inteligencia para aprender otro tipo de profesiones, sino que vía contactos habéis llegado a una situación lo suficientemente desahogada como para poder pagar a otros para que hagan eso EN LUGAR DE vosotros. Vosotros no lo sabéis hacer, o no lo tenéis que hacer todos los días) engendrando una subclase que, para más inri luego queréis que os vote, y que vive una vida a la desesperada “PERO POR LO MENOS TIENE TRABAJO”. No me olvido de que asfaltásteis la calle para dar carta de naturaleza a un estado de cosas que se mide en ver cuánto es capaz de llegar a trabajar uno bajo coacción, y en fomentar un debate acerca de cuánto de menesteroso tiene que ser alguien para acceder a una casa -en vez de plantearse por qué demonios hay siquiera listas, y por qué estas son tan numerosas-. Son cosas que el PP ha heredado y ha normalizado y nos recuerdan a diario quién manda aquí. No me olvido de que abrazáis una idea de “ganarse la vida”, al igual que el otro partido mayoritario, que, como diría @kalevorroka, es prácticamente el pago de un impuesto revolucionario por existir. Ni me olvido ni me quiero olvidar y sé que no me voy a olvidar.

Como currelas y como hijos de currelas, NOS DEBEMOS el deshacernos de ellos. Dejar aparcado el “podría ser peor” y el “que viene la derecha”. Dejar de vivir con la teoría del mal menor, y asaltar de una vez los cielos, en vez de resignarnos al descenso a los infiernos en la parte que quema un poquito menos.

Antes cabreados que manejables. Así que Elena, yo lo siento, pero, mi research assistant te lo explica…

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Los años en que el PSOE legisló contra nosotros (I)

1) Lessons learnt: la reconversión industrial

La clase obrera es tanto una categoría analítica como política. Como categoría analítica ha permeado la investigación sociológica, constituyéndose en una de sus referencias obligadas en los años sesenta. Más tarde sufrirá una lenta e imperceptible, pero firme, transición, para reaparecer como mercado de trabajo en los años ochenta. Este cambio en la denominación traducía otro cambio más profundo. La clase obrera hacía referencia a un sujeto social, identificable políticamente. El mercado de trabajo es un agregado de individuos que forma un conjunto ordenado analíticamente, pero irrelevante desde el punto de vista político. La sociología, con este cambio de denominación, dejaba constancia de esta transición.

Andrés Bilbao. Obreros y ciudadanos (1993). La negrita es mía.

Una de las situaciones de mayor bochorno por las que he pasado estos últimos años se produjo en un despacho de universidad: un profesor me preguntó que qué iba a hacer en verano. Yo le contesté que COMO TODOS LOS AÑOS desde hacía tres, me iba a ir a Irlanda a trabajar de temporada en un coffee shop. Me miró con sospecha, como diciendo, “¿pero tú estás segura de que no puedes hacer ALGO MEJOR?”. Luego yo empecé a explicarle cuánto tiempo estaba, que hacía muchas horas extra pero que también tenía bastantes propinas (entonces ya la cara se tornó en un POBRECITA CHICA), que me pagaban puntualmente (JO, QUÉ MAJOS, EH, QUE TE PAGAN POR TRABAJAR -cuidado porque esto puede desaparecer en cualquier momento y que en dos o tres años nos digan que esto de cobrar son VIEJOS DÍAS DE VINO Y ROSAS EN LOS QUE SE NOS FUE LA MANO-), y que tenía un poderoso incentivo –de hecho el incentivo más poderoso que puede tener una persona que más o menos piense, cuando se levanta de la cama, que ese día va a volver a su casa sana y salva- para trabajar así a pesar de los dolores de espalda y de que fregábamos a mano (el lavavajillas era un privilegio solo al alcance de las camareras del restaurante, nosotros éramos la segunda división, a pesar de que hacíamos desayunos, comidas y cenas): COMER.

Aquí fue cuando empezó un auténtico diario del horror, cuando el mencionado profesor empezó a narrarme lo que CON TODA SEGURIDAD me iba a pasar: “no sé, yo veo a estas mujeres que se han dedicado a limpiar toda su vida y cuando tienen 40 años ya parece que tienen 50” (nada misógino esto) e incluso llegó a levantarse y a hacerme ver con un gesto que me iba a quedar como el jorobado de Notre Dame si seguía toda la vida así. El caso es que yo me fui a mi piso patera un poco revuelta, pero sin saber exactamente qué quería este señor diciéndome todo aquello: ¿tenía una preocupación sincera por mi espalda? ¿Quería que yo dejara de trabajar? ¿Quería que me sintiera mal por el modo en que pago MIS COSAS, cuando entre esas MIS COSAS estaba SU NÓMINA? Pues a día de hoy no lo sé. Sobre todo me planteaba una cosa: ¿de verdad este hombre cree que yo estoy en DEMASIADA disposición de elegir?

Pero de lo que sí me acuerdo es de que este señor se encuadra en esa parte del profesorado que se denomina “progresista”. Y entonces de repente me acordé de mi padre y me acordé de cuál venía siendo relación con su trabajo desde más o menos 1993. Y me acordé de este documental, especialmente de su parte final, y  de Ramón Jáuregui (no lo olvidemos, este señor va en el 2 de las listas a las europeas de su partido) en el minuto 45.20.

Y me di cuenta de que había una relación muy fuerte entre esa gente que vio bien el modo en que se hizo morir a la industria y a los sectores llamémosles “sucios” y el que insulta de modo más o menos velado a la gente de la parte de la parte menos glamourosa del sector servicios. Un pensamiento latente de que había ciertas personas con, por lo visto, un gen erróneo que las predispone a hacer coladas de acero y cappucinos, que no deberían bajo ningún concepto sentirse cómodas con esa situación. Pero, como se plantea Owen Jones, imaginemos que nos levantamos por la mañana y tenemos que elegir si desenvolvernos en un mundo sin camareros, o en un mundo sin creativos publicitarios. ¿Qué elegiríamos?

Por cierto, después de todo lo pasado allí y en muchos otros sitios, el día en que escribo esto me he tenido que encontrar con este otro bochorno:

soria

Después de utilizar el verbo morir, y no otro, no desaparecer, no evolucionar… Te encuentras esto. Ahá.

¿Tiene esto una implicación política? ABSOLUTAMENTE. Porque esta gente que nos dice esto, que las cosas “tienen que morir” como comenta Ramón Jáuregui en el vídeo de arriba, como estos profesores que te dicen que “te busques otro curro”, que ve MAL que trabajes porque no quieres estar dependiendo de que te resuelvan una beca en mayo Y NECESITAS LA PASTA AHORA, ha copado el antiguamente conocido como partido mayoritario de los trabajadores: el Partido Socialista, el cual desde los 80 hasta ahora vía reformas mierder del estatuto de los trabajadores, vía carta blanca a la temporalidad ¡que esto es muy anglosajón y moderno!, nos dice exactamente cómo tenemos que morir. Como si no fuera diferente morir lapidado o morir mientras duermes. Es muy gracioso porque como ya he comentado alguna vez, cuando buscas trabajo se considera SUPERFAIL no tener un objetivo concreto y una CAREER a la que quieras llegar. Bueno, pues para el PSOE en los 80-90, vemos que las empresas, simplemente, tenían que perecer, y de lo que pase con quienes las integran o de construir alternativas para que esa gente no ande transitando por caminos de vía estrechísima con miedo a cagarla con nada, NOS LAVAMOS LAS MANITAS. No es cosa nuestra -aunque gobernemos-, tienes que morir y no vamos a hacer nada para mitigar lo que pase después.  Ese fue el mensaje que nos quedó claro a unos cuantos. Ahora han movido el eje a la universidad, y si “tienes que morir” para pagar “la salida buena” que es la uni –años después alguien de quien temo que aparezca en cualquier momento en Sálvame Deluxe demostró que no era así-, pues es lo que hay. There Is No Alternative. ¿Materializar alternativas, transiciones suaves o razonables en las que no vivas con los huevos de corbata? El PSOE no solo no evitó, sino que celebró e incentivó ese paso de obreros (con identidad) a ciudadanos (irrelevantes, meras piezas de un mercado). Y de ahí la factura electoral. Pero vayamos poco a poco…

2) Del mono al management: curso práctico de mamporreo a tu electorado potencial

a) En el empleo

De entre lo que nos obnubila de la chavalada sociata con ideas nada sectarias o guerracivilistas o de la España eterna esa de la que se enorgullecen de haberse librado, destacan cosas como afirmar que el problema está en “nacer en la familia equivocada”. Algo como esto:humans of new york

Venga, vale. Pero claro, si todo se responde así, a mí lo que me parece es que no se va al fondo de la cuestión (bueno, me parece eso y que tienes que tener una borrachera escandalosa para pensar en esos términos). ¿Qué es lo que convierte exactamente a una familia en “equivocada”? ¿Por qué hay familias, no sé, integradas por una pareja y dos hijos que son “las equivocadas” y otras que no lo son? ¿Por qué está equivocada “la familia” y no quizá, no sé, pienso, los empleadores que toleran que los recursos de esa familia sean los que son, quizá 600 euros al mes por 40 horas semanales? ¿POR QUÉ MIERDA ES LA FAMILIA LA EQUIVOCADA Y NO LO QUE SE TOLERA EN EL ESCENARIO EN EL QUE TIENEN QUE DESENVOLVERSE, que pasa a ser algo en lo que ni se repara, algo de lo que se dimite, algo inmodificable y natural, algo que “estaba aquí antes que tú”? ¿Qué pasa, que la sociedad es UNA PUTA CATEDRAL o cómo? Lo que me da más miedo es no saber si la razón por la que estas preguntas no se plantean –por supuesto, de intentar responderlas ni hablamos, que igual alguna de las respuestas no es muy cómoda- es la ignorancia o el puro desprecio, porque no va contigo, porque nunca te vas a ver así. Porque yo “he estudiao” (ay). Porque yo he tomado buenas decisiones desde mi chalet de Altea. Porque hay gente genéticamente menos dotada (cuidadito con esta tendencia porque hablamos de ellos medio en serio medio en broma pero van pegando fuerte y hacen un max mix con la meritocracia MUY peligroso). Porque no te vas a levantar negro por la mañana y lo sabes. Que se lo pregunten a Rubén Cortada y a Quim Gutiérrez (nuevo becario del cine europeo, yo pillo este curro ahora y ya iré subiendo, «el guion es el que era«), que se han visto en la tesitura de tener que tragar con la sexualización de la que tradicionalmente han sido objeto las mujeres y que han aceptado papeles que igual no les motivaban mucho (otra vez, una noción un poco raruna de la libertad, que se confunde con “no quedarte más remedio que”). El hecho de que no seas un grupo marginado hoy no significa que no vayas a serlo mañana, por muy inesperado que parezca el giro, como les ha pasado a estos dos, que pensaban que no iban a levantarse tías por la mañana. Que se lo pregunten a los médicos de Madrid, que nunca pensaron que serían “targeteados”.

Y cuando te pasan cosas de tía sin ser una tía y cuando te pasan cosas de currela sin ser un currela (¿Trabajador yo? ¡Pero si tengo una segunda residencia en Torrevieja!), a lo mejor es porque no quieres, o no te da, para llegar al fondo de la cuestión. Se nos llena la boca hablando de consecuencias, lo que yo echo de menos cuando pongo la radio o veo la tele es que alguien me hable de causas. Hay mucha historia humana, hay mucho dato, mucho resultado. Pero nadie me habla de causas. Nadie me habla de que estos sectores de la izquierda han abrazado a los genios visionarios que crean chorrocientosmil empleos pésimos pero que “oye, encima que algo hacen pues no nos vamos a quejar” (¿mentalidad más perdedora que esto existe?), y no solo que los han aceptado, sino que son coleguitas, se llevan hasta bien. Y por supuesto, el socialista profesional clasemediaurbana se siente de PUTA MADRE porque es SOLIDARIO y CREA EMPLEO así. Empleo en el que no tiene ninguna intención de trabajar porque se meterá en el bufete de su cuñado y cosas por el estilo. ¿Currículums a puerta fría? ¿TÚ TE CREES QUE YO SOY COMO LOS DE GEORDIE SHORE? Y todo así.

vacante 110

Hay 1 que es de la #gentesúperválida y 109 que son de #familiasequivocadas. ¿ERA ASÍ, NO?

