Potitos

Que venga a salvarnos… Que me salve a mí primero

Los Planetas. Que no sea Kang, por favor.

–   Pues Andrea está de ocho meses ya… El otro día le hicimos una fiesta sorpresa con un par de pruebas: la primera era ponerle fotos de nosotras, DE LA CUADRILLA, de cuando éramos txikis, y reconocer quién era cada una –oh, dios, una cuadrilla que NO se conoce desde que iba a la guardería, ¡MILAGRO! (perdón, perdón, ya le dejo seguir)-, y luego le hicimos otra vendándole los ojos y le dábamos a probar potitos y tenía que saber de qué sabor eran… Fue muchísimas risas.

–   (…)

–    A mí los potitos no me gustan, ¿eh? Pero bueno, eran marca Hero, que no eran de marca barata.

Noto algo rozándome en la parte superior del labio, ahí, donde Cindy Crawford tiene el lunar. Dejo mi enfrascadísima lectura de Eres el mejor Cienfuegos (gracias Ainhoa, no se me va a olvidar) aparcada, trazo con el anular hacia arriba para identificar la trayectoria, y sí, es una lágrima. Alegría y júbilo en mi interior porque NO ES UN MOCO y no te encuentras en una situación social incómoda. El jodido ‘podría ser peor’ que ha impedido y sigue impidiendo el avance de tantos grupos humanos. Y por qué mierdas estoy llorando yo ahora.

La respuesta inmediata es que no quiero seguir viviendo en un mundo en el que jugar a adivinar el sabor de potitos Hero y no de una marca barata #AlertaClaseMedia sea considerado “muchísimas risas” por un conjunto de gente, joder, el que sea. Pero hostias, tiene que haber algo más. Ahora la movida es ver CUÁNTO cuesta encontrarlo. Realmente no sé si el problema es que no quiero vivir en un mundo así, en el que haya un solo ser que vea diversión en esto o si lo que me atenaza es el miedo de PODER LLEGAR ALGÚN DÍA a ser así y que encima eso sea signo de felicidad y éxito e integración social o yo qué sé. Sentir asco + la potencialidad cada vez mayor de convertirte en eso que te da asco. El jodido ‘podría ser peor’. Podría ser como ellas. Otra vez. Y lo más groso: no saber qué alternativa es mejor que eso. No saber si existe. Qué haces cuando tienes que escoger algo y no te gusta nada y perder el tiempo ya no es una opción. A ver si estamos (estoy, estoy… Yo mayestático innecesario, perdón) pasando por ESTO, porque no tiene nombre, es ESTO, a secas, para ir a ningún lado, que empiezo a pensar que sí. Que no es la travesía del desierto ESTO. Que lo anterior era excepcional, y lo anterior a lo anterior también, y todo desde el 13 de octubre de 1984 hasta que empezó ESTO era anormalmente bueno. Y que esto es la verdad y que de aquí en adelante esto va a ser así. Y no va a ser así porque luego al final hay algo muy bueno y con un poco de suerte se vuelve al estado pre-ESTO. No, eso no va a volver. Ni nada que se le parezca tampoco. Y calcular. Y medir. Y por qué. Y dónde empezó. Y qué hacer. ¡Y QUÉ HICE! Y voy a matricularme de. Y voy a ver si me meto en. Y a ver si conozco a. Y para qué. Para nada.

Y la decepción. Y el miedo. Éstos sí que no son Guadianas.

Imagen

Buenas noches, amigos todólogos (y lo que pone aquí no es ningún problema, además).

Y sigo con Cienfuegos y me sonrío cuando veo pasajes del libro (fechado 2011) que coinciden en tiempo y forma con mi estancia en Barcelona. Y Barcelona siempre está ahí, en un callejón de la memoria, dispuesta a salir cuando no se la espera para echarte en cara lo poco que la disfrutaste. Pero no, más broncas y más escupirme en la jeta no, por favor. Y me dan ganas también de coger a Plasmariano de las solapas de esas AMERICANAS BAJONERAS que lleva y decirle que yo el lunes tenía que sellar el paro (sí, trabajo pero sello el paro, esos contratos kafkianos que te hacen preguntarte quién sale ganando con esto porque yo no, que sí, que no, que nunca te decides, que no te vamos a dar la tarjeta para entrar a la redacción, no vaya a ser que te sientas cómoda, así que llama al timbre) y que no, que no juego a esto más Mariano, que voy asimilando que a partir de ahora no trabajar va a ser lo normal. Cobrar el paro será excepcional también. Habrá que coger una bola de cristal, adivinar cuánto tiempo vas a estar en el paro + cuándo te van a echar del trabajo que estés haciendo ahora y en relación a eso, ahorrar un dinero todos los meses para sufragar los gastos de ese tiempo en blanco. A ver qué dejo de pagar. Que te acostumbras a comer tres veces al día y claro. Para haber ahora tanto abogado de las soluciones ‘técnicas’, se parecen mucho, muchísimo, a las monjas del colegio: “oye, que en África se están muriendo los negritos de hambre, así que no te quejes”. Ojalá salten todos la valla de Melilla y nos den un palazo en los morros. OJALÁ. No hay que informarse, ni mucho menos formarse, ojo, ya hemos llegado al estadio en el que hay directamente que ADIVINAR y hablar con la de la peluca blanca de Neutrex. Felicitémonos un poco: será la época del criterio propio -porque no se va a poder mentir más de lo que nos mienten, nos mentimos, ahora-, de las mujeres somos las de la intuición o algo. No sé, Mariano, yo que tú hacía las cosas bien y mandaba a sellar a la gente que trabaja, no a la gente que está en el paro. Empleo Guadiana. No, no voy a sellar más. Me come los huevos por debajo del culo. No voy a ir a África a ver pobres como hace la gente buena. Empiezo a pensar por vez primera ya en serio que experimentaré yo misma la pobreza con toda probabilidad, no estaré ‘cerca’, ni ‘me solidarizaré’. Estaré dentro, y a lo mejor tú que lees esto también. Y a lo mejor salimos en Callejeros. Y cambiarán los umbrales para que parezca que no, pero sí. Y los potitos de pollo a la jardinera están ricos. Son muy muy fin de mes.

potito-de-merluza-con-arroz-hero-baby-1-tarro-250-gr

Potitos de pescado: mi noción actual de «probar cosas nuevas».

Son las tres menos diez de la mañana, me pita y me duele el oído derecho como si todos los militantes del Partido Comunista Chino hubieran quedado para criticarme a la vez. No quiero beber nada. No quiero comerme nada. Qué jodido es que los cajoncitos que almacenaban la bisutería de la SuperPop ahora guarden otra clase de mierda. No, joder, no tiene ninguna importancia. Ya vale de buscar significado a todo, gilipollas. Es una debacle cuqui. Debacle no. Estado definitivo, hemos dicho. Alto el fuego permanente. Ojalá se apareciera aquí mi yo de trece años, el que usaba esa bisutería, pudiera postrarme, pedirle perdón por todo lo que no ha acabado siendo, no, mejor, por todo lo que SÍ ha acabado siendo y por todo lo que ha tirado, sobre todo por eso, por lo que ya no se puede arreglar; y ojalá que mi yo de trece años me empezara a pegar patadas en la boca del estómago con sus plataformas y me enderezara de una vez mientras trato de explicarle por qué no tengo nada que ofrecerle. Ojalá.

Es curioso: uno estaría tentado a pensar que cuando acontece una catástrofe privada, el mundo tendría que actuar conforme a ella, reaccionar de algún modo, admitir que está sucediendo. Y, así, empezar alguna interrupción de lo cotidiano: una huelga general, o un eclipse solar, o un chaparrón bestial. Pero nada. Mi mundo se precipita al vacío, y el mundo ajeno ni se inmuta. Ni pestañea.

Kiko Amat. Eres el mejor, Cienfuegos.

Publicado en Sin categoría | 3 comentarios

Nueve años sin Carmina Ordónez. Nueve años sin La Divina, hijos de puta. Nueve años con miedo a ducharme en lugares sin alfombrilla antideslizante.

Publicada el por nai | Deja un comentario

Me gustan las cosas sencillas

Me he preguntado alguna vez si el hecho de que me gusten las cosas sencillas tiene que ver con que considere que hay muchas cosas que son demasiado caras y no me puedo permitir, y he logrado de alguna manera engañar sutilmente a mi cerebro para ser responsabilísimo y no vivir por encima de mis posibilidades (cabría aquí preguntarse por qué no todos tenemos las mismas, y cabría decir que normalmente no se debe a mérito sino a suerte y relaciones, y oigo ya los gritos de ‘puta comunista’ de fondo) y viajar un montón, por ejemplo. No te lo vas a poder pagar, así que mejor piensa que no te gusta. O sea, sí te gusta, pero no. Moriré viendo seguramente menos de veinte países. Los aeropuertos me parecen un coñazo. Los hoteles me parecen un coñazo, con sus horarios regulados de desayunos. Los hostels me parecen un coñazo aunque ‘conozcas gente de muchos países y TE ABRA LA MENTE’. ¿Qué cojones es ABRIR LA MENTE y POR QUÉ SE ABRE SÓLO EN OTRO PAÍS? Me parece una chorrada meterte siete horas de avión para ir a la playa si tengo una a doscientos metros de casa. Lo siento, no puedo ser exótica, no puedo ser viajada. No me sale. Yo quiero, os lo juro. Que a la gente viajada la respetan. Pero no me sale. A mí me gusta ver el Tour con la persiana bajada en bragas, en mi casa, y beber una Voll Damm Doble Malta mientras tanto de la que le compro a la polaca cuando vuelvo de esa playa que está a 200 metros de mi casa por 0,95. No es muy respetable, pero no estoy muy segura de qué hay que hacer para cambiar eso. No estoy ni siquiera segura de si realmente quiero cambiarlo. De momento punible no es, pero no le faltará poco.

