Análisis de urgencia de lo nuevo de Lendakaris

El 9 de enero tuve el pleasure and honour de estar en el concierto de regreso a los escenarios tras casi tres años de los Lendakaris Muertos en el DOKA de Donostia El Antiguo. Mi entrada era la 1 del taco y la tengo pegada en la agenda a modo de reliquia. Nos los teloneó el muchacherío de Txorroskilo (a uno de cuyos miembros vi hace poco estudiando en la biblioteca con exámenes de ejemplo para la Selectividad -porque vi el sellito de la UPV-), que la semana siguiente repitió en el frontón del Antiguo -y damos fe de que algún miembro dio el concierto íntegro sin camiseta a mediados de enero-. Luego salieron Lendakaris -en un cambio de grupos que se me hizo eterno-, y luego los Txorroskilo volvieron para cantar conjuntamente Vine, vi y me vendí. La crónica oficial del concierto, aquí. Doy fe de que lo dieron todito (Aitor, el cantante se tiró sobre el público cinco veces, quizá seis), aunque no cantaron El Problema Vasco.

Sin embargo, en esta primera actuación todavía no se había puesto en el mercao su disco nuevo, Cicatriz en la Matrix –el lanzamiento es del 12 de febrero, o al menos ya ese día estaba a nuestra disposición en el YouTube. Pasamos a efectuar la reflexión sobre el  contenido.

Modo Dios/Modo Diosa/Sobredosis

No podemos empezar el análisis de Cicatriz en la Matrix por otro sitio que no sea LAS CANCIONES DE DROGUITAS. Siguendo la senda de ese homenaje a Albert Rivera que es Drogopropulsado, Drogolegas, o la oda al coste de oportunidad que es Gaupasa o Spiz; Modo Dios nos cuenta las escenillas que vivimos algunos y algunas cuando nos dirigimos al WC: Te llaman a filas en el baño/no veo desertores/hay cola de voluntarios. También es la canción que lleva el UOUO en el disco. ¡Ningún disco sin su canción con UOUO! La secuela femenina es Modo Diosa (MDMA). Y Sobredosis, pues eso: “me pico y no respiro” (este chiste lo pillé a la tercera vez de escucharla).

Húngara chúngara

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Podría ser mi cara cuando entro al curro a las 8 los días de jornada intensiva

Canción peligrosa porque el estribillo es muy pegadizo y te puedes encontrar cantándolo sin querer en cualquier lado. Se me hace un poco extraño porque de hecho en el estribillo incluso noto ¿castañuelas? y ¿palmas?, que no asocio con el sonido Lendakaris, pero da igual. Cuenta la historia de la reportera húngara que zurró a un refugiado y su hijo en la frontera con Serbia. Luego la familia de refugiados terminó en Getafe, así que no sé si salieron ganando, la verdad. Mentiría si dijera que no me he reído con Refugees welcoooome/sí pero en mi caaasa noooo.

Troncos, aceros, maderos/Nunca más volverás a aplaudir en un avión/Búscalo en el puto Google

Tripleta de canciones sobre dramas de la clase media: enterarte de que tu padre es poli; los problemas que trae que toda la Umma cosmopaleta se pille el Rayaner como se pilla el Alsa porque el turismo se “democratiza” (qué pupita el tema de que equiparar democracia a consumo, ¿no?); y la del Google, que es para rellenar (sirve también como contestación para amigos pesados).

Y sin embargo te quiero

Es una canción que podría hablarte perfectamente de un votante de Ciudadanos: “yo solo quería casa, carro y mujer; yo quería ser como tú, joder”, con unos problemas paralelos a los de Amador Rivas, el cuqui-vividorfollador de La Que Se Avecina. Está bien porque pone patas arriba el concepto de normalidad cuando supuestamente tus sueños de ‘vida normal’ se vienen abajo, como cuando te embargan. Algo que ya analizaron en JetSet Pobre, La Hoz y el Martini o Héroes de la Clase Obrera.

Santísima Clandestrinidad

Maravilla total y absoluta de tema, tiene el handicap de que es bastante local y entendible por solo por vasconavarros -en su día ya hice una explicación de Simpatía por el de Bildu para murcianos, que es un tema con una problemática similar-. Va de un refugiado en Iparralde que se aburre como una mona porque todo está cerrado a las seis de la tarde y “a esa hora en la calle no queda un alma, no me extraña que al final dejáramos las armas“. Habla de la Arcadia vasca con sus concursos de ganado, su euskera ininteligible -esta palabra es muy poco Lendakaris- y sus bertsolaris. Pero mi parte favorita es no aguanto otra pastoral/prefiero estar en la trena/tratarás de asesinar/a Erramun Martikorena. 

¿Pero qué es una pastoral y quién es Erramun Martikorena?

Empecemos por Erramun Martikorena. Es este señor

Y una pastoral es… bueno, una pastoral es una tortura. En ETB 1 (la que es en euskera) las suelen emitir en las madrugadas de Semana Santa -no preguntéis por favor qué hacía yo en madrugadas de Semana Santa viendo ETB 1-. Duran sus cuatro horas fácil, y es una especie de representación teatral pero cantada así como en verso que narra normalmente los episodios más míticos de cuando éramos un reino y demás, Sancho El Mayor y no se qué -aunque luego han hecho cosillas más de la actualidad, pero la TRUE PASTORAL es del medievo-. La movida es que alguna vez me he fijado en el actor principal -que suele encarnar a un rey u otro noble- y muchas veces es EL MISMO ACTOR, o sea, imaginaos el memorión. Me imagino que no trabajará de otra cosa. Y nada, luego hay una explanada que se sienta la gente para verlo, familias enteras achicharrándose al solano en plena semana santa cuatro horazas del ala, la banda, bailes varios y etc. Si queréis información de más calidat, os dejo el enlace de la Wikipedia. Os pongo también un vídeo de muestra, que como veréis en el título pone ‘laburpena’, o sea, resumen; porque ya os digo que esto en realidad de tres horas no te baja.