Entonces llegan contestaciones como “bueno, es que hay familias que no llegan a fin de mes”. Venga, vale. Pero, entonces, ¿la culpa la tienen los padres de familia por no haber *elegido* (los nuevos socialistas también tienen un concepto de la libertad un poco rarito) la profesión adecuada que les permita llegar a fin de mes, o quizá la tiene EL QUE PAGA –la típica historia con la que se ha encontrado el ingeniero que ahora cobra 800 euros #gentesúperválida-? Esto por no hablar de cuando el community management deje de ser una «profesión de futuro». Vamos a ver, ¿tu responsabilidad como socialista no incluye que, mientras gobiernas al menos,  la gente llegue a fin de mes o qué mierda pasa aquí? Sacar de las discusiones a los pagadores –aparte de eliminar deliberadamente de las mismas a quien es el verdadero complemento agente, que es algo no muy acorde con la profundidad técnico-intelectual de la que se suele presumir, “no somos sindicalistas alcohólicos”-, permite crear en el imaginario colectivo toda clase de chivos expiatorios, como…. TCHAN TCHAN… la inmigración, y luego pasa que … TCHAN TCHAN Marine Le Pen va primera en las encuestas y nuestros amigos socialistas se preguntan dándose golpes contra la pared y con cara de incredulidad, ¿PERO CÓMO COJONES HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ si en esta región lo hemos petado toda la puta vida? Pues igual, y siguiendo con los complementos agentes, es el socialismo/laborismo europeo el verdadero culpable de su situación electoral (ya que ellos tienen tan claro cuándo uno es responsable de SER una familia equivocada), y no la gente, porque “cómo es posible que no nos voten”. Tú eres el complemento agente de tus políticas, PSOE, no la gente. Tú las haces, y la gente las padece. A lo mejor quienes están fomentando los chivos expiatorios, sin querer –espero-, son los hacedores de las políticas y no “el populacho cabreao”.

b) En la educación -que revierte en el trabajo, claro

Luego viene mi cosa favorita, el mantra educativo: “podemos sacar a los niños de esas familias equivocadas de su situación haciendo que vayan desde que tienen dos días de vida a la guardería” (supongo que si no eres una familia equivocada la idea es que te eduque una institutriz en casa o algo, que fue lo que hicieron con ellos). Esto que parece bello es en realidad muy revelador, porque es donde vemos exactamente a qué ha renunciado el Partido Socialista, vemos milimétricamente qué es lo que al PSOE, a día de hoy, le come los huevos por debajo del culo: el PSOE ha renunciado TCHAN TCHAN…. ¡A los padres de la criatura! ¡EL PSOE HA RENUNCIADO A LOS TRABAJADORES Y A MEJORAR SU SITUACIÓN PERO A LA VEZ SE PREGUNTA POR QUÉ NO LES VOTAN! Sacamos al niño de un barrio marginal y hacemos que vaya al colegio con niños de barrios no marginales para que se junte con #gentesúperválida (hay un experimento sueco precioso –incluye chándal, no es broma- que bueno, igual no salió como se pensaba) y dejamos a los padres cobrando lo mismo –o menos- y metiendo más horas. Les falta decir Insha Allah detrás. Mantra cuasirreligioso. Incuestionable. La vida es así.

El Partido Socialista sabe que hay barrios horribles: sabe que hay Barbate , sabe que hay El Ferrol, sabe que hay la Vega Baja (en garajes como ESTIFYOBS), sabes que se trata de concentrar las cosas para que no se vayan de madre porque si no se ven no existen, pero le suda la polla que haya barrios horribles porque esa gente se lo ha buscado con esas profesiones de mierda que tienen, o siendo parados de larga duración.

El nuevo socialismo feat. un poquito de Tercera Vía un poquito de coaching y un poquito de optimismo tiene un gran problema: que llama a la opresión infortunio. Como veo que hay cierta dificultad para entender la diferencia, vamos a poner un case-study:

Supongamos que un trabajador de una subcontrata muere en un accidente con su camión porque alguien le ha puesto DOH VELAH NEGRAH. Aquí estaríamos hablando de…VLUU L100, M100  / Samsung L100, M100En cambio, si un trabajador de una subcontrata muere porque no se le ha provisto con el camión adecuado para ahorrar cuatro duros (que luego tendrán que pagarse multiplicados por 100 en indemnizaciones) se le llama…

VLUU L100, M100  / Samsung L100, M100

Lo que no dicen es que para que ellos se vayan de coworking, estén en una universidad, estén en una fundación, estén de congreso, estén de viaje, y tengan “tiempo para pensar”, o para sacarse una oposición, o para ejercer su profesión liberal, tiene que haber un puto regimiento que se dedique a hacer trabajos de “no pensar” –qué bien les ha venido a algunos crear hordas y hordas de esa gente mal llamada no responsable de sus actos o sin aspiraciones, es un puto culpable perfecto sobre el que puedes girar el foco de la culpa cuándo y como quieras, porque no tiene mecanismos de defensa- y les ponga los croissants y el zumito de naranja recién exprimido en sus putos desayunos del Fórum Europa. Por cada votante que ganas de entre los que asisten como invitados a esos desayunos, pierdes tres entre los que de hecho te HACEN el desayuno. Porque les hablas –no sé si queriendo o sin querer-, de cosas que no forman parte de ese tiempo entre las ocho de la mañana que se levantan y las doce de la noche que se acuestan. Luego, claro, llegamos a situaciones de ridiculazo extremo como ver a la chavalería que ponen detrás, TODOS JÓVENES Y GUAPOS, en el último evento de networking del PSOE, la Conferencia Política de noviembre, aplaudiendo a Rubalcaba como si fuera Cristiano Ronaldo en el tercer gol de un hat-trick en el Bernabéu, por decir que va a derogar el Concordato. Y una se pregunta, ¿PERO ESTOS CHICOS HAN CURRADO EN ZARA ALGUNA VEZ? ¿Tienen siquiera algún amigo que lo haga?

c) En cómo la #gentesúperválida no tiene ni puta idea de las causas por las que la participación política desaparece, como si no fueran ellos los que la están desmotivando

Ya hablé de esto aquí, pero prefiero enlazar con lo que comentaba más arriba: desplazando el eje de su militancia hacia el white collar (con coche y segunda residencia porque el partido ya no es de unos pringaos que trabajan en fábricas porque ¡no hay fábricas, tenían que morir!), rescatando algún que otro crío del mal y vendiéndonos eso como “una mejora”, el PSOE ha renunciado a los centros de trabajo y a lo que pasa dentro, en especial en la empresa privada, que la conocen de oídas (como los capos del PP, por otra parte). No es casual que esta despreocupación del PSOE por lo que ocurre en los centros de trabajo coincida con un número bajito de trabajadores rasos entre su militancia, y entre sus líderes ni hablamos. Les importa tres cojones, mientras la estadística parezca que pinta bien, la calidad del trabajo es lo de menos (la predecesora de “te hago un contrato de cuatro horas semana y así baja el paro” se murió el año pasado y no era socialista). La entrega de tus habilidades y tu tiempo (recuerda que el tiempo NO es recuperable) a alguien  que cuando quiera puede deshacerse de ti merced (volvemos a los noventa un momentito) a una legislación laboral no vergonzosa, sino vergonzante (porque la vergüenza, que la pasen ellos, no nosotros) no les interesa en absoluto. Rescatamos al crío, si podemos, pero a los padres que les den. No era posible rescatar –cuando se rescata a alguien es porque le ha pasado algo malo, pero nadie parece preguntarse por qué pasan (o se hacen pasar) cosas malas- a los padres sin tirarlos a los leones y posibilitar que sean ellos que se encarguen de sus hijos, claro. El PSOE (no hablemos del papelón que se lleva cascando en los últimos años su sindicato) suda del mundo del trabajo, suda de las condiciones en las que trabaja la gente, suda de la negociación colectiva y suda de todo lo que sea fichar por la mañana (yo también lo haría si pudiera, pero yo tengo genes malos, lo cual equivale a que mis padres son trabajadores, a su vez hijos de trabajadores). Cuando alguien del PSOE os hable de la reforma laboral del PP, recordadle, por mi madre os lo pido (es muy maja mi madre, de verdad, no es como yo), que ellos pavimentaron la calle y el PP solo tuvo que bajarla.

Y esto entronca con la participación política. Con esa miopía de “por qué no nos votan”. El PSOE lleva años felicitándose porque ahora el partido está lleno de universitarios y cosas así. Y ama el mercado y no está lleno de nostálgicos de la URSS alcohólicos. Cómo mola, nadie hace trabajos peligrosos, nadie se mancha, todos curramos en oficinas (hay una clase obrera de los ordenadores, pero QUÉ COÑO le vas a pedir que se dé cuenta a alguien que te habla de “gente sin aspiraciones”) y ya todo coooorrecto. Ya nadie se muere como los mineros de Turquía. Ahora prefieren matarse ellos por sí mismos, pero por alguna razón que desconozco, esto es mejor. Bueno, es mejor porque no les mata una avalancha, sino que se matan ellos “porque quieren”.

Alex Callinicos en “Contra la Tercera Vía” recoge una afirmación de Tony Blair que habla de los laboristas como “el partido de la empresa”, como si las empresas fueran comunidades armónicas y felices en las que todos remamos en la misma dirección y todo eso y acatamos órdenes que no nos gustan nada porque si no, nos echan y entonces no comes y entonces eres una familia equivocada  y ejerces tu creatividad porque ahora ya con Internet te pueden destinar a un punto del globo que no quieras a currar y separarte de tu familia y si dices que no es porque no tienes aspiraciones podemos viajar y comunicarnos con todo el mundo, todo así muy libremente. Nosotros. Nuestro ordenador. Nuestra start-up. La empresa. El partido de la empresa. La libertad. Adiós a la acción colectiva. Adiós a las antorchas. Bye bye chaqueta de pana. Tú eres especial. Dentro de ti hay un freelance, si lo deseas brillará (copyright @victormpozuelo). TÚ ERES TU EMPRESA. Sí, el PSOE ha picado del anzuelo del self-made tontolculo y de considerar estas cosas de presionar para hacer mejoras y dar caña pues “cosas que hace la gente perdedora”, rémoras de un pasado de “mentalidad masa” que tenemos que eliminar. Si te quejas ya has perdido porque los buenos de verdad aguantan. El PSOE ha cambiado una presunta mentalidad masa por la ley de la selva y el darwinismo laboral. GRACIAS. Así, las nuevas adquisiciones socialistas no es raro que sean hijos de médicos, abogados, psicólogos, funcionarios… Que jamás se llamarían a sí mismos trabajadores, porque esas cosas ya están superadas. Lo cual está bien y es sincero, porque a muchos no les conocemos trabajo, pero por algún motivo tienen muy claro cómo tenemos que trabajar los demás.

Prefieren la universidad, prefieren escribir en prensa. Sienten que el sindicalismo les contamina a la par que hablan de trabajadores desprotegidos el día que les viene bien. El que no, pues no. Pues el Concordato. O el aborto (puede que tengas que abortar alguna vez, pero tienes que ir a currar todos los días. Es más, hay quien aborta porque no puede ir a currar todos los días, qué cosas). Se han cargado cuencas mineras, se han cargado zonas fabriles y las sustituyeron por esas “Vizcayas de mileuristas” (cuando ser mileurista era ser pobre, ¡ay qué tiempos!) de las que se habla en el vídeo de la batalla de Euskalduna donde todo es más limpio pero estás laboralmente mucho más solo porque la temporalidad (y el hecho de que el mundo de la empresa “de no mancharse”, y no digamos ya la universidad, esté atravesadito de cabo a rabo por frases de “si no echas sesenta horas esta semana haciendo esto a lo mejor no es lo tuyo o no te gusta lo suficiente”) te impide estar en un comité de empresa o adquirir la suficiente confianza con alguien como para hacer juntos lo que sea –en “lo que sea” no entra ese DISPARATE de ir de afterworks ¡Afterworks!- que pueda mejorar vuestras condiciones. Y esa ideíta siempre latente de que uno es mejor que el de al lado, aunque esté igual de puteado y de que se MERECE cosas. Adoptan –esta parte me da mucho asquito- un falso discurso ecológico (pudisteis recualificar trabajadores para que trabajaran en nuevas industrias limpias y los lanzasteis al paro estructural) y “global” para justificar todos esos cierres y dieron paso a los “servicios” con la bonita idea de que todos somos productores y consumidores a la vez y entonces todos somos MÁS IGUALES. Valiente chorrada. Su modelo es U ESE A, muy poquito paro pero lléname este tarro con orina para la entrevista de trabajo y meter quince horas. Ok #Ok porque no tener curro sería peor (noción rarita de libertad, insisto, que se parece más a la bolsa o la vida, pero claro, yo no hago artículos con doble ciego). Todo en nombre de una presunta autorrealización o de una presunta libertad individual. Un mundo de llaneros solitarios. De ahí nuestra conocida doctrina entrepreneur y todo lo demás, que el PSOE también ha abrazado sin pestañear.