Me gustan las cosas sencillas. No tengo ni puta idea de usar un GPS o un esmarfón. He cogido un iPad dos veces en mi vida y a los cinco minutos ya estaba hasta los cojones de él porque necesito tocar botones. Steve Jobs: me dan igual tus fobias o lo que tú tuvieras pensado para el mundo: yo necesito que suene un botón, y baje para abajo, cuando lo toco. No, tampoco voy a aprovechar trayectos en el metro para estudiar chino… No necesito (ni la sociedad tampoco lo necesita, os lo aseguro), que el 100% del tiempo en que estoy despierta sea ‘productivo’, ‘market oriented’ y enfocada al bien social. Mi noción de bien social es Camela, dejémoslo ahí. La era tecnológica se me va a llevar por delante y lo de dejarlo todo (bueno, para dejarlo todo hay que tener algo, y yo no tengo nada) para repoblar un pueblo abandonado ya no es algo que dices cuando vas pedo. Y no va a ser elección, va a ser necesidad. Voy a seguir haciéndolo igual, lo que decía antes del metro, digo; y a imaginarme la vida de la chica de aros dorados de mi derecha o a bajarme en la misma parada y perseguir a ese señor de traje ahora que tengo un poco de tiempo para ver si he acertado dónde trabaja –más o menos-. Y no, eso no me convierte en  una vaga o parásita. Ya tengo la suficiente seguridad como para saber que eso no es así. Hay cosas peores que ser vago, como ser un hortera y pagar a tu hijo sus apañitos de trading  robando dinero de ese que dices que El Estao ™  te arrebata.

Me gustan las cosas sencillas. No soy de Carmina Burana, soy de Carmina Ordóñez. Y qué. No sé de cine. Me cuesta muchísimo mantener la atención sobre lo que pasa en un país, y cuando intento volver a cogerle el tranquillo el panorama ha cambiado por completo (mira que quise ponerme con Siria desde el día 1, y no hubo manera. Luego quise volver a ver qué había pasado pero ya iban por la temporada 7 u 8 los hijos de la gran puta). No me interesan los debates. No me interesa lo que diga un coach. No me interesa lo que diga Alfonso Guerra. ¿Se puede crear el interés? ¿Me tengo que poner un palillo en la boca y entonces… Magia? No entiendo cómo a alguien le puede gustar ir a un museo, y he sido redactora de la sección Cultura. Es imperdonable. Yo lo intento, pero es que no le veo la gracia a arquear medio cuerpo para adelante detrás de una catenaria y quedarse mirando un cuadro. ¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBE PASAR? ¿Sale un señor y te habla? ¿Ves los pliegues del vestido de una menina y eso tiene algún significado? No sé, no lo entiendo. Os juro por lo que más quiero que es mi madre que yo QUIERO entenderlo, pero no puedo. Y claro, si no te has leído la Historia del Arte de Gombrich quién de provecho te va a querer. No me enorgullezco, pero tampoco tengo porqué pasar vergüenza, quiero decir, no veo la RAZÓN por la que debería pasarla.

Me gustan las cosas sencillas. Nunca tendré un buen trabajo (y sí, comotellames Punset, sí importa de dónde vienes, y bastante). Seguramente pasaré tanto tiempo de mi vida trabajando como buscando trabajo (ya es así de hecho). Por eso la realización laboral nunca me ha importado, porque ya me conozco un poco y sé que de ser así viviría toda la vida amargada (más). Y fruto de esto mismo seguramente tampoco ganaré ningún premio. Mejor, porque lo paso fatal hablando en público. Si alguien me felicitara por algo empezaría a preocuparme muchísimo. Tampoco sé conducir. Sin coche para ir a trabajar y sin saber hablar delante de gente no te quieren en ningún sitio. Pero si pides un crédito para comprarte un coche tienes que tener un buen trabajo que te permita afrontar los plazos. Y eso ya no existe. Y si te echan y no puedes seguir pagando, la culpa es tuya. Tengo MIEDO de decidir lo que sea porque decida lo que decida estará mal. Por eso me gustan las cosas sencillas, porque me gustan porque sí y porque no decido sobre ellas. Sólo me gustan, sin explicaciones, sin consecuencias. Me gustan y ya está. Y vivo en una pequeña parcela de felicidad cuando veo a dos ancianos arrugados como pasas fumando un Marlboro a medias en la playa, y ni siquiera la escena es muy estética y me río cuando estoy tomándome un café con el Diario Vasco enfrente, porque sí, me gusta leer el periódico EN PAPEL –no me adapto, no, y sufriré las consecuencias, y aprende a programar y mira a ver si te operas las tetas –meritocracia- y compensas lo de tener un nombre tan cani y unos apellidos tan feos, que hay que gustar y vivir para otros YA LO SÉ-, y veo a “los amigos de Illarramendi” (bonito nombre para un grupo musical), treinta tíos en pantalón corto en el Bernabéu y el amigo al que el traje le queda como a un cristo dos pistolas. Y sé que sólo viendo esa escena hay alguien que ha pensado en mí. Me gusta mucho saber que sólo yo sé algo. Se parece mucho a la sensación de estar en un lugar a tomar por el culo y saber que nadie puede encontrarte, o a tener el móvil apagado tres días en el bolso Y SABERLO y no hacer nada para remediarlo porque no ves en ello ningún mal, y si es algo muy importante ya le darán el recado a alguien y ya me enteraré. Me gustan muchas cosas inútiles en realidad, y así me va. Supongo que es lo justo.

Me gustan las cosas sencillas. Y una ya ha vivido un poco y se da cuenta de que el que se vanagloria de saber normalmente no sabe tanto, solo finge mejor que sabe. Solo tapan mejor su ignorancia, sus miedos y sus manías. Yo soy muy expresiva con estas tres cosas, que luego creas falsas expectativas en la gente y vienen las lloreras. Bueno, y también porque no soy hábil disimulando, qué cojones, ojalá lo fuera. Si supiera mentir mejor seguro que me querrían en algún sitio, en un partido o algo. No lo hago por grandes valores de HONESTIDAD ni cosas así, o por DORMIR TRANQUILA, sino porque ya tengo otras cosas de las que preocuparme y no quiero añadirle a ellas lo de justificar mi biografía, que es injustificable. He tomado tantas malas decisiones que hubo un punto en que mi vida era ingobernable nivel Italia+1. Y qué. En general nuestras vidas son una mierda, tienen pocas cosas salvables, y lo poco salvable que tienen son otras personas, sobre las cuales no tenemos ningún tipo de mérito o derecho. Bastante que nos las hemos cruzado por el camino. Y sí, la mayoría de vosotros que leéis esto os parecéis muchísimo a mí. En otras facetas, pero muchísimo igual.

Es toda esta misma lógica que me lleva a sentirme profundamente incómoda en un congreso y como en mi casa cuando entro en el tugurio más decadente de la tierra. Ojalá fuera al revés, en serio, y tener una vida más ejemplarizante. Porque cuando eres ejemplarizante tienes menos miedo, seguro. Tienes a gente diciéndote constantemente lo bien que todo va y que estás en el buen camino. Echo de menos no tener miedo. Es la única cosa complicada que creo que me gusta de verdad.

Me gustan las cosas sencillas. Y es de mediocres. ¿Este listón quién lo pone y quién lo quita, que los pedestales también son de quita y pon? Hecho este repaso, ya solo nos queda justificar que sigamos por aquí ateniéndonos a la legalidad: no he robado, no he matado, no tengo ni una multa de tráfico (obvio, no tengo coche). Lo mejor que he hecho en la vida ha sido, pues, no hacer. Pero esto también se nubla cuando descubrimos a qué me dedico los sábados por la noche en los karaokes. No es que yo no haga ningún bien ahí, es que socializo el sufrimiento. Bien, entonces es posible que yo sea perfectamente ejecutable. Traedme el mono naranja.

También secretamente pienso que como me gustan las cosas sencillas seguramente soy más feliz que la mayoría, porque de hecho lo extraordinario, y muchas veces lo prestigioso, me incomoda. Pero yo ya no voy a cambiar. Y no, aunque lo hiciera, no tengo pinta de ir a mejor.

Publicado en Sin categoría | 3 comentarios

Brasas del siglo XXI (I): entrepreneurismo y formación continua.

La brasa entrepreneur. El ‘nena tú vales mucho’ del terreno laboral. Hombre, yo lo entiendo, que es un pensamiento muy bonito. Lo de autónomo no es cool, y pagan muchos impuestos. Así que vamos a ponerle otro nombre y a asociarle, además, #valors. Qué hijoputas los americanos, cómo saben vender. La idea subyacente: en un mercado laboral excesivamente regulado y en un país de paletos, YO, O SEA, YO, estoy por encima de eso, soy más guapo, más listo, he visto más mundo y levantaré mi imperio desde la nada. Y además tengo un garaje y un par de cables.

La idea de la emprendeduría es atractiva porque entronca bastante con la nación de tenderos de la que hablaba la Thatcher. Un país al borde del abismo y un montón de pymes REMANDO JUNTAS HACIA EL BIEN COMÚN. En el plano colectivo tiene este punto patriótico molón de rescate del país de sus cenizas y tal, en plan ‘todos somos héroes’, un poco como cuando juega la selección y decimos que ‘hemos ganado’, pero en este caso poniendo de verdad nuestro ninerito y el TALENTO que un señor de un cursillo de formación del INEM nos ha dicho que tenemos, después de años de no haberlo oído ni en nuestra casa, seguramente porque nuestra madre nos conoce mejor.

