Reflexión ultrarrápida sobre la bandera de La Concha
Hoy ha sido el segundo domingo de regatas en la bahía de La Concha. Para quien no esté demasiado familiarizado con el remo, se trata de una competición en la que, en categorías masculina y femenina, ocho embarcaciones (dos tandas de cuatro), bogan por la bahía donostiarra para hacerse con el que es el trofeo más importante de la costa cantábrica en la modalidad.
Y hoy me he dado cuenta de por qué lo veo todos los años, y de por qué hace tiempo que prefiero verlo por la tele. Es por los PATRONES, cosa que no casa nada con la línea editorial de este blog. Cuando estás disfrutando de la fiesta por las calles de la parte vieja la competición no la atiende NADIE, estás en un bar y preguntas que quién ha ganado y con suerte ves un poquillo la tele entre sidra y sidra. A mí es que me reconcilia con la vida que los patrones y patronas metan esos gritos de ahí, chavales, ahí; sin mirar, SOIS LOS PUTOS AMOS (en serio, esto ha sido hoy en la tanda de honor de chicos) -¿te ha dicho esto algún jefe alguna vez sin ir enfarlopadísimo?-, coge ola, coge ola, hay que ir para la isla, acaba, acaba, esta es, ataca, saca pecho, atrás, OEEEEEEE, en tiempos en los que de tu jefe lo que te esperas es que te hable al estilo del MÁNECHMEN y te ponga un pagüerpóint mientras perora acerca de realizarte dando vueltas por un escenario que parece el altar de la iglesia. No. Remar durante 20 minutos es algo MUY PERRO y solo hay que ver cómo llegan los remeros a meta, que parece que se van a partir por la mitad. Sin embargo, el señor que grita, a diferencia de lo que pasa en tu curro, no está tentado de hacerse el Cristiano Ronaldo y beneficiarse del esfuerzo colectivo para capricho personal. El remo es genial.
Sí a los patrones de remo y a gritar. NO a la peña taladrada del área de recursos humanos hablándote “por objetivos”.
(Para quien tenga curiosidad por ver de lo que hablo, dejo la regata masculina del año pasado). Primera tanda a partir del minuto 18, segunda tanda a partir del minuto 43.