ORRAIT, ya tenemos una militancia limpita y aseada que participa en putas ligas de debate universitario, nos hemos desembarazado de todas esas connotaciones colectivistas TAAAN HORROROSAS y hemos adquirido a unos cuantos de “el hijo del obrero a la universidad”. Ya tenemos un 80% de #gentesuperválida en el partido. Pero seguimos encontrándonos con un problema que no solo no se ha solucionado, sino que no ha parado de agravarse. Entonces lo que cabe plantearse es que si tenemos a un montón de gente mejor formada que nunca en la historia, que conoce

La típica campaña que el Labour aplaude cuando está en la oposición, pero que cuando gobierna no hace NADA para que no se llegue al extremo. Antes al contrario.

La típica campaña que el Labour aplaude cuando está en la oposición, pero que cuando gobierna no hace NADA para que no se llegue al extremo. Antes al contrario.

mejor la legislación, que habla mejor, que tiene más herramientas de conocimiento a su disposición, que es intelectualmente solvente, que sabe idiomas, ¿cómo es posible que las condiciones de trabajo sean cada vez peores? Si conoces mejor el sector al que te dedicas que un simple obrero manual mugriento que se lleva un bocata envuelto en papel de periódico para comer en vez de hacer COFFEE BREAKS, y tienes armas para hablar a un empresario de tú a tú porque controlas vocabulario de MÁNECHMEN, si eres una persona eminentemente adaptada a la demanda y no solo eso, sino adaptable caso de que esta cambiara, ¿cómo es posible que llegues con dificultad a fin de mes? ¿Cómo es posible que un chico que lo peta en la liga de debate universitario sea averso al conflicto? Porque le falta LA REALIDAD. ¿Cómo es posible que exista un miedo repentino a parecer “agresivo” mientras tu tiempo de ocio y tus ingresos se van minando poco a poco? Porque no quieres ser confundido con esos sindicalistas alcohólicos de la generación anterior, y tú eres una persona “cualificada”. ¿Cómo es posible que gente sin el graduado escolar que confundía la b y la v al escribir pudiera vivir de su trabajo y tú no? Pues por lo que decíamos arriba de la individualización. Pero claro, qué vas a esperar de gente que, como sublimadores habituales de la tecnología que son (recordemos aquel espanto de los Socialistas en Red y olvidémoslo rápido para que no se nos caiga la cara de vergüenza), le dirían a un mendigo que eso de pedir por la calle con una palangana es “ineficiente” y que mejor que se monte un Verkami. Y que ni se molestarían en preguntarle qué le ha pasado para que esté pidiendo. Algo habrá hecho.

d) Una idea extraña del significado de “compromiso”

Hay gente del PSOE a la que he llegado a leer que le gustaría que hubiera camareros entre sus afiliados. Esto está muy bien porque reconoce de entrada un par de cosas: que eso tan bonito que dicen cuando alguien se queja de un político de que “oye, pues los políticos no bajan de una nave extraterrestre, son una representación de la sociedad” es mentira: son representativos de UNA PARTE muy concreta –y cada vez más pequeña- de la sociedad que puede pagar una cuota, vivir siempre en el mismo sitio e intentar ir subiendo en su agrupación local, que tiene un horario más o menos determinado que le permite ir a reuniones a las siete u ocho de la tarde, que puede dejar a los niños con alguien si necesita ir a algún mitin el finde… Y sobre todo que puede ELEGIR en un momento dado si se dedica a tiempo completo al partido porque le van a guardar el sitio en su empleo actual –porque lo tiene- si las cosas no van todo lo bien que quisiera. ¿Cuánta gente puede PERMITIRSE eso? Poca. Lo otro que reconoce es que los partidos ya son un objeto de lujo, algo que te tienes que poder permitir en tiempo y dinero. Como repasarte las raíces una vez al mes en la peluquería. Pero claro, es mejor disfrazar la posición ventajosa de una supuesta discapacidad intelectual de los otros: de esos camareros o trabajadores del sector servicios que digo que me preocupan pero a los que recuerdo constantemente que ni soy como ellos ni ellos pueden ser como yo, pero que me gusta estudiarlos (en agregado, que en persona molestan, me gustan los camareros como dato y cuando me traen el zumo de naranja en el Fórum Europa, pero no quiero ser uno de ellos) y mandarles algún mimito en un mitin, a ver si me cae algún voto. Luego que si no te votan que si no sé qué.

Si fueran representativos los partidos, y en concreto el PSOE, un partido obrero y todo eso (¡quitad esa O, si nos recordáis todos los días que os da vergüenza! ¡Si queréis ciudadanos, no obreros!), habría camareros, muchos. Porque en España hay camareros, un montón, camareros a tiempo completo, camareros en verano, gente que entra y sale de la hostelería cuando necesita ingresos de emergencia… Un beso para Julián Muñoz, btw.

Luego que si no tenemos militantes nuevos y que si la pasividad, vamos a ver. O sea, creas con un par de leyes de mierda un mercado de trabajo de mierda basado en la temporalidad en el que la gente tenderá a tener un par de trabajos simultáneos –imagínate si es difícil conseguir un solo trabajo, conseguir dos-, que no sabe si podrá compatibilizarlos, que una semana puede y otra no… No sé, si no saben exactamente cuándo ni dónde, ni en qué, van a trabajar ni cuánto dinero van a ganar, ¿cuándo se supone que van a asistir a las reuniones de la agrupación? ¿Saben siquiera si van a poder pagar una cuota? ¿En qué momento podrán seguir formándose –lo de la mitificación de la formación da para paja- que luego HAY QUE PONER LOS MÁSTERS EN LA PÁGINA WEB? Entonces aquí vuelve a emerger la idea de que hay gente “comprometida con el partido” y gente “vaga”. Resumiendo:

1)      Gente deseable porque tiene la vida arreglada y puede tomarse la política como un jobi. De hecho, la subcontrata emergida de exsocialistas que vieron que el partido iba perdiendo elecciones constantemente y se dieron cuenta de que a lo mejor a ellos no les tocaba ni un cagao reconoce como mérito personal el tener la vida arreglada.  Esto es BEYOND JODIDO porque lleva implícito que hay mucha gente que no tiene la vida arreglada –trasladándoles claro la culpa a ellos, como hacen SIEMPRE- y que algo de culpa tienes tú, Rosa Díez, porque gobernaste alguna vez, ¿no? Ese pensamiento pequeñoburgués de los “incentivos” y nosotros nunca robaremos porque ganamos lo suficiente –como si fuera óbice-, yyyyyyyyyyyy…

2)      Por el otro, gente que mejor que no se acerque aquí porque a lo mejor mete la mano en la caja porque cobra poco en su trabajo, si tiene (y cobra poco por todo lo que decíamos arriba, mucho de lo cual es culpa de cómo ha comandado el Partido Socialista el país). No sé, mi idea es que el que mete la mano en la caja no venía de la menesterosidad, sino que más bien era gente que ya vivía de puta madre pero que quería vivir más de puta madre aún. Tienen un jodido debate falaz ahí sobre el pago a políticos pensando que de hecho la nómina inicial influye en meter la mano o no. Yo qué queréis que os diga: no creo que Bárcenas hubiera dejado de robar si hubiera ganado 100 euros más al mes porque con ese extra ya le llegaba para pagar la luz y el gas, y antes no. Pero sí, hay gente en el PSOE, no poca además, que piensa que el debate de la corrupción hay que moverlo por aquí, por cuánto dinero es “suficiente” para que un cargo público no esté tentado de robar. El «partido de los trabajadores», en cambio, no ha tenido ningún debate últimamente –ni creo que en ningún momento de mis 29 años de vida- sobre cuánto dinero es suficiente para que una persona pueda, de hecho, vivir de su trabajo, y de paso, si quiere, afiliarse al partido, y ya que dicen que no hay camareros y dependientas –la víctima como culpable, esto son maestros en hacerlo- esto debería preocuparles un poquito, si son sinceros. El cargo público es una representación perfecta de la sociedad y bla bla bla. Son como nosotros cuando les viene bien, son mejores que nosotros cuando tratan de inspirar autoridad, no sé. Iros a la mierda un poco.

Pasado o al otro, más. Con la llegada (para quedarse) del infierno del coaching y de los espacios de diálogo diáfanos con butaquitas blancas merced a ZP. Y con el ADVENIMIENTO del Coleta y su perrete.

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Bucle de lectura «racional»

Los científicos de RAND ensayaban uno de sus juegos principales, el “dilema del prisionero”, con las secretarias que trabajaban en RAND, ideando toda clase de situaciones en las que las mujeres podían cooperar o engañarse mutuamente. Sin embargo, en cada uno de los experimentos, las secretarias no se decantaron por la vía egoísta, sino por la cooperación. Esto no disuadió a John Nash de… seguir desarrollando guiones de juego para el gobierno basados en el miedo y el egoísmo… Nash culpó del fracaso de los experimentos a las secretarias, que para él eran sujetos débiles, incapaces de ajustarse a la simple norma fundamental de que sus estrategias debían ser egoístas.

Frank Schirrmacher. Ego. Las Trampas del juego capitalista

Ando enredada con el libro que contiene el párrafo anterior, y que precisamente no está escrito por un rojeras, dentro de un ciclo de lecturas sobre la irracionalidad de lo racional que he iniciado sin querer. Empecé con La McDonaldización de la sociedad (Saryn ya hizo una reseña aquí) y lo primero que se puede decir es que es una pena el modo en el que ya hemos empezado a tomar como sinónimos “sorpresa” y “sobresalto”. ¡Pues claro que la gente quiere un mundo sin sorpresas! Y quiere un mundo sin sorpresas porque cada par de meses ya le viene la factura de la luz, que es bastante “sorpresa” y horada tu bolsillo de manera que no es que “elijas” McDonald’s, es que tienes tan poco dinero que no puedes elegir otra cosa si te das el LUJAZO de comer fuera. Gente con cargo de conciencia por sacar veinte euros de más del cajero: that’s my shit.

mcdonY toda esa asepsia, limpieza y previsibilidad de la que se congratulan entidades como McDonald’s (el otro día estuve en un par de bares de pintxos de la Parte Vieja de los de toda la vida, el Beti Jai y el Bartolo, y se han convertido en McDonald’s de los pintxos en los que los servilleteros están integrados en el mobiliario y todo es muy blanco y diáfano y hay sietemil personas en la barra con un contrato de obra y  yo me puse MUY MUY TRISTE), trae como resultado algo que va más allá de esa  “carne de rata” a la que solemos apelar. Hay un par de consideraciones sobre “La McDonaldización de la sociedad” (el libro está escrito en 1993, pero la edición que he leído es de 1996) que me gustaría traer a colación: la primera, cómo McDonald’s desplaza una cantidad ridículamente alta de trabajo –con el consiguiente ahorro para la compañía- al consumidor final, que aún y todo tiene la percepción de que come mucho por muy poco dinero. Es posible que uno llegue a McDonald’s en coche (gastas gasolina, quizá encontrar aparcamiento), tenga que esperar una cola (las esperas no son racionales), tenga que encontrar un asiento (tarea que antes se encomendaba a los camareros), tenga que recoger luego su bandeja y tirarla en los cubos a tal efecto (ya sé que hay gente que no lo hace pero en principio se busca que sea uno quien lo haga), entre otras cosas. Ritzer lo expone así:

Aunque los seguidores de la McDonaldización pregonen su mayor eficacia, nunca nos dicen para quién es más eficaz un sistema así. La mayoría de las mejoras en eficacia benefician a los que nos imponen sistemas racionalizados. Es necesario que nos preguntemos: eficacia, ¿para quién? En la mayoría de las ocasiones nos encontraremos con que este tipo de sistemas no son eficaces para nosotros. ¿Es eficaz para nosotros pasar los productos que acabamos de adquirir por el escáner del supermercado y luego meterlos en bolsas? ¿Es eficaz para nosotros tenernos que servir la propia gasolina? ¿Es eficaz para nosotros pulsar numerosas combinaciones de números telefónicos antes de hablar, si tenemos suerte, con una voz humana? (La negrita es mía).

