Ahorrar impuestos para pagar psicólogos (y cómo desuniversalizar servicios para ricos)
Vuelve DeC, vuelve la ilusión tras elegir por una vez de manera acertada cuándo tomarse un descanso. Como en esta casa todo lo hacemos a nuestro ritmo, vamos como dos semanas tarde con los temas, en este caso con el tema de los impuestitos. Y no venimos a rajar solo, ¡que venimos con propuesta! ¡Que no se diga que esta casa, desde su humildad y sus 300 lectores habituales, no aporta!
Ok, parece ser que los chavales de Internet que más parné sacan se están pirando al estanco + estación de esquí andorrano. Ver carteles en catalán ya no les da picor de ojos. Desde aquí reconozco mi estupefacción al ver las, valga la redundancia, aparentes reacciones de estupefacción. Al menos vamos evolucionando un poco y ya no fingimos que en las redes sociales estamos “realizando ningún tipo de debate” o incluso haciendo propuestas sobre tipos de gravamen (de verdad que hay gente por ahí que se cree que con estos temas todavía funciona algún tipo de incentivo -tampoco les culpo, es lo que aprendieron en la universidad- más que la sensación de estar por encima del bien y del mal).
Porque al final los chavales están haciendo lo que han visto a sus mayores y, en general, lo que les han dicho sus asesores fiscales, ni más ni menos. Ahí tenemos al amante de Russian Red, a quien el TSJM le ha anulado la absolución por tres delitos de fraude fiscal hace unos días y su imagen la seguiremos asociando a Emidio Tucci y a familia ejemplar con tres hijos y a la Real Sociedad; al exdelantero del Tacón FC masculino entrando en el juzgado con la pupas de su mujer y con la gente pidiéndole autógrafos, que solo faltaba que le tiraran confeti; y al señor este al que ETA tuvo a tiro con una mira telescópica en Mallorca (y luego encima hubo que condenarlo, no lamentar, condenar, era como un password de la legalidad democrática aquello) dando vueltas por el mundo con su RBU (la U de universal en el sentido de pagada por todos y de poderse utilizar en cualquier parte del globo terráqueo) merced a Patrimonio Nacional.
Pero los chavales también han hecho una cosa que no se había hecho antes con respecto a la evasión fiscal. Las generaciones anteriores intentaban hacer sus chanchullos de manera lo más discreta posible, lo que facilitaba una suerte de “arco narrativo” –ver capítulo 1 de mi libro a 14 euros, si lo pides online te mandan caramelos- en el que
1. Se hacía una investigación
2.Se publicaba la investigación rollo breikin nius, aunque el procedimiento lleva décadas siendo el mismo (supongo que porque había que jugar un poco con la idea de que la aparente sorpresa es la manera más verosímil de articular una presunta indignación), y eso cuando en el mainstream se lleva toda la vida diciendo, de manera clara o de manera velada que “en su lugar todos haríamos lo mismo” (TM).
y 3. Se dejaban dos o tres días en tertulias y redes sociales para que comentáramos qué mal nos parecía todo (mientras los acusados seguían haciendo su vida completamente normal y, no solo evadiendo menos pelas, sino más).
Pero el pecado de estos chicos ha sido CONTARLO y poner negro sobre blanco esa “racionalidad instrumental por lo bajini” que les medioaceptábamos a los casos que comentábamos arriba.