Claro, en el plano individual la idea entrepreneur es preciosa, porque permite una fusión de eso que te apasiona con la forma de ganarte la vida (a ver a quién no le ha llegado al spam de su mail un correo encabezado con un ‘si amas lo que haces, nunca será un trabajo (Confucio)’ de un señor de Australia que quiere extender una filial de lo suyo en España y te necesita JUSTO A TI, JOVEN ESPAÑOL), y como no ligas y no puedes desarrollar un PROYECTO COMÚN, pues optas por desarrollar un proyecto individual que potencie tus inexistentes capacidades y que te haga poder vivir de ello mientras contribuyes al bien social. Entonces serás un ONVRE hecho a ti mismo que ha peleado con uñas y dientes por su PASIÓN y por salir adelante desde la nada más absoluta. Entonces sí, entonces ligarás porque podrás contar esta pamema por las discotecas de los pueblos de España. Bueno, en realidad no. La trampa está en asignar valores casi metafísicos a abrir una puta peluquería canina. Pensad en toda la gente que vive de esto, de toda esta narrativa DE MIERDA: libros, cursos, técnicos de ayuntamientos, la CEOE… Tiene que ser algo ELEVADO y cuasirreligioso eso que te venden para poder seguir con la mentira, claro. ¿Cuánto hombre que dice que se ha hecho a sí mismo –es decir, que ha triunfado con su negocio- partía, en realidad, desde una posición ventajosa? La inmensa mayoría. ¿Cuántos lo van a reconocer? Ninguno.

Claro, luego viene la realidad, pero oye, aquí hay de todo y a quien la carrera de obstáculos le pone (amo este post y el ODIO que destila YA desde el título) y piensa que LA HISTORIA LE GRATIFICARÁ y a lo mejor le dan algún premio y le entrevistan en la Contra de La Vanguardia. Entonces vamos a mi negocio de cupcakes, perdón, mi START UP. Y la liada. Y una ayudita del Ayuntamiento –recordemos que toda la BRASA viene de decir que creas todo DE LA NADA, así que igual ‘de la nada’ TAMPOCO-. Que si capitalizo el paro. Consigues por fin abrir la persiana, eres un héroe que se ha enfrentado a la ventanilla única. Entonces pueden pasar dos cosas:

1-      Que salga bien -> Seguimos con el rollito ‘hombre hecho a ti mismo’. Otros tienen que cerrar, tú no. Porque has investigado mejor el mercado y eres ESPECIAL (la realidad: el lobby de tu sector ha conseguido condiciones ventajosas soborno mediante pero EH)

2-      Que salga mal -> Toda la culpa es tuya. Sin paliativos.

Claro, yo estoy acojonada porque hasta BILDU ha caído en la brasa entrepreneur. Me llegó el otro día un folleto a casa y subí en el ascensor con lo típico: sudores fríos y demás. Maiorga Ramírez en la escuela de verano del Juan de Mariana en Lanzarote. Marian Beitialarrangoitia firmando artículos en Libremercado. No sé. No sé ya qué clase de escenarios raros nos podemos encontrar.

Imagen

Esto es socialización del sufrimiento y no la ponencia Oldartzen.

¿Pero qué demonios pasa aquí? ¿Por qué triunfa el ‘hazlo tú mismo’ laboral? ¿Por qué Plasmariano quiere aprobar una Ley de Emprendedores? La razón más evidente es porque no es que sean malos, es que no tienen ni putísima idea de qué hacer para arreglar lo del paro. No tienen ni idea NI INTENCIÓN DE HACER NADA, ADEMÁS. Entonces, VAMOS A DELEGAR, vamos a hacer florecer la idea de que sois TAN BUENOS CIUDADANOS y estáis TAN BIEN PREPARADOS que con un empujoncito nuestro pues os podéis montar el chiringo vosotros mismos. SI LUEGO LAS REGULACIONES SON UNA TRABA (cuñita para tener contentos a los #LET mientras os freímos a impuestos a todos porque ya no tenemos de dónde sacar). Y si todo esto sale mal, siempre, siempre, y como se ha puesto el foco de la creación de empleo en el individuo, echaremos la culpa al individuo -inserte respuesta repipi de ‘el trabajo lo crean las empresas mimimiimi’- también y nos lavaremos las manitas, algo así como lo que ya se ha hecho con el tema hipotecas («no se informaron bien», el tema incentivos a la compra apenas se toca, por ejemplo). ¿Qué sale bien? Pues ole los cojones del Gobierno español.

Pero digámoslo claro ya todo de una puta vez. Lo que pasa es que hay gente que, así tal cual, vive de que las cosas no funcionen. ¿A dónde irán todos los profesores de «Community Manager para tu nuevo negocio» cuando todo el mundo tenga trabajo? Y en esta línea va también el siguiente tema: la brasa de la formación contínua.

La formación continua: estudia hasta morir.

Y bebiendo de lo anterior… Puede que tu START UP no triunfara porque a lo mejor ‘te faltaba formación’. Y aquí han encontrado otra mina de oro estos cabrones. La idea debajo de toda esta historia de la formación permanente está bastante clara si se rasca un poco, y podemos resumirlo en “hagas lo que hagas, nunca será suficiente”, e incluso en “hagas lo que hagas, la vas a cagar”. De repente nos convertimos en niños metidos en un Ford Fiesta de camino al pueblo preguntando cada cinco minutos si falta mucho. Primero la FP era donde iban los vagos, así que escogimos ir a la Uni. Luego ya dentro de la Uni si eras de letras mal también, se les llenaba la boca con ‘haberte ido a ciencias’ cuando te ibas al paro –o sea, la carrera tiene que cumplir el requisito de apasionarte y ‘tener salida’ como se suele decir, las dos a la vez, si no, MAL-. Luego que eso tampoco, que tenías que tener un master. Luego que otro. Y al final, la desregulación llegó a incluso a la ingeniería. Luego que idiomas, que inglés solo no, que ahora chino –tenías que ponerte con el chino sin haber acabado de aprender inglés Y RAPIDITO, QUE HAY QUE ADAPTARSE-. Puedes hacer TODO BIEN, ir a lo que tiene salidas, aprender el idioma que te abra más puertas… Y todo con pasión y optimismo. Y sin recibir absolutamente nada a cambio durante ninguna parte de ‘el proceso’. Y no, eso no basta. Hay que hacer un experto universitario, un especialista, una polla en almíbar. Y ya te digo yo que si no has nacido en la familia adecuada nada de esto sirve. Ahora, que si quieres vivir en la burbuja de la posibilidad de hacerte a ti mismo desde abajo, rollo Estates, me parece muy bien. SUERTE.

¿La realidad? Que lo que quieren es mantenernos cuanto más tiempo mejor en el sistema ‘educativo’ formal o informal no por esas altas aspiraciones de ‘talento’ y ‘valor añadido’ que nos va vendiendo la secta del coaching, no. Simplemente da la sensación de que estás ‘en tránsito’ hacia un futuro brillante fruto de tu esfuerzo y de muchos termos de café. ES QUE YO ME HE FORMAO, NO COMO LA GENTE QUE QUERÍA DINERO FÁCIL CURRANDO EN LA NOCHE. Bueno, esa suficiencia y que al Gobierno le interesa un poquito porque maquilla las cifras de paro y aparte puede acuñar frasazas como la de la Generación Más Preparada de la Historia ™ -> NO TRABAJA NI UNO, PERO ES PORQUE CUANDO SALGAN SERÁN DIRECTIVOS TODOS. Luego ya podemos ir recalando en casos más personales de gente que tiene inteligencia emocional cero si saca la nariz fuera de un libro (y miedo escénico total a formar parte de un entorno de empresa con jefes, subjefes, compañeros, etc.) y por eso no les echas ni a palos de la Universidad (postpostpostpostdoctorado con 47 años) PERO NO ES EL TEMA AHORA.

Imagen

Todas mis fobias juntas en un pantallazo.

A mí que una persona de treinta años como treinta soles me diga con orgullo que no tiene ni un puto día cotizado porque se estaba ‘formando’ porque pensaba ser elite ya me va dando como cosica. Y no les culpo, que conste. Porque hasta hace cuatro días regía el mantra de que básicamente TODO era culpa de que la gente se había puesto a lo loco a trabajar en la construcción –esto en formación, en el mundo laboral las culpas van para los hipotecados, como veis, todos yendo AL FONDO DEL ASUNTO y ensañándose con la gente a la que más se parecen, pensando que ellos son MENOS TONTOS-, y cuando estalló todo esto en lo que estamos metidos ahora se incidía en que la culpa era de que la gente había dejado de estudiar y vivimos en un país con sectores sin, cuidadito aquí, VALOR AÑADIDO -¿añadido a qué?-. Entonces, como no sabemos tirar por la calle de en medio, pasamos de ‘¿para qué cojones voy a estudiar si luego gano más en un trabajo que no requiere estudios y encima si se enteran de que tengo estudios me mandan a la calle –ah, los entrañables currículums B-?  a ‘Voy a estudiar un montón que así luego salgo muy preparado y tendré un trabajo ESTABLE y un contrato BUENO –y puedo estar más años diciendo en casa que no me pongo a trabajar porque me estoy formando, y además lo de buscar trabajo es muy cansao y mejor lo retrasamos hasta que las cosas mejoren-‘.

Pero rasquemos un poco más y detengámonos en ese ‘en tránsito’ y en ese ‘nunca es suficiente’ que he mencionado más arriba. La otra idea de fondo, la realmente jodida, es que una vez que te pones a trabajar, y como nos hemos movido a un escenario de LA VIDA ES FORMACIÓN, siempre estarás, presuntamente, ‘aprendiendo’, lo cual viene a justificar que nunca seas un trabajador ‘por completo’, es decir, con todos los derechos que ello conlleva. No te podemos dar todo porque eres un proyecto de algo y aunque tú pienses que sí, no tenemos ninguna intención de compensarlo. No llegas. No eres lo suficientemente bueno. Esa es la idea de fondo del trabajo en precario, la contraprestación a ‘es que te estamos formando’. Ya te contrataremos. No ocurre lo mismo con tus deberes, que sí serán los mismos. Además es vil: tienes que adaptarte al entorno cambiante del mercado MUY RÁPIDO, pero eso sí, a cambio de una promesa que llegará en el largo plazo, o sea, NUNCA. Y que se puede incumplir y no pasa nada. Y la idea de que si te pasa algo de esto, ha sido porque tú no has hecho lo suficiente, parásito. Si va bien, mérito de la empresa. Si va mal, demérito exclusivo del trabajador. Todo es proyectivo, pero nada se materializa. Otro pacto social roto. Otro más. Y si te quejas, te dirán que lo quieres todo hecho, o que eres un impaciente. Quieren mantenerte de segunda mientras te acusan de inmaduro. Un ‘encima de puta poner la cama’ de libro.