Aprovecho esta última mención para saludar a mi amiga Majo, que me estará leyendo, y que una vez quiso hacer una reclamación telefónica y terminó gritándole muy fuerte a la máquina “QUIERO HABLAR CON UNA PERSONA, JODER”. Esta es exactamente la actitud neoludita que defendemos en DeC. Y la defendemos porque pensamos –perdón que use el yo mayestático pero ya sabéis que si no tenemos una autoconsideración alta en el HINTERNEC, o sea, esto de hacerles ver a los demás que no pueden vivir sin nosotros; la bloguerada visionaria estamos perdidos- que la alternativa a no querer vivir rodeado de cyborgs no es necesariamente morir de paludismo. Que parece que hay que andar matizándolo todo cuando ponemos peros, c0jones ya.

La segunda consideración, también relacionada con la eficacia, va un pasito más allá y dice cómo tratan sitios como McDonald’s a sus empleados. Sobre los sistemas laborales señala lo siguiente:

La respuesta es que están muy racionalizados para aquellos que trabajan en, o cerca de, la base del sistema: el trabajador de la cadena de montaje, el cajero en McDonald’s. La racionalización es algo que quienes se encuentran en la cúpula de la organización (propietarios, directivos de más alto rango), tratan de imponer a aquellos que se encuentran en un nivel inferior. Quieren controlar a los subordinados mediante la imposición de sistemas racionalizados. No obstante, aquellos que están en, o cerca de, la base más elevada de estos sistemas juzgan la racionalización de sus actos como algo contraproducente. Quieren que sus propios actos se vean tan libres de las obligaciones racionalizadas –y también de las no racionalizadas- como sea posible. Necesitan tener libertad para poder ser creativos, pero la creatividad no la desean para los subordinados de la organización. Éstos están para seguir ciegamente lo que las normas y las estructuras del sistema racionalizado dicten. Así, el objetivo es imponer eficacia a los subordinados al tiempo que los directivos gocen de la mayor libertad creativa como sea posible. (La negrita es mía).

Ahora corresponde saludar a los asistentes de investigación. HOLI. A Lorena, que se tenía que llevar a casa un cuaderno todos los días y poner su portátil en bloqueo cuando iba a mear para que su compañero de departamento en el hospital no le copiase nada. Pero claro, luego los navajeos son solo propios de los programas de marujas y tal.

La cosa es que la peña se las prometía muy felices pensando que estos sistemas solo eran propios de esos empleos mal llamados “sin cualificación”, pero como somos arrieros, resulta que nos hemos encontrado en el camino y la cosa ya se ha ido extendiendo hacia esos ámbitos a los que como se les presupone un cariz creativo parecía que esto no iba a llegar nunca. Y como ha llegado, ahora hay un montón de artículos en prensa sobre LOS ROBOCS y el acojone ante una posible prescindibilidad que antaño a estos señores les parecía MUY BIEN que les pasara a los mineros, trabajadores de astilleros, etc, porque HABER ESTUDIAO. ¡Ay, si solo fuera cuestión de eso! Efectivamente, Ritzer ya vislumbraba en el año 93 esa cosa que tanto nos engorila en DeC: el mundo de WIIIIIINNERS Y LOOOOOSERS. Y sí señores, lo que constatamos es que para que un señor o señora sean muy creativos/meritorios/dignos de admiración/whatever, y tengan tiempo para escribir en El País, tiene que haber un regimiento de becarios currando +60 horas semanales , asistentes de investigación soldados silenciosos detrás que haga el trabajo sucio PEROTODOELLO haciendo ver que existen pequeñas vías por las que se puede salir si se es lo suficientemente privilegiado bueno y se tienen las cartas de recomendación de la gente correcta. ¿Es o no la misma función que cumple la religión, pero con DIOSES HECHOS CARNE, DIOHMÍO? También nos viene bien recordar qué clase de entidades afirmaban lo de que el trabajo nos haría libres o, aún mejor, que se puede lograr la santidad mediante el trabajo (porque la legalidad terrena es un obstáculo incluso ofensivo, nimio, para lograr la hazaña de la santificación, claro).

Pero volvamos un segundo al modo en el que se desplaza una cantidad infame de trabajo a otras esferas. Pensemos en la cantidad de trabajo que se ha ido desplazando al ciudadano en estos últimos años: tener el ordenador siempre encendido para aprobar borradores de renta, pedir cita en el médico, estar constantemente disponible para la empresa vía mail en el móvil -poder prescindir de ello es patrimonio de las altas esferas de la IT y sus vástagos, no del pobre becario analista, lo cual nos anuncia que el juego ganadores-perdedores a lo mejor no depende tanto del sector en el que se trabaje, sino de qué papel se juegue en ese sector- . No digamos ya en el caso de los parados, que tienen que mantener chorrocientos perfiles en Internet (yo me pregunto muchas veces QUÉ COJONES hacen los empleados de las ETTs que aún mantienen sedes físicas si cada vez que vas allí te dicen que si te interesa una oferta en concreto subas el CV a su web y todo se gestiona desde ahí). Y todo eso, decimos, es más eficiente y rápido que si lo hacemos en persona, y nos deja más tiempo libre para… ¿nuestra familia? ¿Nuestros amigos? En general, no. Nos deja más tiempo para estar todo el puto día sin salir de casa o del trabajo y seguir usando el ordenador para hacer otro tipo de cosas que presuponemos, son ‘ocio’, y que quedan convenientemente registradas para que luego nos salga publicidad en la parte derecha del FB (se me ocurrió buscar la chaqueta que llevaban los jugadores del Bayern de Múnich el otro día contra el Madrid y me lleva saliendo el anuncio no solo en FB, sino en cada jodida página de Internet que abro casi dos semanas). Luego que si vista cansada, colesterol, el culo gordo y su puta madre y cincuenta euros al mes que no tienes porque no trabajas para la mensualidad del gimnasio. La «racionalidad» de las máquinas. Y no la critiques porque si viviéramos un mundo en el que predominara el emotivismo y lo pasional ahora igual estarías ardiendo en un edificio en Odessa. Y de emotividad y pasionalidad habla el siguiente libro.

Qué bonito era cuando todavía el interés aplacaba la pasión en vez de exacerbarla

Ya había mencionado un pasajito de Las pasiones y los intereses. Argumentos políticos en favor del capitalismo previos a su triunfo aquí. La edición que he leído yo es de 1977, pero Capitan Swing (parece que me pagan, pero en realidad hace unas reediciones de cositas que son una joya) ha reeditado este año. Es un libro corto y fácil de leer si no eres un experto en la materia, que no se embarra mucho, va al grano y hace un recorrido histórico que tiene bastante lógica y que todavía hoy –más que en otras épocas- está plenamente vigente.

El autor parte de la idea de que en algún momento (quizá no muy concreto, quizá acumulado a lo largo de un tiempo) debió de producirse un giro que justificara el capitalismo en ciernes, y hace un buen viaje en el que menciona desde Montesquieu, pasando por Weber –sorprendido por cómo algo como el comercio pasó a considerarse algo honorable en algún momento-, Marx –que refuta la idea de Montesquieu acerca de la douceur del comercio, de lo mercantil como sistema aplacador-, cómo no Adam Smith –su idea de la mano invisible que conspira de forma mágica y maravillosa en aras del bien común-, y llegando hasta nuestro muy querido Proudhon (típico autor que forma parte de mi tonteo habitual con el anarquismo que ya conocéis). La idea (COMO TODAS) tiene sentido en la teoría: resumiendo muy mucho, el comercio es una buena forma de aplacar esas pasiones indomables de los hombres que les llevan a la guerra, a matarse y etc (recordemos que la UE se basa prácticamente en esto). Además, sirve para que se deshaga esa horrorosa y anacrónica idea de gloria propia de la aristocracia y supone el derrocamiento de estos señores y el ascenso de la burguesía, nos libra de la superchería de la religión y, en fin, nos proporciona múltiples beneficios con un solo coste que EN TEORÍA tiene sentido pagar porque lo demás queda adocenado: puede incrementar la avaricia.

El viaje que nos propone Hirschman nos sumerge en el mundo de la puesta en práctica y el surgimiento de las consecuencias no buscadas y de las consecuencias buscadas pero finalmente no realizadas. Es muy chulo comprobar al final, ayudados por reflexiones de ese BAJONA de señor que era Keynes y ese otro BAJONÍSIMA de onvre que era Hayek que a lo mejor eso de que una cosa aplaca la otra igual no era tanto así, y que yendo un pasito más allá, ese interés no es solo que exacerbe quizá (SOLO QUIZÁ, JEJE) la avaricia, sino que a través de la avaricia pueden también exacerbarse otras pasiones. Incluso uno puede convertirse en un apasionado de sus “intereses”. La jodida filosofía DWYL (Do What You Love) –SI VAS A LEER UN LINK DE AQUÍ QUE SEA ÉSTE- bebe de esto, y justifica la explotación, los WIIIIIIIIIINERS Y LOOOOOOOOOOOSERS otra vez y la pobreza como especie de profecía autocumplida, entre otras lindezas.

En fin, da entre penilla y risa leer ahora al pobre Keynes decir que “es mejor que un hombre tiranice su cuenta bancaria que a sus conciudadanos”, como si no se pudiese tiranizar a los ciudadanos precisamente MEDIANTE esa cuenta bancaria, y luego a Hayek –pajote LET- señalando que legar riqueza es una manera menos dañina para la sociedad de transmitir beneficios a los propios hijos que la búsqueda activa de posiciones preeminentes para ellos a lo largo. ASÍ, COMO SI UNA COSA QUITARA LA OTRA, TÚ. Pero claro, una vez visto todo el mundo es listo.