Si tuviéramos que hacer una analogía con algo que conozcamos del pasado para ver el volumen económico que mueven estos chavales, yo elegiría los personajillos de la Telecinco de los 90 de los tiempos de Crónicas Marcianas y demás, y nos quedaríamos bastante cortos, porque lo que maneja un Vasile es una miseria comparado con lo que maneja YouTube, por razones más que evidentes. Si vamos a la base de toda la historia, el problema no son los youtubers o los streamers, el problema es la dimensión colosal que tienen YouTube, Twitch o cualquier otra compañía de este tipo, cómo colisiona eso con las reglas de los estados-nación y cómo te coge un veinteañero y aparentemente se te descojona en la cara, pero en realidad lo que hace es poner en claro que el poder de los gigantes del algoritmo es omnímodo. Los chavales no dejan de ser un poco los Jesucristo de esto, la personificación del poder de la economía de la atención, pero ya sabemos que Jesucristo murió en la cruz, y me diréis… Sí, pero a los tres días resucitó. Y es verdad. Pero habrá que ver cómo resucitan, si es que lo hacen: vuelvo a los 90 en Telecinco: de los pocos casos que se han tirado 20 años en pantalla veamos lo que facturaban en el 95 y lo que facturan (y las razones por las que lo hacen) ahora. Que se lo pregunten a Lydia Lozano. Y en el mundillo streaming/youtubing tenemos por un lado una concentración de riqueza como no ha habido antes, y por otro lado (y aunque el universo Telecinco nos parezca infinito) un montón de gente más que entonces queriendo entrar a ese pastel que se va concentrando cada vez en menos manos. En efecto: carrera de ratas. A ver si no van a ser Jesucristo y van a ser un jornalero henchido porque ha ganado algo más en esta cosecha y ya nos creemos que somos el capataz. Veremos a alguno -tengo mis apuestas, claro- acabar peor que Joselito.
La idea de suficiencia
No sé si recuerdan (me parece que esto pasa con frecuencia, pero yo tengo una ocasión muy muy concreta en la mente), cuando YouTube cambió el algoritmo (como lo bautizó @fanta_ciencia, “les hicieron la youtubinha”) y los titulares fueron tal que así: (aquí la lectura completa)
Me parece muy bonito porque enlaza muy bien con el presente, por ejemplo, del sector de la hostelería, que te sacan pancartas del estilo sin mover un músculo y habrá quien se las creerá. Una gente al que se le ofreció el esquema de ayudas de Alemania y no lo quiso porque eso suponía haber tributado como tocaba (así que también por aquí tenemos relación con los YouTubers). Una gente que dice que quiere ayudas directas cuando en algunos municipios ya van por el segundo plan de ayudas y todavía quedan las del Gobierno Vasco, un sector que quiere poner el doble de terrazas -y lo consigue- y pide exención del 100% de la tasa de terrazas y luego del 100% de la Seguridad Social también. Oye, pues se les puede contestar muy tranquilamente que “si los youtubers tributaran en España a lo mejor podríamos pagarlo” y que se peguen entre ellos.
Si es que al final es lo de siempre: que te crees que eres la patronal y hostia, de repente pasa lo mínimo y cambias el disfraz a muerto de hambre (que tampoco eres). Veremos a más de uno y a más de dos de de estos pasar por la llorería algorítmica de la youtubinha de nuevo, igual que presenciamos al principio de la pandemia a gente en redes sociales contándonos que sus ingresos venían del alquiler pisos de turísticos, y que A VER QUÉ IBAN A HACER AHORA (pista… empieza por T y termina en R).
¿Vivir de puta madre?
He tenido la suerte de que mientras escribía esto un chaval haya dicho que se va de YouTube porque la aleatoriedad del algoritmo se parece a los mecanismos de ser ludópata. Me cuenta la chavalada que controla más de esto que yo, que moriré viendo Telecinco, que al final la cosa es poner los huevos en distintas cestas (streaming por un lao, suscripciones por otro lado), pero claro, es que lee una estas cosas y dice… Hostia puta, trabajar no es peor que esto. Incluso aunque la muchachada de éxito (o eso dicen que tienen) se quedara tributando en España, ¿es deseable que la tributación en España dependa, sin paños calientes, de una adicción? Aunque siendo sinceros, la tributación en España YA DEPENDE de la adicción porque a ver cómo aguantas trece horas seguidas en una cocina o en un andamio.