De verdad: nunca se ha echado la culpa a una generación de TANTAS cosas cuando ni siquiera ha tenido la opción de acceder a ningún tipo de responsabilidad para poder actuar conforme a sus intereses. Es acojonante. Han pensado por nosotros y nos hemos dejado. Pero es que si no nos hubiésemos dejado, estaría también mal. Recuerda: hagas lo que hagas, ya vendrá alguien con todo hecho a decirte que lo tuyo está mal. Pero como muy sabiamente dice el coautor de este blog DE QUIEN ESPERAMOS QUE SE MANIFIESTE DE UNA PUTA VEZ, todo es desregulable, prescindible, toda dualidad es suprimible… Hasta que te desregulan a ti. Y oiga, es muy placentero verle la desregulación a esos que creían tenerlo todo hecho y pensaban que a ellos les iba bien porque eran más listos, y cuando dejó de irles bien empezaron a echarle la culpa al entorno. Y ya no hay nada seguro, así que yo no me arriesgaría a rajar de ‘vagos, parásitos, gente que no se informa, gente que quiere vivir por encima de sus posibilidades y gente de letras’. Porque igual alguien decide que TÚ que lees esto mañana mismo pertenezcas a una de esas categorías. Aunque tú pienses que no. Da igual lo que tú pienses. Que no chaval, que te dicen que sí, y aquí tú no decides ni pintas nada. Y lo que hagas tampoco importa. Porque cambian las reglas y mueven la portería cuando les sale de los cojones. Coño, así todos sabemos. O sea, que la cosa ya no es ‘cumplir con las reglas’ sino saber quién está en disposición de crearlas y cambiarlas. Pero claro, tratar de modificar eso es MUY PESAO. Así que voy a sacarme otro especialista universitario.

Publicado en Sin categoría | Etiquetado | 5 comentarios

Peligro, ************experiencias**************

McDonald’s. Tu McMenú con helado de Oreo y caramelo por dos euros más (precio original, si lo pides por separado después de terminar, 2,75, pero como HAY QUE AHORRAR, pues lo pido junto y o bien me como el McMenú a toda hostia o me como el helado derretido. Qué problemas). Tu brasa existencialista. Tineiyers cantando One Direction, con bastante buen inglés por cierto, mejor que el del meritocrático Botín seguro; la señora con los niños que ya ha agotado TODAS las servilletas del local para limpiar la mierda que ha dejado el mayor y tira de las toallitas del culo del pequeño… Nihil novum sub sole. La bandeja, con su mantelito de papel de los cojones. El mantelito al que si le das la vuelta te aparecen las calorías de todas y cada una de las mierdas que puedes comer allí. Y por delante, LA PALABRA: EXPERIENCIAS.

Ahora resulta que con la bebida te dan un código con el que te regalan EXPERIENCIAS. Ya no se regalan regalos. En otro colmo de la pedantería y la pomposidad, aportemos un plus de yoquéséquécojones a un detallito. La Umma autoayúdica tiene mucha culpa aquí. Tu vida está conformada a partir de ahora por ‘experiencias’. No te sientas culpable por no tener un objetivo definido, que puedes EXPERIMENTAR -como eufemismo de ‘no vas a conseguir absolutamente nada duradero y vas a tener que andar a salto de mata y de caprichito en caprichito’-. Pero esto es desviarse mucho. Centrémonos.

Bien: veamos lo que nos propone la firma de los arcos dorados. Divide las EXPERIENCIAS en cinco secciones: Belleza (depilación, manicura, masaje, pedicura, peluquería, pilates, reflexología, reiki, tratamiento corporal, tratamiento facial, taichi, yoga y circuito spa). De aquí ya hay por lo menos tres cosas que no tengo ni puta idea de lo que son, pero detengámonos en algo importante: ¿Desde cuando depilarse es una experiencia? ¿Qué ha cambiado para que hacerse las ingles brasileñas haya pasado de ser una putada a una experiencia? Espero ansiosa vuestras respuestas.

Luego está deportes: boxing, o sea, BOXEO; clases dirigidas, defensa personal, entrenador personal -personal en plan ‘nena, tú vales mucho’-; golf, natación, pádel -por lo menos lo han escrito en español, ya es algo-, roller blading, o sea, PATINAR; suscripciones al gimnasio, tenis y zumba. Que tampoco sé lo que es.

Sección tercera. Aterrador. Hobbies. Horror, terror, pastel de costo: Boleras -tiene c0jones, con el daño que ha hecho McDonald’s a los recreativos en general-, canto, cerámica -target: fans de Ghost-, clases de baile, corte y confección (!), dibujo y pintura, fotografía (modernos alert), idiomas (¿qué clase de gente tiene un idioma como hobby? Que me lo expliquen también), interpretación y música.

El apartado gourmet es lo más cerca que he estado del dolor últimamente: Art coffee, o sea PONER CARAS DE OSO PANDA A LA ESPUMA DEL CAFÉ. Toda una EXPERIENCIA; cata de whisky. TERROR. Miedo a que vayan a hacer con el whisky lo que han hecho con los gin-tonics. «Primero fueron a por los gin-tonics, pero no dije nada, porque yo no bebo gin-tonics. Luego fueron a por el whisky, pero guardé silencio porque yo no bebo whisky. Cuando vinieron a por mi ron, ya no quedaba nadie para hablar». Pero sigamos, sigamos. Arreglos florales, clases de cocina, clases de decoración de cupcakes, O SEA, MADALENAS, tartas, etc; clases de huerto urbano -sospecho que nosotros teníamos uno en casa ya en los 80, pero todavía era underground y un poco paleto y no íbamos diciéndolo por ahí, no sé-, clases de repostería (DETENGÁMONOS AQUÍ. ¿Por qué los cupcakes y tartas van en una subsección distinta que ese global de ‘repostería’? ¿Qué tienen de especial? ¿Por qué no son repostería al uso?).

Imagen

Un fantasma recorre los bares.

Y sí, entonces llega el CURSO DE INTRODUCCIÓN AL GIN-TONIC. O sea, hay ya NIVELES de gin-tonic-ismo. Si hay cursos de introducción al gin-tonic eso quiere decir que ya hay gin-tonic nivel avanzado o gin-tonic nivel experto. Seguro que sin yo saberlo hay ya un Proficiency de gin-tonics, un TOEFL de gin-tonics. Y de aquí al master universitario, que digo al master, al doctorado, no hay nada. El otro día paseaba por la Parte Vieja y ya me encontré el típico bar de toda la vida reconvertido en GASTROTECA y a señores vascos con copa de balón bebiendo gin-tonics con cosas flotando. Enfrente del frontón de los conciertos borrokas. No sé, OLA BILDU K ASE, GOBIERNA O K ASE. Un poco de orden, j0der.

Continuemos hacia el abismo, por favor: ruta enológica, o sea, BEBER VINO; taller DE CATA DE ACEITES, o sea, UNTARLO EN PAN Y COMÉRSELO; visita gastronómica de quesos, o sea, COMÉRSELOS, y visita guiada a bodegas (¿Diferencia con la ruta enológica? Pues vaya usted a saber. Pero ponemos MUCHO, para que parezca que haya más OPCIONES, que muchas opciones es BUENO).

Terminemos con ‘aventura’, mi sección favorita porque potencialmente cualquiera que practique estas cosas tiene más oportunidades de morir: barranquismo, buceo, bungee jumping (o sea, PUENTING. Esto lo aprendí en la misma clase de inglés en la que me enseñaron que parking es en realidad car-park. Pero el bungee jumping es muy muy expresión de esa gente que se ríe de que Gordillo diga ‘al coño de su puta madre’ y en una conversación te meten OUTSOURCING sin ton ni son. Que hay que seguir las reglas, pero que el idioma me lo follo cuando quiero que para eso soy una persona internacional. Molas más porque hablas COMO PITBULL. Dale). Proceed: conducción de superdeportivos en circuitos -millones de cuñados ya haciendo cola para pedir su McMenú, y para el niño ni Happy Meal ni hostias, se come el McMenú aunque no quiera. Pero al cuñado le gustaría, todos lo sabemos, que el superdeportivo no se condujera en circuito, que se condujera EN CIUDAD pa’ que LE VEAN-. Equitación, kitesurf, moto acuática, paintball, parapente, rafting, senderismo, o sea, ANDAR, andar como EXPERIENCIA, tócate los cojones-; spheratoon -la movida esa que te metes en un balón gigante y andas por el agua. Sí, yo también he aprendido el nombre técnico ahora-, tiro con arco, water jet pack (no soy capaz de saber qué coño es ni viendo la foto), windsurf y surf.

Y ya. Y gracias.

McDonald’s ahondando en esa culturilla del hobby de crisis, en esta culturilla pseudolumpen del mejor esto que nada y encima no te quejes que podría ser peor. Como no tienes un duro para irte de vacaciones, pequeños caprichos de poco valor, así, para ir tirando. Carpe diem + Al hamdu lilah. Mirad la proliferación a vuestro alrededor de tienduchas de manicura. Y de ese cáncer que son las franquicias de yogur helado. El caprichillo low cost, el polvo rápido porque meterme en una relación ni me lo planteo del ocio. Pero disfrazado de algo importante, y por eso le llaman EXPERIENCIA los hijos de la gran puta.