Ego. Prisioneros del dilema del prisionero y pajilleros del Big Data

Volvemos arriba del todo. A lo de las secretarias. El recorrido que nos propone Hirscham es apetecible porque mediante la acumulación de todas esas teorías parece que hemos evolucionado hacia un retrato más preciso de cómo es el ser humano. El comercio sirve para librarnos de toda esa moralina con olor a sacristía incentivada por el combo clero+aristocracia y nos proporcionaba un retrato de un ser humano no como «debería de ser», sino como realmente «es». La culminación de eso es, como vemos en Ego. Las trampas del juego capitalista (Ariel), un ser humano unidimensional, egoísta, del que podemos predecirlo todo si presuponemos que actuará en todo momento de un modo egocéntrico. Y nos acercamos a la verdad de la persona superando toda clase de supercherías, religiones, demagogia, ideologías -¡qué bien, dejamos de lado el debate ideológico porque tenemos sacrosantos DATOS que salen de computadoras totalmente NEUTRALES –cuando te digan neutral, objetivo… sospecha-! Entonces ya todo bien. Bueno, no. De hecho este es el punto de partida de Schirrmacher que viene a ilustrarnos, empezando por la anécdota de las secretarias, acerca de que todo no es tan perfecto.

 egoYo llegué a la teoría de juegos ya muy mayor y me acojonó un poco. Un mucho. ¿Por qué iba yo a querer librarme de algo si puedo compartir la “culpa” con alguien, sobre todo si es alguien que aprecio? Supongo que mi tendencia innata sería, como la de la secretarias, a cooperar y repartir “culpas”, incluso sabiendo que en nuestro mundo hay más HIJOPUTAS que ceniceros, incluso corriendo el riesgo, por qué no, de ser traicionada y pagar tooodas las culpas. Cuando en un grupo de ensayo, como se ve arriba, las personas tienden a cooperar (no digamos ya si son débiles mujeres, secretarias para más inri), se las presupone ingenuas, incapaces de seguir unas reglas bien sencillas, genéticamente taradas, inútiles en definitiva. Otra cosa que me gusta mucho es lo significativo de que toda esta historia se plantee como dilema del prisionero, no como “dilema de conseguir más helado”: estamos hablando de algo serio, bitches, así que lo que tenemos que poner en juego es un valor importante, IMPORTANTÍZIMO, el valor SUPREMO sobre el que se asientan los U ESE A –que es el sitio en el que los fisiquillos se metieron en el mundillo de las finanzas y la liaron parda-: la LIBERTAAAAAAAZ. Por supuesto, la idea final consiste en que pienses que vives en un mundo realmente hostil en el que no te puedes fiar ni de tu puta madre, así que es mejor que desconfíes. El resto es perder. Vota al partido que creas que va a ganar, porque si no vas a ser un LOOOSER (otra vez, perdedor, ¿a ojos de quién?). Hazte del Madrí, que todos los años cae algo. Deshazte de cualquier ropaje moral, porque si no vas a vivir muy putapénicamente. Y entonces dices, ¿de qué cojones de libertad me habla usted, señor de Silicon Valley,  si estoy programada binariamente para o bien ser una egoísta de mierda o bien, caso de ser tan “ingenua” como para cooperar, para ser un ser genéticamente tarado? La meta (porque esto se asume acríticamente como ley natural pero tiene una finalidad muy clara) no es otra que que pienses, dado que en el mundo estás solo, que la acción colectiva no sirve para nada: además de perder, es un mecanismo que cercena tu libertad, tu potencial, etecéetecé (lo de que tienen un altavoz mediático y académico acojonante para que vivas realmente con miedo, por supuesto, se lo callan).

Luego vi que eso era más o menos algo ‘científico’, o es así como se acepta en amplias esferas de la cuñademia academia (recuerda, ponerlo en cuestión te aboca a ser poco menos que un magufo o alguien religioso o un fan de la pitonisa Lola). Pero hete aquí que en “Ego” se va un paso más allá. No es solo que esta descripción de un ser humano genuinamente egoísta sea mera descripción, es que es una PRESCRIPCIÓN. Es que POR COJONES, tienes que ser así. En palabras del propio autor.

Sin embargo, el problema es que la teoría no solo describe una actuación, sino que la impone; no es meramente descriptiva, sino también normativa. No se limita a postular egoístas, sino que los produce. La racionalidad que proclama no viene de la nada. Si no hay más remedio, fuerza  (¿libertad?) al otro jugador a ser razonable. La idea de que uno puede estar interesado en renunciar a un posible beneficio -o triunfo-, no es fruto de algún código moral, sino exclusivamente del miedo al castigo. Porque a los rasgos característicos del Número 2 (así se llama a ese nosotros egoísta), el egoísmo y la maximización del beneficio, se suma un tercero: el puro miedo. (Negritas y cosas entre paréntesis, mías).

VLUU L100, M100  / Samsung L100, M100

Extractito del libro «Alma roja, sangre azul» de Alejandro Cao de Benós (sí, el pavo de Corea la mala). ¿Nos suena de algo lo subrayado, lo de «nadie puso en duda» y «será mucho peor»? #consenso

Esto, claro, emparenta con todas esas ideas de que si no trabajas es por tu culpa, y la idea de que solo puede haber un tipo de ser humano también está detrás del “no te quejes que al menos tienes trabajo” (esto es, la actitud de un ser humano ante su trabajo tiene que ser exactamente esa –y pensar en la situación contraria, en la de no tener trabajo ha de generarnos miedo, no otra cosa-. El resto es vicio y quejiquismo y tara genética COMO MÍNIMO). Y además emparenta con ese mundo de dos velocidades: para que una parte de la población llegue al nivel cinco (autorrealización) de la pirámide de Maslow –el individuo con ese gen egoísta correctísimo-, tiene por ende que haber una buena recua situada entre los niveles dos y tres –los que tienden a cooperar, los de los genes malos, vaya-. Un mundo de gente que, libre de ataduras, busca el triunfo y de otra gente que vive con miedo y eludiendo castigos. Y en el medio, nada. Ok #Ok.

Y la prescriptividad termina en que hay muchas cosas que tú quieres, pero TÚ TODAVÍA NO LO SABES y entonces te ponemos una ventanita que te recuerda que tú no lo sabes, pero QUIERES esa chaqueta del Bayern de Múnich.

Entonces una se pregunta que si todos los seres humanos son necesariamente así, ¿para qué deberíamos estudiar más a las personas? ¿Para qué hostias existen la política, la filosofía, las humanidades o la psicología? ¿Qué análisis sesudos deberíamos hacer si los datos nos dan TODO sobre ellas? Si las personas son tan parecidas entre sí, ¿cómo es posible que haya una división tan tajante entre WIIIIIIIIIIIINERS Y LOOOOOOOOOOOOSERS? Pues porque hay unos pocos (bueno, qué coño, igual no tan pocos) seres que son (somos) defectuosos e incapaces de seguir estas reglas prescritas. Schirrmacher recoge la anécdota de Ehrenreich cuando va a un congreso de esos de camellos de la positividad y le dice a uno de los ponentes: “lo que usted propone no funciona”. Y entonces el camello de la positividad le contesta que “no funciona CON USTED”. Si “Sonríe o Muere” ve en el pensamiento positivo una causa de la debacle económica, Schirrmacher (si lo he entendido bien), lo ve más bien como una mezcla entre pretexto y consecuencia: libros como “El Secreto” son una especie de manual de instrucciones que nos ayuda a funcionar de un modo óptimo, y que las personas genéticamente incapaces no alcanzamos a entender. La prueba es que las quejas con respecto a estos libros son mínimas, y por el contrario, el negocio de las drogas discursivas optimistas no hace más que crecer. Por eso los que nos quejamos no tenemos dinero ni prestigio social ni molamos tanto como la barba de Arda Turan ni nada de nada de nada. Somos –venga, este leedlo en voz alta- LOOOOOSERS, y para recordárnoslo, los WIIIINERS, se han montado un max mix que mezcla basura randiana, disciplina militar del estilo «si pones un pero a las decisiones de la empresa estás en la puta calle», coaching y otras mierdas como se nos explica aquí. Ríete tú de las mezclas que hacen en Oriente.

Me flipa muchísimo de las profesiones pretendidamente “con prestigio” (intelectuales, gente que dice que se devana la sesera pensando en vez de limpiar mierda, etc.) la asunción acrítica de un montón de cosas. No solo la asunción acrítica –que los convierte en docilísimos empleados, por cierto, creyéndose muchos en el lado “ganador” cuando son lo más jodidamente servil que hay, y su aventura en el lado ganador una vez que se sientan a pensar realmente cómo funciona el “ganar” suele acabar muy mal (I y II)- del modo lineal y determinista en que una persona es (¿para qué hacer ciencia si YA SABEMOS cómo son las personas y las que no son así es que vienen mal de fábrica, de genes, de culturas inferiores, lo que sea? ¿Cómo mierda se justifica tu trabajo si no hay NADA que descubrir sobre el ser humano, naturalmente egoísta?). Gente que necesita pensar que todo es previsible, vive acojonada y si una tía me dice que no en un bar siempre podré enamorarme del GPS de mi coche. El aspergerismo emocional glamourizado, tal cual. El libro abarca muchíiiiisimos más aspectos que este, es intelectualmente exigente pero está muy bien documentado y vamos, que os lo leáis (aunque dé miedito).

… tras tanto bajon, miss Heti al rescate

Termino  con Cómo debería ser una persona, de Sheila Heti (Alpha Decay).  No, la teoría de juegos no me funciona para explicar esto. Tras poner fin a su matrimonio y andar atascada, muy atascada, escribiendo una obra de teatro, Sheila –la autora no se ha molestado ni en cambiarle el nombre a la protagonista y esto me parece mal porque los autorcitos jóvenes ya llegan a unos niveles de egobloguerismo tipo Llúcia Ramis y otros pretendidos sustitutos de los Nocillos que resultan difíciles de soportar- se plantea que su crisis podría estar relacionada con no tener estructurada la mente como una persona “normal”, y ahí empieza una especie de viaje interno y de experimentación en el que la autora y protagonista se come a sí misma a preguntas, está constantemente pendiente de cómo viven otros en algunos momentos para tratar de “hacerlo bien”, pero a veces no tiene en cuenta la incidencia que tienen sus propios actos en cómo se sienten los demás. Es lo que pasa cuando intentamos hacer este tipo de listas, racionalizar hasta el extremo o ser demasiado rigurosos en las pautas que nos queremos dar para, aparentemente, “mejorar” (mejorar, ¿para quién, joder?): al final somos esas pautas y nada más, dejamos de existir, nos autoolvidamos de nosotros –paradójicamente- y andamos tan absortos en la búsqueda que parece que lo que hiciéramos no tuviera consecuencias entre quienes nos quieren.

Como decía, al principio se me hizo bastante egoblogger –¿puede que la racionalización lleve a la vanidad? Si se está o se tiene esperanzas de estar en el lado de los ganadores, seguro que sí, recordad la importancia que tienen en el mundillo de las #coachinadas la proyección personal y laheti ley de la atracción- pero es un libro al que merece la pena echarle un buen vistazo, especialmente si uno se dedica en algún sentido a la creación, lo que en muchos aspectos conlleva dedicarse a “los demás”, como decía, a proyectar una imagen en cierto modo. Hay un par de perlitas que no me resisto a rescatar, cuando la protagonista, analizando sus actos, llega a la conclusión de que bueno, que a lo mejor eso de tratar de evitar los terribles designios del mundo y hacer ver que su vida es menos fea que la de los demás (me encanta lo de “menos fea” en lugar de “más bonita”, me recuerda mucho a cuando mis amigos están de viaje y se pasan más tiempo en las redes sociales subiendo fotos que cuando están trabajando, para hacer ver que su vida es “menos fea”. Vamos, que para lo bien que se lo pasan están TOOODO el día ahí). Y al final -no destripo nada porque el libro no es una narración lineal al uso-, cuando Sheila acude a ver un partido de squash entre dos de sus amigos, y alguien le pregunta en la grada durante el juego que quién va ganando. Entonces ella contesta que cree que ni siquiera conocen las reglas, pero que se limitan a jugar (emoticono sonriente y V de victoria). En fin, que a lo mejor el tema de cómo debemos ser, o somos, las personas, no tiene (afortunadamente), una respuesta única.

Han convertido algo tan mundano como confiar en alguien en un puro acto de heroicidad. Se preguntaba Iosu Expósito qué era portarse bien. Y terminó contestándose «¡pero si para mí bien es mal!». Pues eso.

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Faruq y Juan Roig: a comparative approach

Hay que ver lo resabiada que estoy que hoy ya pongo el anglicismo innecesario en el título. En fin.