Y él mismo ya ni se acordará y ahora nos mea a todos diciendo que él hace “con su dinero lo que le sale de los cojones” (TM), pero El Rubius en su día bien que lloró en lo de Risto y a Ibai yo le conocí porque a las cinco de la mañana no podía dormirse y estaba haciendo cosas en Instagram. No es raro que este chico utilice la expresión “de puta madre”, en plan “vivo de puta madre aunque pague más impuestos” o “vivo en una mansión a ver quién eres tú para decirme que no vivo de puta madre” como le hizo a una tuitera este verano. ¿Al final qué? Pues psicólogo que te crió. Y lo de que el 95% de las personas a las que nos referimos aquí sean tíos me parece que tampoco ayuda.
También el pululeo de actores secundarios por ahí ha estado risas, la verdad. Con gente diciéndote que es que la carrera de un youtuber es corta y entonces tienes que ganar el máximo dinero posible en poco tiempo (esto OS JURO que lo dijo un niño de ocho años en declaraciones al sitio en el que trabajo cuando Iñigo Martínez se fue al Athletic), vamos, argumento de ir perdiendo total; y luego el progrerío starring Dani Mateo sublime diciendo que él encantao de pagar impuestos en España pero que se la llevan PORQUE SE GESTIONA MAL xdddd (pagar a la guardia civil para que pegue no es mala gestión, claro. Y que salgan todos los guardias civiles que hagan falta, que son clase obrera).
“¿Y este dinero de dónde sale?” Una propuesta progresista de desuniversalización por arriba de los servicios públicos
Aquí hacemos nuestra humilde propuesta, una propuesta DE PROGRESO (hola perrosanxe) para terminar con esa sensación de impunidad.
La parte del neoliberalismo más atractiva para muchas personas es que se puede disociar totalmente lo que se dice de lo que finalmente se hace, por eso tenemos a tanto tieso y a tanto mantenido defendiéndola, porque las incoherencias que afloren de tu discurso no tienen ninguna consecuencia práctica: esto es, tú eres neoliberal porque quieres neoliberalismo para los demás y porque tienes una plaza de abogado del Estao. La teoría dice que quieren minimizar el Estao, pero la práctica lo que hace es mantener todas esas estructuras de Estao, especialmente las más violentas y las más caras, para, a su vez,transferirles rentas a ellos (cuando se dice que hay mucho funcionario nunca se habla de la guardia civil, pa pegar a catalanes se paga el dinero que haga falta). El callejón de la indignación o de la pura imagen de seguir pagando taxas por “quedar bien y que no me linchen” xd o la capacidad de decisión de pago aquí/no pago aquí, todas estas gilipolleces de que pagar impuestos es “ser patriota” cuando el quid de la relación con la tributación de estas personas es la voluntariedad y que hagan lo que hagan no les pasa nada… Bueno… pues esto no va a ningún sitio. Les tiene que PASAR algo. No explicarles QUÉ LES PODRÍA PASAR SÍ… No explicarles QUE ES MEJOR ASÍ PORQUE… No contarles historietas lacrimógenas de “si no hubiera sanidad pública mi madre hubiera muerto de un cáncer”, porque no están en esa clave y son capaces de contestarte que algo habrá hecho tu madre. No, nada de esto. Tiene que haber consecuencias prácticas, no verbales. Porque el tema gordo no es que ellos SE LLEVAN DINERO, es que LES SEGUIMOS PAGANDO COSAS.
En realidad el Bobo de Wall Street os da la clave de porqué las rentas altas pueden irse a vivir a Andorra. Porque todas las infraestructuras y servicios que les faltan se los pagas tú.https://t.co/MBau32tQDB
— No me jodas que me incomodas (@nmjqmi) February 2, 2021
Yo no tengo ningún problema en que el marco lo pauten ellos, juguemos a eso, pero no vais a jugar solo vosotros: jugamos todos. ¿Queréis un marco amoral? Ok, pero también para vosotros. Bajamos esa calle, lo que vosotros queráis. Pero esa calle ya sabéis dónde acaba: mirando debajo del Maserati.