Te damos un código y luego ya tú eliges lo que te dé la gana. Ah, la extensión de la puta mierda de la ‘tarjeta regalo’ de Bershka. Bah, ponemos treinta euritos y ya que se compre ella lo que quiera. Que parece que te hacen un favor, pero que en realidad es un ‘ni nos hemos molestado en ver lo que te podría gustar’ que decíamos aquí. Que tenemos MUCHO LÍO.

En fin. Más y más mierda, eso sí, perfectamente empaquetada y vendible. Gracias.

Publicado en Sin categoría | 2 comentarios

Los recomendadores

Una de las cosas más ‘satisfactorias’ (quizá la única) que me encuentro en las redes sociales es eso de que me pidan recomendaciones literarias. Yo también las pido, claro. Y de cine, que lagunas no, tengo el lago Ness en ese ámbito. La mayoría de las veces me las pide gente que no conozco de nada. En ese caso sólo puedo decirles lo que me gusta a mí, que en el 90% de los casos no pasará a la historia de la Literatura, quizá contarles un poco de lo que va la historia para que decidan si les gusta o no. Otras, sé que esa persona no tiene nada que ver conmigo, y no me queda más remedio que decirle que lo siento, que no soy la persona indicada, que esto está lleno de gente que seguramente sabrá decirle eso mejor que yo.

VLUU L100, M100  / Samsung L100, M100

Los neoilustrados te aplicarían la Ley de Incompatibilidades por esto. Si pudieran, trabajos forzados también.

Pero sí, también en este ámbito hay tocapelotas. Hay gente que se cree ya tanto su pátina de infalibilidad que no da consejos, da órdenes. Hay gente que ni se molesta en considerar que aquello con lo que podría disfrutar su interlocutor no tiene necesariamente que ser lo mismo con lo que disfruta él. Ser amable con la persona con la que estás hablando consiste -en mi opinión, claro-, en saber ‘leerla’ e intentar que cuando coja algo para leer sea algo que le haga disfrutar. Pero claro, eso requiere de cierta empatía y de molestarte un poco en conocer a tu interlocutor. Eso, claro, no lo van a hacer. Que igual es rebajarse muchísimo. Y ellos están aquí para eso, para que te avergüences de no ser como ellos. Han llegado para sentar cátedra y hasta que no lo hagan no se van a ir.

Y si te desvías es que eres un paleto. Que esto que te estoy diciendo yo es literatura universal, chaval. Por no decir lo mal que te suelen hacer sentir cuando lo que lees son best sellers. ¡EL VULGO! Ya no les basta que leas. Tienes que leer lo que ellos dicen. Tiene que estar en el ranking. Todo esto enmarcado en el «qué se supone que tiene que hacer un…» que veníamos diciendo aquí, y que a mí viene dándome un miedo tremendo desde hace un tiempo porque cada vez me voy pareciendo menos al ciudadano respetable, creo. Y no sé muy bien cuáles son las consecuencias de no serlo. Que me lo expliquen ¿Qué se supone que tiene que leer el señor -sí, señor, no señora- que coge el Pronto en la playa? ¿Qué está ‘bien’ leer y qué está ‘mal’ leer? ¿Por qué Juego de Tronos sí, si a mí me parece un puto coñazo? ¿Quién mierda está poniendo estas reglas? ¿Qué hay que hacer para que dejen de ponerlas y de darnos la brasa? Y luego el culto al autor, que esa es otra. Pero de eso ya hablaremos otro día.

PD: Que alguien le diga a este tío que, acojonantemente, ver GH y leer no son incompatibles. Puedes ver realities y leer, o puedes ni verlos ni leer, o sólo leer sin verlos. Pero no lo quieren entender. No les viene bien. En fin, para qué te van a recomendar nada si te pueden modelar.

Publicado en Sin categoría | 4 comentarios

La peor época de mi vida

Vale. Esta vez no ha sido empezar de cero. Ha sido menos raro. Ha sido volver a la casilla de salida. Ha sido un Rasca de la Once de esos en los que te sale un ‘siga jugando’. Ha sido modificar pequeños ritos, como empezar a fijarme un poquito más a la izquierda de la pantalla cada vez que mirara la previsión del tiempo. Miedo no me daba nada. Tampoco lo de encontrarme a alguien de clase empujando un carrito de niño por el paseo de La Concha. Se me pasó por la cabeza, pero no ha ocurrido –todavía- todo el rollo ese de ajustar cuentas. El otro día me reconoció la cajera del supermercado. “Estás igual”, me dijo. La última vez que me vio fue hace unos cuatro años. Verte a ti sí me hacía ilusión. Lo único.

Bueno, ¿a dónde vamos? A mí me da lo mismo. No es que haya un cable rojo y un cable azul. Es que tengo toda la puta paleta Pantone de cables delante, y no es sólo que no sepa qué cable elegir, sino que hay algo que se interpone entre yo y los cables.

Venga, aquí. No andes más. Pero déjame en el sofá a mí, que yo luego tengo que ir a trabajar y tú no. La peor época de mi vida, pero sin dramas tampoco, eh. Que no me voy a tirar de un balcón ni nada. Por eso te digo. Cuando piensas en la peor época de tu vida crees que habrá un acontecimiento muy chungo desencadenante, perfectamente identificable, y piensas en fases, y piensas en muertes, y piensas en enfermedades. Y bueno, no. Entonces pasas a sentirte mal, porque no se ha muerto nadie, que te estás quejando de vicio y diciendo muchas tonterías y que comes tres veces al día y los negritos de África y cállate la boca y eres un drama con patas y tal.  Lo de sentir angustia porque no pasa nada es de privilegiados, lo que te vienen a decir, y que ya sufrirás y que ya te enterarás de lo que vale un peine. No hay desencadenante, no hay drama, sólo hay ‘cómo mierda hemos llegado a esto’ y ‘dónde voy yo a ir a parar’. De repente un día algo parece importantísimo, algo parece la clave de ‘lo que pasó’, si es que pasó algo, que yo no lo tengo nada claro; y al día siguiente carece de toda importancia. Ya no tengo mapa, ni coordenadas ni hostias. Pero la movida es que alguna vez creí tener mapa, pero sólo eso, lo creí. Y no, llevo un tiempo viendo que no, que ni mapa ni pollas. Y ahora vivo sin mapa y bueno, tienes que hacerte un poquito a ello pero bien. Ahora, también suelen venir a reprocharte que no tengas mapa. “El objetivo es que no haya objetivo”. Que a ver cómo les cuento esto en casa.

Guarda ahora mismo la cartera o te corto la mano. ¿Pero cómo que un cappucino? Venga, no me jodas. Y claro, luego viene otro movidote que es lo del reparto de las culpas. Ortega y Gasset, menudo hijo de la gran puta, ¿eh? Sí, sí. Nos tocó en Selectividad, sí. “Yo soy yo y mis circunstancias”. Y ahí lo tenías al cabrón, que falta que estampen la frase en camisetas. ¡Pero si esa teoría está sin acabar! O sea, tenía que haber hecho un listado de porcentajes de cuánto pone el ‘yo’ y de cuánto ‘las circunstancias’, que las estadísticas ni guían ni tranquilizan tanto como un señor con sombrero. Si te pasa esto, el porcentaje es 70/30, si lo otro, 50/50, si te dejan suele ser porque no te aguanta ni tu vieja, o sea 100/0. Pues eso, vendiendo libros con una teoría sin terminar. Con un par. Acuérdate de lo que se metieron con Elena Valenciano porque se dejó un par de asignaturas de la carrera, en fin…

Y mírame cuando te hablo, coño. Que siempre bajas la cabeza. Pero claro, qué vamos a decir. Si nos estamos dando cuenta los dos. De que estamos igual. En todos los sentidos. Esto no es una cuestión de haber empleado el tiempo en cosas ‘incorrectas’ o ‘no demasiado productivas’. Ni tiene que ver con planes que hayan salido mal. Es que mira dónde estamos, y deja de remover el cafelito con la cuchara que eso está ya helado. En el mismo punto donde nos habíamos dejado. Hemos tirado un montón de años a la basura. Que sí, que ya sé. Muchos años y cero contenido. Ni tú ni yo hemos hecho nada relevante. Ni nos ha pasado nada que nos haya cambiado la vida. Es que ni siquiera nos hemos equivocado o hemos tenido un error o una hostia de esas rotundísima de boca contra el suelo de las que te hacen replantearte quién eres y cómo hacer para que lo que quieres, lo que sientes, lo que piensas y lo que finalmente haces coincidan de una maldita vez. Y a dónde quieres llegar con todo eso.

¿Ves? No llevamos ni dos horas juntos y ya me tienes hasta los cojones, y yo a ti. Y me encantas pero a la vez me das igual, que parece incompatible, pero no.  Aquí ya vale todo. Si un tío bebe cappucino es que se han terminado las reglas del mundo ya. No sé, en algún punto debimos de ponernos de acuerdo –sin querer, claro, porque cuando quieres algo o a alguien eso tiene consecuencias, y las consecuencias nos gustan a los dos bastante poco- y decidir que sería mejor y que sufriríamos menos si simplemente mirábamos la vida pasar, que es lo que hemos acabado haciendo.

Me voy a casa. Nos vemos. Bueno, seguramente no, pero es lo que se suele decir.