A lo que vamos. El otro día estaba hablando con Saryn y viendo este vídeo y nos hemos dado cuenta de que hay una cosa que no nos gustaría que hicieran con nosotras pero que nosotras sí que hacemos con el pobre Rubén Cortada: tratarlo como un objeto sesuá. Y dijimos que esto hay que pararlo. Entonces me tumbé sobre la cama, muy seria, y pensé, ¿EN QUÉ MEDIDA PUEDO CONTRIBUIR YO A NO COSIFICAR A RUBÉN CORTADA aunque yo soy más del soso del agente Morey? Entonces pensé que lo mejor era relacionar su personaje de narco selfmademan en un entorno hostil con temas que habitualmente se tratan en DeC. Y luego me di cuenta de que hay un señor que ha salido mucho en la prensa estos días y que Faruq y él no son tan diferentes…

Un benefactor, UN HÉROE EN TIEMPOS DIFÍCILES

Cuando tú coges un medio de comunicación, el que sea, hay dos narrativas que se contraponen, quiero decir, que un día te dicen que esto lo arreglamos entre todos, contribuyendo al máximo cada uno, clarostá, y otro día te dicen que no, que lo que necesitamos son GENIOS VISIONARIOS a los que obedecer, porque no tenemos ni puta idea, porque por algo ellos tienen dinero y nosotros no, porque lo llevan en los genes y han llevado una dieta rica en proteínas y nosotros hemos crecido con filetes llenos de nervios del Lidl. Con la iniciativa política pasa un poco lo mismo: estamos cansados de leer cosas acerca de que la gente no se hace cargo de lo suyo porque no le sale del papo y entonces tienen que llegar los políticos (una representación perfecta del cuerpo social, tenemos «los políticos que nos merecemos» y «no bajan de una nave extraterrestre» porque todos sabemos que los políticos vienen de todas las profesiones, hay una dependienta de Primark en las filas de IU y todo AH, NO, CALLA, QUE NO. Porque las dependientas de Primark tienen un gen patológico que les impide hacerse cargo de estos temas y lo de doblar turnos y cobrar una mierda por supuesto nada tiene que ver. Lo llevan en el torrente sanguíneo y llegan a casa después de 10 horas trabajando con ganas de ver Supervivientes en vez de leerse a Piketty y Sáez por VAGAS, hombreya). ¿Qué la gente empieza a hacerse cargo de lo suyo? Entonces pasa que MAL, porque biodanza y además no respetan los procedimientos que nos dimos TODOS (pero TODOS TODOS eh, tú cuando eras un embrión también dijiste SÍ al consenso en el vientre materno con tu cabecita a medio hacer, y no te metas con eso porque igual estaríamos matándonos ahora -inshaallah-). ¿Qué sí que respeta el procedimiento? Pues también MAL por otro motivo, el que sea. Tranquilos que el dinero se acaba pero los motivos por los que todos somos una mierda no se acaban nunca. No importa lo que hagas, importa quién lo haga.

Llegamos a un bonito círculo vicioso que justificaría siempre la existencia de estas mentes preclaras (no te haces cargo de tus cosas y habrá que poner a quien lo haga + déjale en paz porque tú no sabes, con lo cual sigues sin hacerte cargo y así hasta el fin de los tiempos) y no solo eso, sino que sean ellas las que pongan las reglas que quieran sin que se les tosa porque “la alternativa sería necesariamente peor” -para vivir en una sociedad libre, lo deterministas que son nuestros tribunos… deterministas de como necesariamente SÉ que se comportarían los demás-  y no vamos a poner a esa chica de Primark de la que hemos hablado arriba de concejala porque vaya usted a saber, empezando por que es mujer. Las Aramises Fusteres de las políticas públicas ven, vaticinan y decretan que oye, que mejor estar a buenas con este señor, sea traficante, sea empresario… Sea las dos cosas, porque a ver cuándo alguien dice de una puta vez que suelen estar mezcladas. El azar, los posibles vaivenes internacionales, los riesgos… Los GENIOS VISIONARIOS saben lidiar con todo, y si abusan un poquito de su posición y roban un poquito pues qué más da. RECUERDA QUE PODRÍAMOS ESTAR COMO EN UCRANIA. Con ellos siempre existe la opción de privatizar sus méritos y socializar sus cagadas. Todo para ellos antes que para los descamisados, que algo habrán hecho para estar así. Muy de libre albedrío todo. La existencia del genio visionario nos haría replantearnos muchas cosas: si ya hay un sabio que dispone, ¿para qué separar poderes? ¿Para qué descentralizar estados? Hágase su voluntad.

Y por supuesto, cuando EL GENIO VISIONARIO muera (y vaya al cielo de los genios visionarios), habrá una luz que baje del cielo y revista de talento a… SU HIJO, que también tuvo una dieta rica en proteínas en su momento. Qué cosas. No sé cuántos siglos de Iglesia católica para luego montarnos la misma mierda en plan secular. ¿Dar herramientas para que cualquiera pueda convertirse en genio visionario? PA QUÉ. Luego que si el chavismo y los caudillos, pero EH. ¿Teorías de lo mejor para todos? PA QUÉ. Mejor juguemos al supuesto, supersupuesto por cierto, mal menor. Pero esto no tiene nada que ver con chantajear ni nada, todo muy libremente, ojito. Se navega entre el “es que la gente quiere todo hecho” y el “es que la gente no tiene ni puta idea de nada” según cómo tengamos el día. ¿Pero no se suponía que teníamos que ser dueños de nuestra vida y tal? Este argumento es PRESIOOOSO porque justificaría una perfecta privatización política causada por unos ciudadanos vagos que no hacen ná. Ná aparte de buscar trabajo como locos, tener dos trabajos porque el sueldo de uno no es bastante y cuidar de sus niños y ancianos, entiendo. En fin, todos esos servicios poco agradecidos, poco o nada monetizados y que no realizan a nadie.

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No queremos trabajo. Queremos dinero.

No te quejes, que te da trabajo

Faruq Ben Barek y Juan Roig funcionan en distintos sectores, pero su papel es exactamente el mismo: el de administradores de la miseria. Dejemos la industria atrás, que será mejor para todos, hermanos. Abracemos el sector servicios, abracemos la creación de necesidades. Según quién les mire se convierten en benefactores o en villanos. Tanto más escasas las alternativas, tanto mejor para ellos. El punto al que quiero llegar es que, al margen de lo legal o ilegal que sea lo que hagan –que ya sabemos que eso es lo de menos, cuando la legalidad estorba se negocia entre cuatro y yastá-, el tema preocupante es que no solo toleremos, sino que hasta justifiquemos como «lo mejor que nos puede pasar» modelos en los que un solo señor propone y nosotros disponemos, pero disponemos lo que él diga, porque si no no juegas. Pato llama a esto “chantaje de supervivencia”. En fin, que el ONVRE detrás del magnate no cambia tanto se dedique a lo que se dedique: si los consideramos buenos, serán buenos los dos; y si malos, malos los dos. Recuerda: en realidad solo cambia la rama del sector servicios a la que se dedican. Es un poco como cuando se glamouriza la coca y se criminaliza el speed, teniendo las dos, si no me equivoco, el mismo principio activo (los de ciencias que me confirmen esto).

En Deprisa, Deprisa los chavales también se refieren a atracar como «ir a currar». Es lo que tiene jugar a la ley del más fuerte en estas cosas. Unos visionarios. Pero el trabajo dignifica.

Eh, eh, quieta niña. Juan Roig = todo legal. Y encima le compras las cremas

Vale, es verdad. Lo de las cremas también. Vamos, que si alguien compra la crema de ácido glicólico de 6 euros, no es porque tenga una tara genética que le impida comprar una de Shiseido a 80: es porque no tiene dinero. ¿Y por qué no tiene dinero? Pues eso es lo que nos debería de interesar: a ver si nos ponemos menos a analizar los efectos y más a analizar LAS CAUSAS, cojones. Las causas son una carrera loca hacia los mínimos. La misma carrera loca hacia los mínimos que hace que Alemania tolere sueldos de un euro la hora (cosa que el salario mínimo no arreglará porque ya encontrarán otro subterfugio, legalísimo por supuesto, que hará que cobren a 0,50, muy libremente eso sí, y porque quieren, y porque es mejor que el paro. Y SI EL PROCEDIMIENTO ES LEGAL AQUÍ QUE NO TOSA NI DIOS, SEÑORA, QUE PODRÍA SER ESTO SIRIA Y ENTONCES SE IBA USTED A ENTERAR DE LO QUE VALE UN PEINE) porque luego en la estadística me pone que todos trabajan y hale, todos tranquilos (hay que repensar el concepto de trabajo, en serio). Además ese sueldo de un euro la hora les pone en unos aprietos que, si se superan, sirven para REALIZARTE A TI MISMO y todo eso. No entiendo por qué si es tan bueno para las personas, gente con sueldos de +50.000 no se prestan voluntariamente a vivir con 200 euros al mes. ¡QUE ESO DESPIERTA LA MENTE, HOMBRE! Ah, el mundo libre.

Otra cara importante de esto es “la demanda”, que por lo visto se crea en el vacío. No me mola nada cómo se está deslizando el debate sobre la culpa de los salarios bajos al consumidor: “producimos bajo porque la gente no está dispuesta a pagar”. No es que NO ESTÉ DISPUESTA, cuidadito, a pagarlo. Es que no PUEDE pagarlo. Yo estoy MEGAHIPERDISPUESTA a pagar hasta 100 euros si se tercia por una camiseta supersolidariaysocialmenteresponsableytodoeso. La cosa se traduce en que quieren que lo veamos como «si ellos no produjeran bajo tú no tendrías para vestirte» (determinismo again en un supuesto mundo libre). ¿Quiénes quedan fuera del foco de discusión? Eso es: los PAGADORES (si pagan). Los tuyos y los de los chinos. Guerra entre pobres de distintos países. Chachi. Bueno, según el día también hay quien dice que eso les saca a ellos de la pobreza, sobre todo esos días en los que no se les caen techos de las fábricas encima o no mueren edificando mierdas para un mundial. Y ellos quedando como genios visionarios, claro. Pero visto esto, también podemos aprovechar nuestro poder como consumidores para otras cosas, aunque de esto ya hablaremos en otro momento QUE PIERDO EL HILO. Si Juan Roig saca de la pobreza, Faruq Ben Barek también saca de la pobreza. Ojito aquí. O los dos o ninguno.

¿Todo legal? Bueno, creo que hay más de una y más de dos sentencias que no dicen exactamente eso. Luego también hay alguna cosilla que nos indica que bueno, que a lo mejor  no encontró esos huecos de mercado gracias a su simpar talento y esas cosas. Incluso hay algún artículo de mi amigo el Tronista contándonos que el trabajador (por no hablar de la trabajadora), nace ya con una vinculación contractual que casi le convierte en un culpable de no se sabe muy bien qué pero cuyas intenciones se pueden anticipar, y que contra él se pueden usar los mismos métodos mafiosos de delaciones, etc, que se usan en el mundillo del tráfico de sustancias. Y sí, las cosas buenas de Mercadona podéis encontrarlas, con muchísima mayor difusión, en la prensa generalista y no aquí. Y sí, si a igual puesto en Mercadona hay disparidad salarial, cualquiera que tenga una mínima idea de cómo funciona una empresa privada un poco grande sabe cuál es la finalidad de eso. Que es la misma por la que se considera de «mala educación» hablar de sueldos: dividir. Yo no escribo posts de +7.000 palabras para ser ***************neutral*******************.

Ni Nueva York ni pollas. Los próximos cursos de verano del Juan de Mariana los quiero en El Príncipe, un paraíso de la desregulación (en este bonito vídeo -a partir del 19.22- se nos ilustra sobre el día a día de esos sitios en los que la gente no parasitaria curra «de lo que sea» -virtud máxima- y hay mucha career opportunity y emprendimiento sin trabas, yo me construiría una casa allí mañana mismo si pudiera -te la puedes construir tú, en serio-) y del anarcocapitalismo.

Filántropos que operan sin querer por el bien común y que también son humanos

(…) La idea del provecho pudo sobrevivir y prosperar tanto como tendencia general del liberalismo decimonónico como en tanto que construcción fundamental de la teoría económica. Pero la renuncia a la generalidad de la idea de provecho distaba de ser universal. De hecho, algunos de sus adeptos posteriores fueron incluso menos cautelosos que Vico: para ellos, el avance inexorable de la historia era prueba suficiente de que, de alguna manera, las pasiones de los hombres se confabulan en favor del progreso general de la humanidad o del Espíritu del Mundo. Herder y Hegel escribieron ambos acerca de tales líneas en sus trabajos sobre la filosofía de la historia. El famoso concepto de Hegel de la Astucia de la Razón expresa la idea de que los hombres, siguiendo sus pasiones, sirven de hecho a algún propósito histórico de alcance mundial más elevado que ignoran totalmente.

Albert O. Hirschman. Las pasiones y los intereses. Argumentos políticos en favor del capitalismo previos a su triunfo. (Y las negritas mías, claro).