Así que al final dice que agur, Iparralde, agur, moveremos las caderas con De Juana en Venezuela. Fin

Urrusolo Sistiaga 1 y Urrusolo Sistiaga 2 Superhéroe de barrio conflictivo

La canción más compleja de la historia de Lendakaris seguramente, la estiras un poco y te da para concurso de relato corto, tiene demasiada letra incluso. Si en el concierto de Madrit oís a una persona gritar como poseída cuánto daño, cuánto daño, me hizo la López Riaño, es muy posible que sea yo (ya lo hice el otro día sin darme cuenta de camino al trabajo, estirando los brazos como cuando Agirretxe marca un gol, además). No me mola demasiado la idea de dividir la canción en dos porque lo de superhéroe de barrio conflictivo (saludito a canción casi homónima de Barricada) queda como encajao de mala manera y no, mal. Raro.

Es pota, cerdo

Simpático guiño a Explota, zerdo -del disco RATAS, mejor nombre de disco por siempre jamás-; una de las canciones que llevó a Soziedad Alkoholika a la Audiencia Nacional hace diez años, cuando en Madrid ciudad el enaltecimiento no era méinstrim ni se hablaba de guerras culturales; pero con una temática muy distinta y cotidiana. Llegas a tu casa a las seis de la mañana en Modo Dios -a ver cuándo hablamos del Modo Dios en que llega alguna gente al curro, que siempre hablamos de drogas recreativas pero aguántalos en MD en el curro-, no quieres que te vean entrar y acabas potando la alfombra. Hay una cosa de Lendakaris que está muy bien y se comenta poco, que es la preocupación y aprecio por la feminización de las tareas de limpieza y del hogar, cosa que encontramos en Hotel Familiarla casa de mis viejos defenderé hasta la muerte, o por lo menos hasta que consigan echarme, tengo lavandería, servicio de habitaciones, solo me botarán con los pies por delante”  o en Cómeme la franja de Gazaestán hartas de limpiar, de parir y de aguantar a Jamás, Alá, Abrahám y Ajmel“. En Es pota, cerdo, se inquiere de modo similar. ¿Qué pasa cuando la alfombra de tu vieja has argomitado? ¿Quién la limpiará? Te puedes hacer una idea.

Arnaldo Schwarzenegger

Aquí han estado perfectos de timing los Lendas porque a Otegi le quedan dos telediarios para salir de la trena. Ironiza con Arnaldo como máquina de votos (sí, aquí también hemos acabado un poco hartos del rollo del Mandela vasco) y parece que las encuestas dicen algo similar, pero tranquis que de aquí a dos sábados tenemos acto de Free Arnaldo en el velódromo de Anoeta, y así seguro que Arnaldo Schwarzenegger acaba siendo el primer lehendakari -el cargo, no el grupo- guipuzcoano de la historia. Que no hay derecho, que ha habido hasta lehendakaris alaveses. No es ni medio normal.

Tenemos a la pasma (Top of the pops)

Desde las escuchas iniciales, en las que puntuaba bien pero no lo MÁCSIMO, he pasado a considerarla la mejor canción del disco y esto solo ha podido ocurrir porque los munipas de Madrid montaron el videoclip perfecto para el temarrasco, certificando punto por punto la letra del mismo. ¡Hoyga, que yo no me he sacau una plaza aquí para no pegar a nadie! ¡Deme funciones!

No les importa que les quiten alcaldías/no les importa perder las concejalías/lo que les toca, las pelotas de goma/es que les quiten a la policía.

A más de una  y a más de uno/les va a joder perder el poder perruno/el miedo va a cambiar de bando/tenemos las porras por el mango.

Y es que cuando andas en la arena política tienes ahí al concejal de la oposición tocándote los uebos, pero con la madera tienes TU MOMENTO. Un MONOPOLIO LEGÍTIMO todito para ti. ¡Ni cuando Telefónica era pública! ¡Un juguete, un caramelo!

La canción está bien porque mete la cuota de EOE necesaria en toda recopilación.

Y lo de ban-do y se cae el del miedo también.

Balance: La primera vez que lo escuché incluso me decepcionó un poco, luego me ha ido gustando más, pero no me parece mejor que Crucificados por el Antisistema o Vine, vi y me vendí; aunque Lendakaris tienen de suyo que cada disco tenga 3-4 canciones que destaquen y sean las que se queden para los conciertos. También en el haber pondremos que haya tres nombres de etarras en 28 minutos que dura el disco (De Juana, Idoia López Riaño y Urrusolo Sistiaga) y el homenaje a bandas de RRV y rock kalimotxero que sobrevuela todo el disco, desde el título de tributo a los Zika, pasando por las canciones de Urrusolo y Es pota, cerdo. En el debe, sin embargo, anotamos algunas quejas populares que nos han llegado acerca de que “no hay ni una puta canción que puedas hacer pogo”.

Pero esto no va para nada de política. Esto no va de apología del terror.

Nota: 7,8/10

Bonus: Entrevista en Insonoro

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