Prou
Comentaban hoy en redacción que Esteban Granero nos ha de caer en esencia BIEN no porque vaya a jugar con la Real, no. Nos ha de caer en esencia bien porque ha dicho en una entrevista que le gusta leer y encima lee a Raymond Carver.
Parad esto, en serio. De repente hay que ser intelectual para todo, tú. QUE VUELVA GUTI EN LA POSADA DE LAS ÁNIMAS. O sea, Guti era un garrulo por cómo gestionaba su tiempo libre pero Granero YA ES bueno PORQUE lee. No entiendo nada.
Joder, qué bonitos eran los tiempos en que las aficiones eran de uno y las hacía tocándose los cojones en su casa en vez de tenerlas que difundir, en vez de soltarnos de carrerilla las pelis que acababa de ver… Qué bonitas son las cosas íntimas, la no comparación, cagondios.
Parad esto porque el próximo futbolista en vez de celebrar un gol chupándose el dedo o levantándose la camiseta lo va a festejar recitándonos un fragmentillo de Hemingway y entonces va a ser muy tarde.
De aquí a que sea pecado no salir sin tu kindle -porque seguro que leer en papel es YA de pobres- a comprar cuarto y mitad de lomo embuchao a la charcutería de tu barrio no hay nada.
(Guti, you are deeply missed. Seguro que Granero lee a Carver en inglés además.)
Edición mañana siguiente. Exterior día:
Me he perdido del todo. ¿A los profesores de literatura les pide alguien que practiquen centros-chut? Entonces, ¿por qué un deportista tiene que demostrar un plus y si no lo demuestra o exterioriza es automáticamente tomado por un analfabeto?
Prefería el fútbol cuando lo llevaban los cuñaos 🙁
Cabrona, lo que te echo de menos en mi TL.
Nada, sólo eso.
Abrazos desde Barcelona
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Ay va, Esteban Granero, al que le entrevistó la macro-sección culta de eldiarioes http://www.eldiario.es/Kafka/importante-vida-futbolista-dure_0_90291057.html La leí en su tiempo por puro morbo, y porque eldiarioes no tiene una sección de deportes, y además porque esa entrevista estaba en esa macro-sección de cultura en el marco del tema de la semana que era “obsolescencia programada”. Lo que más me llamó la atención de ese hombre no es su cultura o no cultura, es más bien esto que me desconcierta:
“Tú cuando eras niño hacías colección de cromos, es decir, eras lector de una épica, de la épica futbolística. ¿Que impresión te produce mirar atrás y ver a ese niño que leía las gestas épicas ahora que eres tú el personaje? ¿Qué sientes al verte en los cromos, en los videojuegos?”
“Lo de los cromos y lo de los videojuegos es de los mayores guantazos que te da la profesión para decirte: oye, mira dónde estás. Y dices qué hago yo aquí. A mí siempre me ha pasado. El futbolista por definición tiene un ego bastante grande, es un tío echado para delante, es un tío con mucha confianza, un tiburón. Yo soy bastante poco prototipo de futbolista en ese sentido, porque soy bastante introvertido, bastante inseguro. A mí siempre que me ha pasado esto me he preguntado qué he hecho yo para estar aquí. Seguramente haya hecho más que los demás porque me ha costado más que a los demás, pero siempre me he sentido así.”
No sé, esa respuesta tiene un algo que no me gusta, no sé decir exactamente el qué. No sé si es el hecho de poner lo de los cromos y los videojuegos de “guantazo a la profesión” (y cobrando por su imagen por ello, eso sí) o el de querer diferenciarse de “la masa de futbolistas”.
Por cierto, una buena parte de los comentarios de esa entrevista ya te puedes figurar de qué van. En fin… próximamente la quinta sinfonía de Beethoven de fondo en combates de Boxeo, mientras recitan a Lorca hasta que se termine el poema (KO) o el otro se levante. xD
Porlosclavosdecristo… No sé, yo estoy llegando muy poco a poco a la conclusión de que mi factor diferenciador es ni intentar diferenciarme o algo por el estilo. Porque el intento de diferencia conlleva un riesgo demasiado alto de soltar gilipolleces como lo que pone arriba, y no todos podemos permitirnos correrlo.
Pues sí, ésa podría ser la conclusión.
Y eso, que Esteban Granero es muy culto y no le gustan los cromos que coleccionan ni los videojuegos a los que juegan mis primos pequeños. Ains.
Yo es que no entiendo muy bien eso de que los futbolistas (u otros deportistas) TENGAN que ser modelos en los que reflejarnos…
Oye, que ya jugar a lo suyo es difícil y complicado y tiene su mérito. Pero no sé, nadie piensa en que un premio Nóbel tenga que ser admirable por cómo viste o cómo deja de vestir. Y, sobre todo, que tenga que haber una relación entre el que juega en mi equipo -> lo admiro más y el que juega en el otro -> lo ridiculizo.
Cohoneh, que jugar al fútbol (o al baloncesto, o al tenis) es lo que es. Suficientemente difícil y especializado como para que a los jugadores haya que atribuirles cualidades mágicas en cómo leen, se visten, se comportan o demás…
Vuelve al tuitar, jopetas.