Todo esto es muy bonito porque nos quiere decir por ejemplo que cuando Miguel Blesa metía mano en Caja Madrid esto significa que, aunque lo hacía por su propio interés estaba llamado a hacer algo de alcance mundial que ignoraba totalmente, y se -me encanta el verbo- CONFABULABA en favor del progreso. Cuando Juan Roig dona pelas al PP lo hace porque es bueno para todos. Y TODO ESO SIN QUERER. Nada que ver con cómo opera el Espíritu Santo, todo mucho más racional y sistemático esto, cuidadito. Si hay un señor que nos putea no opongamos resistencia: QUE ES POR EL INTERÉS GENERAL, COMO CUANDO ECHAN FÚTBOL EN ABIERTO.

Pero mi parte favorita del uso del management para la divinización de esta gente es la configuración de un relato ad hoc en el que todo, desde el bendito día en el que nacieron, parece ya hacer ver que serían líderes que darían conferencias por todo el mundo contándonos su expertise con un puto Powerpoint y un micro de esos que ODIO que te salen de la oreja. ¡Y en forma de lista! Y luego esos pequeños detalles humanos, para que no los veamos como demonios, como cuando Faruq defiende a las mujeres de su familia delante de un iman supermegaintegrista (Faruq, héroe liberal y librecambista) o cuando dice que bueno, que sí, que a lo mejor esto del narcotráfico no está muy bien pero que él lo que quiere es ya irse del barrio, que es un infierno -a lo que él se dedica no tiene nada que ver con ello, claro- y pirarse a París y tener a sus hijos allí (ya conocemos todos la política de tierra quemada de gente así, llamada deslocalización: exprimo todo lo que puedo un sitio y después me piro de él sin que nadie me pida cuentas). En fin, esa mezcla de detallitos humanos (como cuando Letizia Ortiz lleva un vestido de Mango, oh, que baja a nuestro nivel, oh, qué maja) y dejes divinos que legitiman a estos HIJOPUTAS.

Termino ya. No lo llames creencia en un don especial: llámalo miedo, llámalo mafia, llámalo carrera a la baja. Pero lo primero no. Vale ya de venerar a esta gente. Hay que montar una teología de la liberación contra estos nuevos pseudodioses. Un poquito de autoestima, que no tienen por qué tratarnos como gilipollas ni somos más tontos que nadie, en serio.

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A por ellos

Yo empecé este blog hace año y pico un poco por aburrimiento, otro poco por ver si era capaz de tener algún hobby y otro poquito más porque cuando veo lo que pienso escrito, parece como que lo poto y me quedo más a gusto y da la impresión de que los pensamientos son ordenados, coherentes y alguna infinitésima vez hasta geniales. En fin, que no comencé con ningún objetivo claro, ni sabía cuánto iba a durar, pensé que acabaría cerrándolo como he hecho ya otras veces con otros blogs… Pero aquí estamos.

Según avanzaba el tiempo y avanzaba (bueno, avanzaba y retrocedía, y volvía a avanzar y volvía a retroceder) yo, me di cuenta, y me hicieron notar también que involuntariamente me iba “especializando” en desastres laborales, en toda la jungla y todo el malestar personal que genera buscar un trabajo y a menudo tener uno, y como no sé casi nada de economía aparte de gestionar presupuestos irrisorios, me empezó a interesar más la dimensión psicológica, la incidencia que tiene en cada uno de nosotros, y en cómo nos comportamos con los demás, toda esta historia. Empezaba a utilizar palabras que normalmente no uso, que ni conocía, que yo creo que ni existían, como emprendimiento, coaching, community manager, coworking, networking, cursillo del INEM… Y he ido viendo cómo estas palabras se iban haciendo más populares, no porque yo las usara, claro, sino porque la cuerda se iba tensando y el trabajo corriente y decente, ese que tiene una mínima consideración por la persona que lo efectúa, iba desapareciendo. Están creando toda una contracultura con el paro, tanto en el manejo que hacemos del lenguaje (y no, a mí no me gustaría ir por ahí diciendo que tengo un cursillo de 180 horas de e-branding llevándolo a gala, pero sorprendentemente hay gente que lo hace, igual que hay socialdemócratas que defienden la teoría del derrame o que hay aficionados del Sevilla, o que Antonio Orozco tiene un disco llamado Cadizfornia, son cosas que no se explican), como en el tipo de conversaciones que tenemos sobre cursillos, cómo llenar el tiempo libre, cómo obtener priva más barata, cómo ha ido una entrevista, cuándo te toca sellar, qué debes llevar en una mochila cuando vas a la calle para no gastar dinero (me compré un termo en el mes de enero para no gastar en cafés, mucho menos en la máquina de la empresa que me dará la patada próximamente…).

Y cuando ya llevas tu buen tiempo metida en esta espiral, entonces dices, EH, UN MOMEEEENTO. Esto NO está mal, o no TAN mal, y no creo que sea por un tema de adaptación al entorno ni nada de eso. Primero, porque somos MUCHOS, y segundo porque a medida que iba relatando vi que la forma de abordar todas esas cosas no era ni mucho menos un problema personal –que es lo que te hacen ver, que esto va de tratar de lograr una salida individual dentro de una liga de perdedores-, sino un problema –y si se quiere se le puede llamar aprendizaje- colectivo que me ha servido para que yo, tecnófoba del copón y misántropa recalcitrante, me encuentre realmente a gusto hablando de estas cosas con gente, y sintiendo que no estamos unidos de pega o por interés, sino que en muchos casos el afecto es sincero, nos cuidamos, nos ayudamos, intercambiamos cosas para leer (por ejemplo, llegué a la señora Ehrenreich por Saryn, cosa que siempre le agradeceré), o ropa, o cocinamos para quince y lo repartimos… En fin, cosas. Cosas que estoy segura que no se van a borrar ni siquiera si mañana nos convertimos de golpe en millonarios. O no en todos los casos. No, no compro lo de «tú en su situación también meterías la mano en la caja» o «si tú tuvieras dinero te comportarías igual». Si sé que no, ¿por qué voy a decir que sí, qué cojones, qué tenemos, una enfermedad congénita o qué hostias?

Pero EH, no estoy haciendo de la necesidad virtud ni el pensamiento positivo se ha apoderado de mí ni justifico nada de lo que está pasando. Yo voy a seguir haciendo lo mismo. Si un día son las tres y veinte de la mañana y no me he dormido, voy a seguir bajando a la calle Matía, que a día de hoy tiene como el 70% de sus cajeros ocupados por gente que pasa la noche a la intemperie, a arrancar las mierdas de posters de cursos de coaching y de terapia gestalt, a dárselos a los que están durmiendo en los cajeros y a decirles que vayan a metérselos por el culo a quien los ha colgado a plena luz del día sin que nadie dijera nada mientras van por las radios llamándose a sí mismos “hacedores de sueños” (esto es real). Y hay veces que a pesar de bregar con todas estas mierdas, ves que merece la pena no callarse y que nadie decida por ti. Y hay cositas que no pasarán a la historia, pero que hacen que esa contracultura se materialice un poco y yo me pongo muy contenta.

Hay algo que me gusta particularmente del vídeo, y es el tonillo que ante la situación se ve obligado a usar el señor de la universidad, el mismo tonillo de bochorno tipo “mamá, el tabaco no es mío, es de una amiga que me ha dicho que se lo guarde”-> “la empresa me dice que diga esto y no me lo creo ni yo”. Y toda la performance se centra exactamente en la actitud que me interesa, en el “mira, podemos estar pasándolas putas, pero no eres tú ni lo que queremos ni lo que necesitamos, tenemos criterio propio”, sobre todo el chico de la barbita con el cartel de coaching es fascismo, que está MU RICO. Me gusta porque no tiene que ver con la actitud elitista de que las hamburguesas las hagan otros, sino que dice que hamburguesas sí, pero no así. El señor de la universidad probablemente pensaba que iba a encontrar una horda de jóvenes desesperados –y alguno habría-, dispuestos a hacer LO QUE SEA por un curro, pero sabía también que tenía que darle al tema un envoltorio lo suficientemente apetecible para que los chavales no sintieran, precisamente, que estaban accediendo a ese LO QUE SEA, no sé si me explico. Es la tensión constante que se mantiene en todos los curros: que parezca que vas porque quieres/te realiza/lo HAMAS pero que en realidad es porque no te queda más remedio. Yo ayer trabajé y me hubiera gustado más quedarme en mi casa escuchando el Carrusel Deportivo y bebiéndome una Voll Damm, qué queréis que os diga. Y McDonald’s es lo que es, joder. Podemos incluso considerar, sin ir muy al fondo del asunto, que McDonald’s puede estar bien para sacarte unas pelas rápidas en verano. Pero hombre, señor de la universidad, la empleabilidad no es un sueño, la empleabilidad es una mierda con la que más o menos hay que lidiar, y con la que en un mundo ideal sería mejor no tener que hacerlo. No, gilipollas, Martin Luther King no tenía un sueño basado en el trabajo, ni a Rosa Parks le metieron un puro ni por mi empleabilidad ni por la de toda la raza negra de la faz de la tierra. Total, que #elseñordelauniversidad ha conseguido que yo no consuma ya nada de la marca, ni siquiera el McFlurry de Oreo con caramelito ese tan bueno no por altas razones morales, ni porque me solidarice con sus empleados por sus bajos sueldos, ni siquiera porque su carne resulte algo sospechosa. He dejado de comprarles por el grado de CUTREZ con el que venden la empresa, que ya supera el atractivo que pueda tener el que en un minutito y si tienes hambre tengas unas patatas fritas por un euro. Quiero decir, no es que me esté aguantando de comprar McDonald’s por boicot, es que ya ni siquiera me resulta atractivo nada de lo que me puedan ofrecer, ni como empleada ni como cliente. Con Starbucks (no, Iván, NO QUIERO OTRA FAMILIA) me pasa lo mismo: no le veo ningún valor añadido a tomarme un cangarro de café caro al lado de gente que está tecleando en ordenadores vestida con camisa de cuadros, para eso me voy a la redacción. El señor de la universidad no me da ni asco, no veo un tirano, veo un pringao que tiene que soltar una txapa con un adorno que sabe que hay que ser muy muy muy subnormal para creerse. Es un Eichmann posmo, la banalidad del mal llevada al extremo de la venta de enciclopedias. Señor de la UPV, funcionario público imagino: menuda puta mierda de vida lleva usted y menuda puta mierda de vida me ofrece a mí.

Y todo el no sé si llamarlo proceso (que me parece un poco solemne y un poco pomposo), pasa por desaprender una cantidad bárbara de cosas, empezando por desaprender que el rasero lo pongan otros. Siguiendo por desaprender que lo colectivo es malo o deficitario o es la URSS y que la libertad la logra uno solito en la cúspide. No es verdad: nos deben cosas y debemos cosas a otros muchos, Almunia Jr. Nadie se hace a sí mismo como algunos que citáis a Mark Twain y aspiráis a una plaza en la Diputación Provincial nos queréis vender. Pasando a considerar que el conflicto es necesario y no algo que hará el ambiente irrespirable: lo irrespirable es esto, lo de ahora, y lo va a ser más si no haces nada ni dices nada. Una mierda no es que las empleadas de la limpieza de los colegios de Cádiz (segunda vez que mencionamos Cádiz en este post) monten el taco en un Pleno, con una argumentación impecable:

El lunes a las 22.00 es hora de ver Goenkale. BASTA YA DE FÚTBOL LOS LUNES. Odio eterno al fútbol moderno (con calzador, pero es que lo tenía que decir).

El lunes a las 22.00 es hora de ver Goenkale. BASTA YA DE FÚTBOL LOS LUNES. Odio eterno al fútbol moderno (con calzador, pero es que lo tenía que decir).

que si ellas habían interrumpido el “normal funcionamiento” del Pleno era porque el Ayuntamiento había interrumpido el “normal funcionamiento” de sus familias, una mierda es que encima de que cumples con tu trabajo no te paguen y además algún imbécil todavía te eche en cara que no te calles “porque yo en 1981 también tuve un no sé qué y me tuve que callar”. ¿¿¿YYY??? Una mierda es que te parezca “lo normal” que no cobren porque “hay gente que está peor”. Es tan mierda como el fútbol los lunes. Una mierda es ser ese IDIOOOTA al que su proyección laboral se le trunca porque la multinacional le da la patada –pero que no se levantó con ningún cartelito cuando la multinacional fue a buscarle a la uni sino que “tuvo el sueño de la empleabilidad”-, no le queda más remedio que montárselo por su cuenta y trata al nuevo empleado como escoria porque si yo me jodí, alguien tendrá que pagarlo. Muy bien: reproduciendo el patrón del que fuiste víctima, CRACK.