Publicado en Sin categoría | Deja un comentario

Que me meta en un partido

Aparcamos la operación hasta que se nos quiten las ganas de llorar cada vez que sacamos 20 euros del cajero

@mari_polin

Que me meta en un partido. Tócate los cojones. Y el caso es que no se debe de estar mal. Por lo que leo, debe de ser como vivir dentro de un culebrón venezolano de esos que pasan en las sobremesas de la 1. ¿Y qué más puedo querer yo? Lo mismo estás metido en una trama de financiación irregular que tienes que posicionarte dentro de una corriente –pero sin caer demasiado mal a la otra corriente, no sea que pase algo fuera de tu control y tengas que cambiar de corriente-. Ya que no ligo, podría ser otra manera de darle un poco de intensidad a mi vida.

Que me meta en un partido. Vive dios. Y el caso es que no se debe de estar mal. Siempre tienen algo. Toda persona que conozco que milita en un partido tiene trabajo o tiene estudios superiores, ya es curioso. Siempre tienen alguna charla para dar, algún viaje que hacer. Alguna internacional de no sé qué pollas a la que asistir. Con el partido me he visto yo media Europa, te dirán. Tenemos chorrocientos mil jóvenes sin la ESO terminada que se hacen los cubatas de Ron Almirante en casa porque ya no tienen ni un duro para volver de fiesta en el bus,  y tenemos seis millones de parados. Pero la mayoría de ‘Ellos’ trabaja o estudia. Y claro, pueden permitirse fuerte despreciarte por ni-ni. Muy representativos, sí. Lo que no me queda claro es si lo de los partidos va de que manden mis iguales o de que manden los mejores, eso nunca llegan a contestarlo, que creen que te puedes ofender. Y el caso es que lo que veo ahí dentro cree ser mejor –no lo admitirán, pero lo creen- y no, no es mucho mejor que los que nos quedamos fuera. Sólo sabe un poco mejor a dónde quiere ir. Poco más.

Que me meta en un partido. Agüita. Y el caso es que se les ve felices. Militar es una carrera de fondo. El político con plaza en la Administración que dice que no nos comprometemos con nada. Que no aceptamos las ‘formas tradicionales de hacer política’ ™ porque somos unos vagos y unos pajilleros. Militar –y obtener algún rédito personal por ello, algo muy lícito- exige echar muchas horas en una agrupación, exige cierta estabilidad vital y, no lo neguemos, exige también, para todas esas actividades que he explicado arriba, unos ingresos regulares. ¿Qué compromiso va a tomar un chaval que no sabe si en tres meses se va a ir a la calle? Qué coño tres meses, que no sabe si va a poder ir a trabajar mañana, que no sabe si va a tener que cambiar de ciudad, de país, el mes que viene. Si no se comprometen contigo, a ver quién puede exigir que te comprometas tú. Laboral y personalmente tienes inestabilidad, pero si quieres ver cambios significativos has de construir relaciones sólidas con gente de tu mismo lugar. Que tienes que ser Clark Kent y Superman, vienen a decirte, que te tienes que desdoblar. A lo mejor la ‘militancia tradicional’ tiene una pequeña movida aquí. “Es que si no lo haces tú lo harán otros”, amenazan entonces, si simplemente sugieres que a lo mejor hay alguna tecla que tocar. “¿Pero tú qué quieres, que lo hagamos todo por Tuenti?”. El partido hay que pagarlo, el partido es ya un objeto de lujo, mental y económicamente. El partido es ya de esas cosas que te tienes que poder permitir, y algunos no tenemos ya ni ánimo ni mucho menos dinero. Si quiero ver cambios significativos, que sea en mí, y que sea en el gimnasio. Lo siento.

Que me meta en un partido. Vaya por dios. Además, para qué. Me piden compromisos a largo plazo y a corto plazo no me dan ni las gracias. Desprecio absoluto si no vienes de familia de políticos, o con los contactos adecuados. Desprecio absoluto si no vienes del background laboral deseable. ¿Alguien imagina a un camarero entrando a una sede a afiliarse? ¿Alguien cree que los militantes de los partidos –ojo, no sólo la derecha- no echarán mano de su baja cualificación dentro del orden de prioridades meritocrático para tirársele encima? Cuando la Ley Corcuera todo era porque el tío era electricista. La variable clave para habérsele ocurrido una ley tan bochornosa era nada más y nada menos que su profesión. En fin, clasismo, clasismo y más clasismo. Y cinismo en grado sumo también.

Que me meta en un partido. Venga, no me jodas. Se creen mejores, pero todos sabemos que llegados a ciertos niveles esto va de intrigas palaciegas, de cuñados, de fiestas. De vez en cuando sí, de vez en cuando cae algo de legislación o alguna recalificación, pero mero procedimiento. El partido es un modus vivendi, que no os digan lo contrario. Que no os lo vendan como modo de construcción de una sociedad mejor, porque en cuanto alguien de fuera del partido dice que su actividad también tiene que ver con ‘cambiar el mundo’, se le ríen.  Que el quinceeme mal, que las cosas no se cambian de un día para otro. Oiga, pues no se cambiarán en política, pero en todo lo demás sí. Ropa de dos usos, rollos de una noche, contratos de un día… O conseguís que todo lo demás sea estable o tendréis que acostumbraros a durar tanto en vuestros liderazgos y a hacer leyes tan cambiantes como el peinado de Rihanna. ¿Y qué liderazgo puede ser llamado tal cuando no se prolonga por un tiempo razonable? ¿Y quién respeta una ley cambiante? Pues eso. Si ya lo decía mi padre, que para qué iba a enterarse de en qué curso estaba yo “si total, eso lo cambian todos los años”. Cambiar las cosas inmediatamente, que esto ya no vale, que esto ya no es suficiente, ‘adaptarte’ ™ es lo que nos han enseñado en lo laboral. ¿Por qué cojones no íbamos a querer ser resultadistas también en el terreno político? Es como nos habéis dicho que hay que vivir. Rápido, barato y sin compromiso de permanencia. Pedimos lo que nos piden, nada más. Razonable no sé si es. Comprensible, bastante.

Que me meta en un partido. Todo un honor. Pero creo que tiraré del partido para resolver mi situación personal cuando ya no me quede otra. Ése es, exactamente, el perfil de gente que estáis consiguiendo ahora. Y el cupo de gente interesada lo tengo ya cubierto en otros ámbitos. “Los mejores”. Enhorabuena.

Publicado en Sin categoría | 1 comentario

Neymar, pokeras y clasismo. Hoy un poco más en serio.

El sector al que le da el soroche porque cuando juega la selección de fútbol no estamos hablando de los datos del paro ha encontrado un nuevo objetivo. El pasado lunes Neymar (Jr) fue presentado como nuevo jugador del Barcelona ante 56.000 personas. La Umma Plañidera, tanto los que tienen idea de fútbol como los que no, estaba ya INDIGNADA ante tamaña cifra de insensatos haciendo lo que les da la gana. Ah, España: ese país en el que se ensalza la libertad en tanto en cuanto tu vecino no haga algo que te toque los cojones en pleno uso de la suya. Porque claro, entonces no. Entonces está engañado o manipulado.

Y claro. Llega el tuit.

Y llega también la respuesta adecuada al mismo.

Exacto. Es una de las tendencias que he mediodetectado en este mundillo de las redes sociales, pero que también es perfectamente extrapolable a las nuevas estrellas que se nutren del 2.0 para hacer sus cositas en el 1.0. La otra tendencia es la que a mí me gusta llamar «misoginia intelectualizada», pero de eso ya hablaremos otro día. Y lo que sí es transversal, apunta con buena letra, Rosa Díez; es el clasismo: las trayectorias pueden ser diferentes, pero culminan en un mismo punto.

1. A sus izquierdas abiertas y plurales: Los muy progresistas Peinado, Aller y Nachete

Suelo insistir cuando me he tomado ya un par de cubatas en que el gran pecado del progresismo en este país no es pensar EN los desfavorecidos, sino pensar POR ellos. El paternalismo es atroz. Sin embargo, no soporta que los pobres, no digo los ‘obreros’, que *todavía* pueden negociar con ciertos derechos adquiridos, digo el extrarradio; adopte unas maneras de vestir, de hablar, que se escapen al su control y a sus modos tradicionales, que estén en las antípodas de sus chaquetas de pana y de sus jerseys de huelga general y, en el caso de ellas, de salir en la Vogue para defender la moda española. La pobreza ‘real’, la que no vota –porque la mayoría no vota, ni le interesa, y es totalmente comprensible, porque ellos sí están FUERA-, bastante tiene con defenderse de sus salvadores. La cosa está en que el progresismo español, autoerigiéndose en caudillo de la buena causa, de ‘el hijo del obrero a la universidad’ y todas esas cosas, desprecia profunda, pero profundamente a la gente de extracción humilde que no se ciñe al destino que ya tenían pensado para ellos. Tremenda Diana Aller aquí y, de nuevo, el escritor de ‘Futbolistas de Izquierdas’ (prólogo de Alberto Garzón y epílogo de Gran Wyoming, recordemos) en este tuit dirigido a Cristina Pedroche:

En fin, que quítate de ahí, que dice el de Meteosat que quiere sacar de la miseria a los descamisados. Eso sí, con datos (el nuevo Maná junto con los emprendedores, los community managers, la inteligencia colectiva Y TODO ESO)

2. A su derecha liberal/conservadora/plurinominal, esto es, la derechona de toda la vida: Rodríguez Braun y el mitazo de la responsabilidad individual

Observemos esta noticia. Y veamos la reacción ante la misma de Rodríguez Braun:

Los que ahora se dicen liberales cogen un poquito de aquí y un poquito de allá y bajo un falsísimo ensalzamiento del ‘hombre hecho a sí mismo’ tildan de ejemplares y modelos de superación ciertas  tesituras en las cuales ellos ni se han visto ni se verán jamás. Y contra las que, además, tendrían todas las de perder. Lo hacen porque saben que están en esa muy confortable posición de exigírselo a los demás sin tener que haber ellos pasado por los, llamémosles así, niveles inferiores. Precisamente Chelsea tiene ‘dignidad’ porque ha sido la primera de su promoción. Si llevara chándal, o aros enormes o comiera el chicle masticando muy fuerte sería un despojo social sin talento, ‘mediocre’ o ‘que no se adapta’. Ya es hora de decirles a estos señores que, normalmente, ellos no suelen tener un talento desmesurado, sino que simplemente, han tenido la SUERTE de nacer en una familia con posibles. Y su relato y el que pueda hacer la excepcional -me quito el sombrero- Chelsea en el futuro a sus hijos de la situación de la que proviene, y sus ideas respecto a la meritocracia- no se parecerá absolutamente en nada. Os comerá vivos. En fin, ponen el foco en la excepción porque como uno puede hacerlo, TODOS podemos. Porque ellos NO TENDRÁN que hacerlo y además desprecian esta clase de orígenes sobremanera. Ni siquiera Margaret Thatcher debió de pasarlo demasiado bien junto a los etonianos. «A estos hijos de puta les pones una mesa en la que estudiar y un techo y ya se vuelven unos dejados y se malacostumbran», es lo que nos vienen a decir.