Hay mucho tieso, tieso que tampoco es tonto, que siempre pregunta de dónde sale el dinero, con una querencia espectacular por los inmigrantes (porque no le van a dar una paliza, ni tienen capacidad de contratarle). El silencio más grande que se ha producido en España en los últimos años ha sido esa no-pregunta de ¿Y PARA ESTO DE DÓNDE SALE EL DINERO? con los ERTE. Ah, filho de puta. El silencio ertil, igual que la llorería hostelera, no viene tanto de que ahora de repente no tengo pelas (que es una putada, pero no es la cosa): viene del shock que supone ver que no eres una prioridad, que todo el riego de pasta que han tenido para las terrazas en su momento no les ha servido de nada, que si estás en un ERTE te están literalmente pagando para no trabajar, que era algo que tú decías de los que cobraban el PER hasta hace cuatro días y ahora te lo podemos tirar a la cara, etc, etc.
Volviendo a los chavales, ¿qué pasaría si introdujéramos un principio de condicionalidad pero no por abajo, sino por arriba? La liberalada siempre nos habla mucho de “aportar al sistema”, “confiscatorio”, etc. Yo diferenciaría tres conceptos fundamentales: el que no aporta (pero tampoco preda), el que aporta (puede predar o puede no hacerlo aunque aporte) y el que preda (que obviamente no aporta). Habitualmente el chivo expiatorio es el primer grupo. Quiero decir, si me pongo en una mentalidad cero humanitaria pero sin embargo práctica -si vamos a hablar de impuestos creo que es mejor así-, el tablero de juego serían los de las pateras de Canarias vs. el Rubius y luego el tercer actor sería el pymero. Los primeros no aportan porque acaban de llegar (y para sobrevivir no les va a quedar más remedio que aportar porque van a tener que trabajar; pero EH CLARO, aportarán si mi primo el pymero les hace un contrato, que muchas veces no se lo hace). El Rubius ha aportado hasta la fecha x, entonces a partir de la fecha x -y comunicándolo orgulloso- entendemos que ya no quiere recibir ningún tipo de servicio del Reino de España. Entendemos también que la liberalada ochocientoseurista antes de IRPF que aplaude en sus redes quiere que se le aplique este mismo esquema (porque los funcionarios públicos en las democracias capitalistas estarían, según el liberalismo tieso, para satisfacer las demandas de los consumidores). Pues sorpresa: el Estao va a ser vuestro Amazon y va a traeros este regalo inmediatamente.
La propuesta sigue: no pagáis impuestos -no os vamos a oprimir, faltaba más- pero tampoco recibís nada (que la mofa es que esta gente dice estas cosas cuando en general son beneficiarios netos y les sale el IRPF a devolver todos los años y se desgravan hasta las maquinillas de afeitar) y a tirar con el seguro en la privada por 50 euros al mes, ya nos contaréis que tal en algún vídeo. Kiko Matamoros tiene (o tenía hasta hace poco al menos) embargada la nómina porque debe un kilo y tú o tu madre no vais a tener ambulancia cuando la necesitéis. O podréis tenerla, pero tendréis que pagarla. Y hasta que la paguéis, nómina embargada, o hacéis un crowdfunding o que os la pague Amancio Ortega que tanto empleo genera. Si dices que no quieres gasto público, asume las consecuencias de decirlo. Modelo USA para el que así lo haya pedido en su Twitter, faltaba más. Esto ya es un tema de supervivencia para el resto. Espero que sea revelador descubrir que el dinero de vuestros sueldos -si los tenéis, que es que encima hay peña permitiéndose hablar así estando en el puto paro- es como quien dice un constructo social. Por aquí pasamos de seguir jugando a la liga de las buenas personas, porque aunque un día “os notéis un bultito” sabemos que vuestra posición política no va a cambiar de la noche a la mañana. Os salvaréis de emergencia -precisamente porque no vivís en este esquema que yo propongo- y seguiréis predicando lo mismo -para los demás-. Comença la dansa del ventre.