Y sí, vamos a tener que bregar con mierdas, con muchas mierdas, pero estamos para ayudarnos. A mí DeC, sin esperarlo, me ha ayudado mucho, me ha ayudado por ejemplo a confiar en el prójimo más que antes. Es totalmente irracional, pero tenemos las calles y las colas del paro llenas de gente buena a la que no le gustaría ser de otra manera solo por obtener cuatro migajas de confort. Así que gracias un poco a este invento, a lo que contrastas, a los cuatro mensajes mal contados que te dicen que se ríen mucho con lo que cuentas y les alivia aunque sea por unos minutos, a leer entre otras cosas esto de June o esto que me pasó Majo, yo temor no tengo ya. Ojalá dar con la tecla para conseguir que no lo tenga nadie.

El otro día en el capítulo de El Príncipe el poli preguntó a la chica si no quería irse del barrio, le dijo que no tenía por qué vivir así. Y ella le contestó que ella no quería irse, que lo que quería era que las cosas cambiaran. Y eso es lo que creo que muchos pensamos: que no queremos una huida hacia adelante y salvarnos el culo mientras el Titanic se hunde, sino que el Titanic no se hunda. Vamos, que UNA VEZ MÁS unos guionistas de Mediaset entienden todo mejor que esos que se dedican a la cosa pública (TM). Así que a por ellos, a por esos promotores de McDonaldizarlo todo, que son pocos –y cada vez menos- y cobardes –y cada vez más-.

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Por qué (creo que) veo Mujeres y Hombres y Viceversa

Ah, recuerdo aquel principio de 2012 en que Megaupload acababa de cerrar, era la hora de comer y yo no sabía muy bien qué hacer mientras tanto. No suelo poner la tele por las mañanas, pero ese día lo hice y mi vida ya no fue la misma. Cómo olvidar el trono de Mamen, que se veía fuera del programa con su pretendiente Abel, a escondidas, en un chalet alquilado en la provincia de Toledo. A lo tonto, desde entonces haciendo esa función de programa Guadiana al que vas y vuelves de vez en cuando, MyHyV me ha ayudado a sobrellevar mucho momento difícil. Si cojo un libro no me puedo concentrar en lo que leo, si trato de ver una serie se me va la cabeza también, pero con MyHyV NO SÉ QUÉ PASA que sí, que lo logra, que logra que me olvide de todo sin componentes farmacológicos de por medio. He aquí un compendio de las razones por las que creo que el programa logra tenerme ahí donde quiere.

-Me aporta una continuidad vital: No bromeo ni exagero. Cuando no sabes si mañana tendrás trabajo y si podrás pagar la próxima factura de la luz, ni demasiado bien lo que va a pasar en dos o tres meses, es un consuelo tener un programa que vive de un microuniverso de tronist@s y pretendient@s que evoluciona y se retroalimenta. Es un poco como volver al pueblo todos los días, pero siendo tú el habitante del pueblo y no el forastero, esto es, teniendo el poder. Como cuando llegábamos nosotros en el coche y se iban asomando los vecinos. Tú te sientas y aparece una tronista de hace tres meses que dice que se ha enrollado con un pretendiente que está ahora participando. O de repente hay una confidencia sobre un lío en un bolo. O aparece por ahí una madre. Me entretiene más que muchos libros que los que se pretenden sustitutos de la generación Nocilla se autopublican ahora, a la vez que hace la función social de ese cotilleo sabatino que ya no me puedo permitir porque no tengo un puto duro para salir los sábados ni para salir de casa en general y porque como no sé muy bien dónde voy a vivir no logro establecer relaciones de la suficiente confianza como para salir con un mismo grupo un sábado, conocer a gente y seguirles la pista durante el tiempo necesario como para considerarlos MI GENTE. En mi vida la gente se va y no vuelve. Pero a MyHyV la gente siempre vuelve, al menos alguna.

-Ha habido una evolución en sus participantes paralela a la evolución de la crisis: MyHyV comienza sus emisiones, si Wikipedia no miente, el 9 de junio de 2009. Al principio pasaba por ser un programa en que intervenía chavalería asociada al culto al cuerpo y a los gimnasios (peluqueras, gente de hostelería y una mezcla

Ahora me dirás que esto es muy diferente a aquella dinámica de grupo que hiciste la semana pasada para aquel proceso de selección de aquella empresa internacional de gran proyección, claro...

Ahora me dirás que esto es muy diferente a aquella dinámica de grupo que hiciste la semana pasada para aquel proceso de selección de aquella empresa internacional de gran proyección, claro…

entre survivors (anglicismo innecesario 1) de la obra y la masa que iba cayendo del sector). Incomprensiblemente, esta es la imagen que todavía hoy el programa mantiene. Incomprensiblemente, porque a la vez que la tasa de paro juvenil se desbocaba, se iba ampliando el abanico de backgrounds (anglicismo innecesario 2) de los participantes, y el número de universitarios (sí, también de ciencias) es ya tremendamente alto. Como muestra, uno de los pretendientes de María, la tronista actual, es estudiante de Ciencias Políticas y nieto del fundador del Partido Riojano, y cuando entró dijo  que fue él quien le inculcó la pasión por la política y bla bla bla (ya sabéis lo que pienso de esas trayectorias pretendidamente arregladas para que parezca que todo confluya en una vocación y el cumplimiento de un sueño). QUIÉN IBA A DECIRNOS EN 2010 QUE ÍBAMOS A VER ESTAS COSAS EN TELECINCO, ¿VERDAD? Otra cosa es que no lo queramos ver y prefiramos seguir en los mundos de que se trata de un programa de chonis y canis semianalfabetos, porque si nos movemos de este análisis podemos tener que plantearnos unas cuantas cosas incómodas, como si lo que pasa es o que tenemos las universidades llenas de chonis y canis, o que la universidad no da trabajos “buenos” y entonces hay que ir a la tele porque simplemente no es que los chavales no sean lo suficientemente buenos en lo suyo, es que el trabajo no existe. Especialmente llamativos me resultan los casos de pretendientas que son expulsadas por parte de los tronistas cuando se descubre que son strippers o lo han sido en el pasado, y entonces intentan “arreglarlo” diciendo que fue por necesidad o para pagarse los estudios. Esto ha pasado más de una vez y más de dos. ¿Por qué tienen que justificarlo? Entonces pasamos al siguiente punto…

-Desafía constantemente lo bienpensante con respecto al mundo laboral, el estatus y el odio al chonismo: … y la realidad nos da un guantazo en la cara con respecto a las posiciones teóricas interesadas y las intuiciones de estatus. Más que nada porque por muy culto que se crea uno, lo choni monetiza, y ellos no. No se puede jugar a que las cosas «tienen que ser productivas» y luego no ser productivo uno «porque yo soy minoritariamente culto y mi arte no se entiende dentro de ese mundo arrabalero», a la vez que nos salen ronchas en la cara porque escuchamos a una esteticién utilizando el verbo «anhelar». No podemos jugar a la eficiencia y que luego nos joda que el eficiente sea el enemigo. ¿Que me sale bien? Es que qué bueno soy. ¿Que me sale mal? Es que no me entienden. Claro, así yo también sé, no te jode. Así que para pagar la universidad parece que va a hacer falta ser choni. Ah, las paradojas. Por otro lado, para los adalides del culto al trabajo y a hacer lo que amas, MyHyV debería de ser un referente, pues es una macroesfera laboral. Con toda la gente que ha pasado por ahí, podríamos hablar del equivalente a una sucursal de una empresa multinacional radicada en Barcelona. Por ella han pasado pretendientes de uno o dos tronistas (contratos de tres días), pretendientes que logran además bolos nocturnos (contratos por obra), pretendientes que al final logran ser tronistas (contrato temporal) y tronistas que luego se convierten en ganchos, colaboradores, o que de una forma u otra hacen del programa (y a veces por extensión del universo Mediaset, su forma de vida –e.g., Tamara Gorro o Rafa Mora-). Estos serían el equivalente a los indefinidos. Los hay que llegan a montar su propio negocio (emprendedores). Y bueno, si lo que de verdad importa es «crear riqueza» (TM), ellos ganan su dinero con 20 años. Tú no. Tendrás que retorcer un poquito más la cosa para hacernos creer que eres mejor, me temo.

-Me ayuda a conocer lo que piensa DE VERDAD la gente de mi entorno: Hace poco tuve una conversación muy bonita con una chica que me decía que MyHyV le parecía prostitución. Lo que no me quedó muy claro es qué se pensaba que hacía ella levantándose todos los días a las 8.30 de la mañana, aunque trató de justificármelo en una especie de career (anglicismo innecesario 3) a medio-largo plazo.

-En vez de venderme sofisticados viajes a las capitales de culto europeas, los tronistas van a Cuenca:

Así que cada vez que veo un capítulo de El Príncipe o un programa de MyHyV pienso en lo muchísimo que le debemos a Mediaset todos aquellos que no podemos (o incluso no queremos) la felicidad oficial de viaje más lejos, coche más potente y segunda residencia. Para los que vivimos en una ciclotimia en la que se entremezclan momentos de euforia y acojono profundos, en el que un mínimo desliz o bajada de alertas se paga más bien caro, Telecinco es nuestro refugio para la ensoñación.

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Cuando las madres solteras pobres tenían la opción de mantenerse apartadas del mercado laboral -gracias a la Seguridad Social-, las clases media y media alta se inclinaban a mirarlas con cierta impaciencia, si no con abierto rechazo. Las pobres que dependían de la Seguridad Social eran vilipendiadas por su holgazanería, su empeño por reproducirse en circunstancias desfavorables, sus presuntas adicciones y, sbre todo, por su condición de «dependencia». Ahí estaban, satisfechas de vivir a costa de la «limosna gubernamental», en vez de buscar la «autosuficiencia económica», como todo el mundo, a través del trabajo. Debían poner manos a la obra, aprender a darle cuerda al despertador, salir a la calle y buscar trabajo. Ahora que el Gobierno ha reducido en gran medida sus «limosnas», ahora que la abrumadora mayoría de las pobres ya están en la calle, deslomándose en Wal-Mart o Wendy’s…, ¿qué vamos a pensar de ellas? Ya no se usa la desaprobación ni la condescendencia, entonces, ¿cómo reinterpretar nuestra postura?
Puede pensarse con recelo: por sentimiento de culpabilidad. ¿No es eso lo que se supone que debemos sentir? Pero el sentimiento de culpabilidad no basta; el sentimiento que mejor cuadra es la vergüenza…, vergüenza de nuestra dependencia, en este caso, de nuestra dependencia del trabajo mal remunerado de los demás. Cuando alguien trabaja por menos de lo que le permitiría vivir -cuando pasa hambre para que tú puedas comer más barato y mejor-, está haciendo un gran sacrificio por ti, te ha regalado parte de sus habilidades, su salud y su vida. Los «trabajadores pobres», como consentimos se los llame, son de hecho los grandes filántropos de nuestra sociedad. Descuidan a sus hijos para que los hijos de otros estén cuidados; viven en alojamientos por debajo de las condiciones de habitabilidad para que otras casas estén relucientes y perfectas; pasan privaciones, de modo que la inflación se mantenga baja y el precio de las acciones alto. Ser miembro de la clase trabajadora pobre es ser un donante anónimo, un benefactor de nombre desconocido para todos los demás. En palabras de Gail, una de mis compañeras de trabajo en el restaurante: «Das y das».

«Es que hacen elecciones equivocadas» ¿De verdad? Ahá. A ver si resulta que te vas a ver igual a pesar de tus «elecciones racionales». Pero eh, que te consideraremos un benefactor 😀

Publicada el por nai | Deja un comentario