Neymar

Peinado ni meritocrático, ni responsable ni socialmente sensible ni proletario. Date por jodido, chaval.

¿Lo que tienen en común ambos? Por un lado, que sentencian sobre situaciones -modos de vida mejor- que no conocen ni de oídas, tirando del clásico topicazo cómodo (que cuando estás en un bar o cuando tienes un blog de mierda como éste está muy bien, pero cuando tienes acceso casi diario a tribunas de opinión en medios de comunicación igual no tanto). Y por el otro, precisamente el ACCESO a la difusión de esa caterva de lugares comunes. ¿Conocen a alguien proveniente realmente ‘DE ABAJO’, insisto, no que se considere CERCANO a los de abajo ni mamarrachadas de ésas, sino que esté en este momento ABAJO y que publique artículos de opinión, o incluso información, en algún medio con cierta tirada? Yo tampoco. Y a lo mejor es por esto que comentan en The Guardian. ¿Por qué creen que cuando programas como Callejeros o The Secret Millionaire van a los barrios las personas que se dirigen a las cámaras lo hacen en un tono vehemente, cuando no agresivo? Exacto: porque habitualmente nadie va allí. Y porque habitualmente, si no diriges el Instituto Cervantes de Nueva York, nadie te escucha. Ni nadie, por supuesto, sale de un barrio para trabajar en un periódico. Y para una vez que alguien que no es la Policía va, quieren que todo quede bien claro. Piensen también en el tiempo que gasta un medio de comunicación en, por poner un ejemplo tonto, estudiar la psique y motivaciones de un asesino rico y uno pobre: el primer caso parece mucho más apasionante siempre. En el segundo, las motivaciones se dan por descontadas, y no se hurga demasiado en ellas, no sea que nos salpique la mierda.

A lo que voy. Lo que haga Neymar jode a todos. Neymar además tiene que hablar el idioma que ellos digan. Cristiano Ronaldo tampoco podía ser propalestino. Estáis jodiéndonos los relatos, hijos de puta. Los aros posaloros de las pokeras joden también a todos. Porque el discurso está, con opiniones enfrentadas, puede, pero sigue estando, y esto es lo que importa; en manos de los mismos. En manos de gente que ya ha decidido cómo tiene que ser otra gente. Pelito Graso Escolar y Tertsch no son tan diferentes. Vienen de familias acomodadas. Tanto un lado como el otro quieren moldear las características de sus ‘rescatados’ o de sus ‘héroes’. Un piercing fuera de sitio, un tatuaje, una música machacona, un gesto agresivo y te quedas fuera de las posibilidades de ser icono e inspiración para los que se erigen líderes de la masa popular de la izquierda y los que ahora dicen ser políticamente incorrectos, esto es, la derechona de siempre.

Nota: lo de dar a la izquierda y a la derecha hacedlo con mucha precaución, que luego… I, II y III. Tened esto presente cuando os hablen de ‘sentido común’, ‘naturaleza humana’ y ‘responsabilidad’, que lo harán, y mucho, el segundo grupo al que me he referido aquí.

Publicado en Sin categoría | 6 comentarios

Hablando de subastas de obras de arte

Hablando de subastas de obras de arte

Tengo una libreta del stand de Castilla y León de alguna feria de turismo -no una Moleskine- en la que pone que Castilla y León es vida -muy discutible esto, como hija de castellanos os lo digo- y que suelo llevar en el bolso. No suelo llevarla al trabajo, pero hoy ha dado la casualidad de que sí. Si pasa algo en el trabajo que merezca la pena apuntar, suelo hacerlo en el comandero, arranco la página y la guardo en el delantal. A veces guardo las comandas, a veces las tiro pero paso lo escrito en ellas a otro cuaderno, según. No soy nada sistemática.
El caso es que no es la primera vez que apunto una frase de Martin O’Malley, un pescador de aquí. No voy a entrar en detalles de la sabiduría informal de las profesiones rudas y bla bla bla porque nada más lejos de intentar impregnar las cosas de una bohemia que no tienen. Pero me gusta cómo las dice, porque las dice de verdad. Dice las cosas porque las piensa de verdad. Eso parecerá una gilipollez, pero es mucho. No las dice para convencer, no las dice para impresionar. Usa un lenguaje sencillo que consigue, por lo que sea, que yo dé vueltas a lo que me cuenta pero -importantísimo esto-, sin rallarse. Es la magia de que gente que no tiene nada que ver contigo llegue de algún modo a conectar, a captar tu atención. Eso a mí me pasa muy poco. Y cuando me pasa lo disfruto mucho. Y me gusta apuntarlo, incluso con esa letra de mierda.

Publicado en Sin categoría | 1 comentario

Simpatía por el de Bildu para murcianos

Bueno, esta es mi primera entrada on-demand. Me han pedido que explique, PARA MURCIANOS, aunque supongo que valdrá para otros grupos étnicos, el genial JIT de Lendakaris Muertos ‘Simpatía por el de Bildu’. La verdad es que no había reparado hasta este momento en que hay tres o cuatro cosas que, no ya no siendo vasco, sino que si no eres de San Sebastián, a lo mejor no se entienden. Demos, pues, a DeC, una dimensión didáctica, por una vez.

http://www.youtube.com/watch?v=ovnONfpef_U

Déjame, por favor, que me presente
Soy el alcalde electo de esta ciudad
La lista más odiada
El listo más votado
Pacto entre Zapatero, Otegi y Satán

Mis ojos ven el mundo en full HB
El tren chu chu de alta velocidad pararé
Renunciaremos a Navarra
Para invocar el 666-ak bat

Cuando habla de full HB hace un juego de palabras con una pantalla full HD, de ésas en las que compadece últimamente Plasmariano, y HB, Herri Batasuna, las siglas de toda la vida de la izquierda abertzale antes de sus encarcelamientos e ilegalizaciones varias.

El tren chu chu (me hace daño a la vista verlo escrito así), se refiere al muy mítico Tren Txu Txu de San Sebastián. Típica atraccioncilla turística de ciudad pequeñoburguesa y afrancesada y a la que también te llevan con el colegio, igual que te llevan a El Diario Vasco -si no os han llevado con el colegio a El Diario Vasco ya os digo que no sois guipuzcoanos de bien-. TODO EL MUNDO ha ido a El Diario Vasco. Lo del tren Txu Txu con el cole imagino que no estará tan generalizado, pero eh, también te ves a los típicos niños saludándote con la manita antes de entrar al túnel del Antiguo mientras tú paseas tu brasa runner por la Concha. Relaciona la estrofa este simpático trenecito con el ‘conflito’ de la llegada del TAV a Euskadi y Navarra, algo que, como el tema de las basuras, es patrimonio de la izquierda abertzale y asambleas varias contrarias a la Alta Velocidad por el posible deterioro medioambiental que acarrearía, aunque a la ETA tampoco le molaba demasiado. Más info, sobre la iniciativa, aquí 

Renunciaremos a Navarra para invocar el 666-ak bat. Como todos sabemos, la meta última de la IA es una Euskal Herria independiente y socialista constituida por lo que en la actualidad serían las tres provincias vascas, Navarra y las tres provincias francesas de Lapurdi, Behenafarroa y Zuberoa, que ahora,  y ni me voy a molestar en mirarlo, forman parte del departamento de los Pirineos Atlánticos. Bien, pues esta idea de las siete provincias fusionadas en una, en euskera se dice ‘Zazpiak bat’ (literalmente, las siete en una). Aunque hay variantes como explican aquí (hirurak -las tres-, bat o laurak -las cuatro- bat), dependiendo básicamente de dónde sitúes las fronteras del territorio. Así que vuelve a jugar con la idea de si Navarra sí o no dentro de Euskal Herria o Euskadi, y con el número del diablo, el 666.

Simpatía por el de Bildu
Simpatía por Satanás
Donostiako Demoniako alkatea

La Construcción infernal
Comienza en San Sebastián
Alcalde designado
Por el pueblo y el mal
Las urnas han hablado
Le han dado el mando
Al endemoniado
Las llamas del infierno
Vuelven al Boulevard

Donostiako demoniako alkatea significa ‘El alcalde endemoniado de San Sebastián’

Cuando dice ‘Las llamas del infierno vuelven al Boulevard’, esto ya lo habéis visto por la tele. Así somos: vamos encapuchados y en chandal a quemar autobuses a un sitio llamado Boulevard. Autoodio le llamo yo a eso.

Si no me equivoco, no me dejo ningún detalle que pueda resultar ambiguo. Pero bueno, cualquier duda, a los comentarios.

Publicado en Sin categoría | 4 comentarios

Ni tengo hobbies ni tengo título para este post

No tengo hobbies. No recuerdo tampoco haber tenido uno. Fui una niña porculo que picaba de distintas actividades extraescolares en las que no duraba demasiado, porque ninguna se me daba bien y eso me hacía perder todo interés. De hecho creo que puedo arrogarme la creación del verbo ‘desapuntar’, de toda clase de cosas de esas que los críos hacen por tarde: baloncesto (sí), remo, gimnasia rítmica, ballet (la única en la que duré algo más)…

Nunca había considerado que estas idas y venidas mías tuvieran ninguna relevancia hasta que un día de botellón (lo que me marca, como podéis ver, se desarrolla en  escenarios de lo más glamouroso), una amiga soltó esta fatídica frase que me dejó con un katxi de kalimora en la mano y un profundo vacío interior:

“No tengo hobbies. ¿Vosotras tenéis hobbies? ¿Hacéis pulseras o algo?”

Pero demos un salto adelante en el tiempo y lleguémonos a 2009, a la primera vez que puse un pie en suelo irlandés. Y aquí no recuerdo muy bien de qué hablábamos exactamente, pero hacía bastante tiempo que yo no veía a Majo y tuvimos una conversación de éstas de puesta al día después de chorrocientos años sin vernos, de las jodidas, de las de explicar algunas cosas graves (sí, zorras, hubo una época en mi vida, puede que dos, en las que PASABAN COSAS y yo no tenía necesidad de pensar ni de escribir gilipolleces). Estábamos todavía viendo por dónde iban a ir los tiros en el plano laboral (ella va abriéndose camino, yo sigo aquí sentada en el váter en este sentido) cuando la señorita Lluque dijo lo siguiente:

“Quiero tener una pasión”

Lo cual es acojonante habida cuenta de que hace teatro, de que ya cuando la conocí hacía teatro y además de actuar escribe sus propias obras y va a toda clase de festivales. En fin: la hijaputa es argentina y todos sabemos que argentinos e ‘intensidad’ = pleonasmo.

La tercera estación es culpa de Paulina, que me tiene sumida en un jodido ciclo de cine argentino ( ¿Por qué todos los argentinos tienen hobbies? ¿Están detrayendo los argentinos hobbies que en realidad me correspondería tener a mí?). La primera película que me sugirió ver fue El Secreto de Sus Ojos, y me advirtió muy seriamente sobre ‘lo de las pasiones’, que es esto:

http://www.youtube.com/watch?v=aBRJpx-6xM4

Ah, no, claro. Ya si vamos a algo, vamos a todo. Si hay gente por ahí que no es que tenga una afición sino que tiene verdaderas pasiones, yo no quiero quedarme a medias y dedicarme a tejer bufandas como la Umma moderna de Gràcia, sino que quiero algo que invada todo mi ser y me saque de encima esta subnormalidad y este puterío y este sudapollismo y esta vida vivida al 10%. Si vamos a cambiar de casa y de amigos y de trabajo ni sé las veces, qué menos que mantener algo constante, algo a lo que entreguemos nuestras energías con gusto estemos en el punto del Globo en el que estemos.

Ahora tengo muchas, muchísimas preguntas para la gente que tenéis hobbies. ¿ESTO CÓMO SE HACE? ¿Es un ‘sigue jugando’ en una tarjetita de rasca y gana, esto es, ir probando hasta que algo te llene/se te dé bien/ambas? ¿Surgen los hobbies en forma de revelación divina, como una idea brillante que tienes mientras te quitas con el alicate un padrastro del anular de tu mano izquierda? ¿Tienes tú al hobby o el hobby te tiene a ti? ¿Existe –sospecho que sí- la figura del hobby forzado, esto es, el hobby que dices que tienes porque supuestamente casa mejor con el tipo de personalidad que quieres transmitir a los demás? ¿Entraría esto dentro del ámbito del hobby o es mero postureo? Y rizando el rizo un poquitillo, ¿posturear puede considerarse hobby?

Supongo que todo este mar de dudas surge de la IDEALIZACIÓN de lo que no se tiene. No sé, yo me imagino un hobby como algo que haciéndolo realmente te transporta a un universo de sensaciones olvidas de todo lo demás. Que quieres acabar de trabajar para poder ir a hacer tu hobby. Que no lo haces por reconocimiento o con una finalidad concreta –económica o de otro tipo, de ahí el peligro que le veo yo a esta moda de LA BRASA ENTREPRENEUR de convertir tu afición en tu profesión-, sino por cómo te hace sentir. Claro, si esto es estrictamente así como lo describo, el hobby, aunque para el que te mire hacerlo parezca que le dedicas un esfuerzo tremendo, es algo que sale ‘natural’ –igual que en el video de arriba el tío se sabe las temporadas en las que jugó no se qué jugador sin mirarlo en un anuario-, el desarrollo de un talento innato, no lo sé, algo que se encuentra, o te encuentra, o vaya usted a saber. El hobby debe de parecerse mucho al amor verdadero y correspondido por tanto. O a un tiro de jaco. Y sigo preguntando, ¿siempre tenéis ganas de hacer vuestro hobby? Por ejemplo, yo leo. Pero considero que podría leer más. Leo, pero no creo que leer me guste TANTO como para llamarlo hobby. Ni mucho menos considero que me apasione. Aunque igual el problema es mío y reside en que no sé identificar las pasiones igual que no sé identificar cuándo un préstamo bancario es de alto riesgo. No sé si me explico. Mi idea de una afición de verdad es que tiene que capturarte y hacer que te olvides de que fuera hay mundo, como mi madre cuando pinta. O como una amiga polaca que empezó a recibir clases de buceo y acabó siendo novia del profesor y sacándose la licencia de profesora de buceo en Tailandia y ahora viven allí dando clases los muy cabrones. Nunca olvidaré su cara cuando nos contaba que se después de cenar con su lovio/profesor se iban los dos a bucear al anochecer. La cara de haber encontrado por fin lo que llevaba mucho tiempo buscando. CARA DE HOBBY CORRECTO. Esa cara acusadora, esa cara que te dice «yo tengo esto, ¿y tú qué mierda tienes?». Pues nada, la nada más absoluta, para variar.

(Me estoy dando cuenta de que estoy poniendo reglas para determinar que es hobby y qué no. Y a mí las reglas me dan muchos problemas. Can’t live with them, can’t live without them. Como con Ignacio Escolar. MAL.)

Continúo:  ¿Qué significa, QUÉ PIENSA EL MUNDO, sobre alguien que no tiene hobbies? ¿Es peor, en nuestra aldea global, no tener hobbies que no saber inglés, por ejemplo? ¿Puedo dar un triple salto y convertir no tener hobbies en mi hobby y por lo tanto seña de identidad? ¿Por qué la gente pone ahora sus hobbies en el CV -POR QUÉ ENTREGAR ESA PARTE TAN ÍNTIMA DE UNO A LA EMPRESA, ME CAGO EN DIOS-? Todavía recuerdo con terror cuando al empezar una asignatura nueva nos preguntaban por nuestras «áreas de interés». Como nunca sabía que decir, solía escoger a tres alumnos al azar y repetir lo que ellos ya hubieran dicho. Hasta que alguien reparó en que yo no decía lo mismo en todas las asignaturas y me preguntó QUE A VER QUÉ ME GUSTABA. ¿Ud. se cree que se le puede ir a una preguntando algo así a las bravas? Pero hete aquí cómo iban cayendo los brazos trimestre tras trimestre cuando preguntaban que quién iba a meterse en un doctorado. Como alemanes en Normandía. Pasaron de más de veinte a unos seis. Yo esto lo consideré una victoria personal. Sistema Universitario 0-1 Naiara. Bienvenidos a mi mundo de no-pasiones, no-creatividad, no-aficiones y ‘esto no era como yo había pensado’. Poneos cómodos porque va para largo.

Que ojo, igual estoy yo aquí comiéndome la cabeza pensando que no tengo ningún talento innato que pueda convertir en hobby que además de realizarme sirva para que un montón de gente me dé palmaditas en la espalda y resulta que el problema es no haberlo descubierto. Vuelvo a preguntar, ¿hay mecanismos de detección para esto? Eficaces, quiero decir, no cartas astrales ni mariconadas así. En fin, volviendo a la realidad, nada de aquello para lo que tengo cierta facilidad me gusta demasiado. Si el viernes por la noche pongo la tele ya sé que va a ser Telecinco y no la peli de la 2. A mí me gustaría que me gustara la peli de la 2. Y el caso es que lo de Telecinco no me gusta, bueno, no sé si sí me gusta pero no me gusta que me guste o simplemente lo ‘entiendo’ mejor y no me importa demasiado que esté Mila Ximénez dando gritos por ahí. La cosa es que la peli exige cierta capacidad de concentración que yo no tengo, y la vena de María Patiño permite que puedas hacer otras actividades mientras tanto sin que tengas la sensación de que te estás perdiendo algo absolutamente clave. Y sin embargo, por lo que sea, no me cuesta nada reproducir las movidas que tenga Pipi Estrada o la biografía de Carmina Ordóñez. Y ni siquiera les presto atención, joder, pero se me quedan. Y bueno, luego el hobby como identificador social. En una fiesta: «Mira, te presento a Naiara, que habla de cuñados. Éste es x, que se dedica a estudiar el comercio en el Cono Sur» . Joder, desigualdad de pleno desde el principio tipo Estates vs. Somalia.

Vamos, que estoy igual que al principio. No sé si la culpa es mía. No sé si no tener hobbies quiere decir algo ‘grave’. No sé si soy una heroína por no tenerlos. Si mi amor por lo manifiestamente inútil y mal considerado me servirá de algo alguna vez.

Así que os escucho. Quiero saber vuestras experiencias con ese anglicismo innecesario. Quiero saber QUÉ SE SIENTE. Quiero saber si pensáis en otras cosas mientras los hacéis. Quiero saber a qué renunciariáis para seguir haciéndolos. Que esto es serio, cojones.

Publicado en Sin categoría | 23 comentarios